UCR capacita en prácticas saludables a 24 servicios de alimentación de Montes de Oca

Nutrición, servicio al cliente, manipulación de alimentos y manejo de desechos fueron algunos de los temas en los que un grupo de estudiantes y funcionarios de la Universidad de Costa Rica (UCR) capacitaron al personal de 24 establecimientos de comida cercanos a su campus universitario.

Con el objetivo de velar por la salud de la población del cantón, los participantes del Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Promoción de Prácticas Saludables” evaluaron el servicio que brindan sodas y restaurantes para ayudarles a mejorar la eficiencia y gestión de los locales en los distritos de Sabanilla, Mercedes y San Pedro de Montes de Oca.

“El proyecto surge al ver que los servicios de alimentación son espacios donde hay convergencia de mucha gente y que se pueden convertir en un espacio de sensibilización en el tema de prácticas saludables, tomando en cuenta también las condiciones en que trabajan el personal de los servicios de alimentación”, explicó Ana Yancy Zúñiga, encargada del proyecto.

La iniciativa de la Unidad de Promoción de la Salud de la Oficina de Bienestar y Salud (OBS) de la UCR, en conjunto con la Escuela de Salud Pública, pretende ayudar a los comercios alimenticios de la zona a convertirse en entes que promuevan prácticas saludables en la sociedad.

La metodología aplicada involucraba la participación de los locales en tres módulos de capacitaciones, para luego entrar a una etapa de evaluación posterior a cada módulo. Estas capacitaciones y evaluaciones eran requisitos para obtener el galardón “Gana + Vida”, el cual funciona como un sello de garantía de prácticas saludables.

El primer módulo respondió a las necesidades detectadas durante la investigación en los locales del distrito de Mercedes. En este módulo se trataron los temas de salud ocupacional, servicio al cliente, nutrición, manipulación de alimentos y manipulación de residuos, y fue desarrollado por el primer grupo de estudiantes del TCU

Como parte de ese primer acercamiento, los estudiantes efectuaron cinco visitas cada uno a los locales y realizaron entrevistas a sus clientes, empleados y administradores. Además, revisaron menús, procesos de manipulación de alimentos y manejo de residuos en cada uno de los establecimientos.

Luego del proceso de evaluación se realizaron observaciones sobre atención al cliente para complementar lo obtenido durante las entrevistas y así informar a los encargados de los locales sobre las fortalezas y las debilidades en las que debían trabajar para obtener el galardón.

Al finalizar esta primera etapa del proceso, los 24 establecimientos inscritos lograron cumplir con los parámetros establecidos por la UCR en materia de prácticas saludables; por lo tanto fueron reconocidos con el galardón “Gana + Vida” en la categoría bronce.

El siguiente módulo iniciará en el segundo ciclo del presente año lectivo, y abarcará con mayor profundidad algunos de los temas del módulo I, principalmente aquellos donde se detectó la necesidad de reforzar en las primeras evaluaciones y talleres en los locales.

Además, el módulo II abordará temas como liderazgo, mercadeo enfocado en redes sociales, diseño de menús, manipulación de alimentos y manejo de residuos específicos como grasas y aceites.

Para Zúñiga, este proyecto es importante para los consumidores de la zona, puesto que brinda seguridad respecto de la calidad del servicio y los alimentos consumidos en los locales galardonados.

“Es tener por lo menos algo de seguridad en que el lugar donde estuvimos comprando el alimento cuida de la salud al cuidar todo lo que es manipulación de alimentos y al cuidar todo lo que es una oferta más saludable, además de que también puedo sentir tranquilidad de que, sea como sea, ellos se preocupan por las prácticas, que es una parte importante del proceso”, aseguró.

Por otro lado, la iniciativa representó un proceso de aprendizaje para los 33 estudiantes universitarios involucrados mediante el TCU.

Josué Espino, estudiante de cuarto año de Ingeniería Química, expresó que aunque el proyecto ha sido todo un reto, la satisfacción de ver el entusiasmo en el personal de los locales y la implementación de las ideas propuestas a partir de las evaluaciones ha sido muy gratificante.

“Esperamos que cuando alguien entre al local y vea la distinción del TCU sepa que ese local cumple, al menos, lineamientos mínimos para garantizar que se ofrecen platillos y opciones saludables para consumir, que se tienen ambientes de trabajo sanos, que existe un compromiso con el servicio al cliente y la gestión de residuos, etc”, expresó.

Por otro lado, para Carolina Fabres, estudiante de cuarto año de Nutrición, el aprendizaje ha sido aún mayor por a la naturaleza de su carrera. Además, asegura que el ver cómo el proyecto ha tomado forma y como se ha comenzado a ver los logros le hace sentir orgullosa de formar parte de la iniciativa.

“El impacto del TCU va más allá de almuerzos saludables. Es algo que se promueve, claro, pero la distinción comprende una herramienta de educación en salud importante para todos los clientes de la zona, incluyendo no solo estudiantes, sino también funcionarios, docentes y la población externa a la universidad”, aseguró.

El proyecto inició en marzo de 2016 con la inscripción de los servicios de alimentación y arrancó con el proceso de capacitación en el mes de agosto. Sin embargo, actualmente se estima que ya con todos los detalles coordinados, los nuevos procesos de mejora durarán solo seis meses.

Para participar en los procesos de evaluación y capacitación. los negocios deben inscribirse de manera voluntaria por medio del contacto con el TCU. De igual manera, el galardón tendrá diferentes niveles que se podrán alcanzar: los establecimientos ya evaluados alcanzaron la categoría de bronce, pero podrán escalar hasta el nivel diamante.