Universitarias Complejo de Vida Universitaria en Finca 1

UCR apuesta por nuevo complejo para salud, deporte y recreación

Construcción tendrá un costo aproximado de ¢ 6.000 millones y estará ubicada en la cancha de fútbol anexa a la Facultad de Derecho.

 

Estaría lista para inicios del 2020 si los plazos de licitación y construcción se cumplen como están previstos.

La Universidad de Costa Rica (UCR) hace una nueva apuesta por la salud integral de la comunidad universitaria mediante una obra con accesibilidad universal y gratuita que reduzca el tránsito vehicular en Finca 1 con un nuevo parqueo y que ofrezca una imagen renovada en el ingreso por la Facultad de Derecho.

Estos son algunos de los objetivos del nuevo Complejo de Vida Universitaria (nombre provisional), previsto para constituirse como un espacio independiente de las Instalaciones Deportivas. Para edificarlo, las autoridades preparan el proceso licitatorio e incluyen en la agenda la compensación ambiental en el mismo campus luego de levantar el edificio.

Al construirlo en Finca 1, específicamente en la plaza de fútbol entre la Facultad de Derecho y la Biblioteca Luis Demetrio Tinoco, es posible evitar un sobreuso de las instalaciones de Finca 3 que oficialmente están designadas para la Escuela de Educación Física y Deportes, situación que en la actualidad ocasiona limitaciones para las personas ajenas a la carrera que solicitan dichos espacios.

Kevin Cotter, director de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI), encargada de realizar el anteproyecto, afirmó que la intención “no es emular las Instalaciones Deportivas, que son espacios docentes para Bienestar y Salud para todos los cursos que se dan en los primeros años y, sobre todo, para la Escuela de Educación Física, donde los tiempos y espacios que sobran son para actividades recreativas.

Alejandra Rivero, directora de la Oficina de Bienestar y Salud (OBS), agrega que “ahorita está ya muy llena la Finca 3. ¿Por qué no se presta tanto a la comunidad o es de difícil horario? Porque a la gente se le olvida que las aulas de los estudiantes de Educación Física son la piscina, la cancha. Entonces es un espacio prioritario. Lo que sobre es para Programas Deportivos Recreativos y Artísticos, y luego lo que podás prestar a todas las necesidades”.

Otra necesidad de este complejo de 28.000 metros cuadrados es que la mayoría de los deportes sean accesibles para toda la población de forma simultánea y para personas con discapacidad. El arquitecto William Cordero destacó la “versatilidad; que no se piense que es solo un espacio, sino que realmente la inversión puede tener funciones múltiples y a gran escala”.

Para ello, el espacio pasaría de ser aprovechado para el fútbol 11 como única disciplina a ser utilizado por siete o más disciplinas, con sus respectivos vestidores completos con duchas, espacios para cicloparqueos y una venta de snacks para promover la alimentación saludable.

Los planos arquitectónicos previos contemplan la construcción de dos módulos independientes con escaleras en sus cuatro esquinas y que serán administrados por la OBS. El primero será un edificio de parqueos de tres niveles, que incluye tres canchas de fútbol 5 en la azotea y que ofrece espacio para 700 vehículos (equivalente a la capacidad del nuevo parqueo de Finca 2), lo que permite a la universidad cumplir con el plan regulador de la Municipalidad de Montes de Oca.

El segundo módulo de dos niveles albergará el resto de disciplinas. Contará en primer lugar con dos canchas multiuso para jugar fútbol, básquetbol y voleibol, con graderías para espectadores y palcos accesibles para acercar sillas de ruedas. Además, tendrá una capacidad para 1500 personas por si se realizan eventos a gran escala y con un techo translúcido que proteja de la radiación y el calor.

En el segundo nivel, sostendrá una pista de atletismo de 200 metros abierta al primer piso, donde será posible correr mientras se observan las actividades del primer nivel o que podría servir como un balcón para espectadores. Allí mismo estarán ubicados una pared de escalada, el gimnasio, una sala de spinning y otra de yoga y/o actividades múltiples.

La idea es que existan vías por las diferentes direcciones cardinales del edificio, incluidos el ingreso oeste por la Facultad de Derecho, hacia el este o el norte (interior del campus) o una posible salida elevada a futuro por el sur, cerca de donde actualmente se encuentra la OEPI, con dirección a la Carretera Interamericana en el sentido San Pedro–San José.

Igualmente, por allí anticipan la creación de un pasillo peatonal que comunicaría la fachada principal del edificio –frente a la entrada universitaria por Derecho– con la OBS. Sería un camino a desnivel entre el complejo y la Biblioteca Demetrio Tinoco que atravesaría también el nuevo Palimpsesto Universitario, construido entre el complejo y la OBS, y que servirá como articulador de ambos lugares al tiempo que evitará bordear la Biblioteca para dirigirse al Instituto Confucio.

Adriana Méndez, arquitecta encargada del proyecto, explicó que “contiguo a la Biblioteca Tinoco, decidimos ubicar la parte deportiva, porque ahí esperamos el flujo de gente que llega a hacer deporte y teníamos la facilidad de conectarlo por ese lado con el nuevo Palimpsesto, que es la intervención que se está haciendo frente a la OBS, que pretende rescatar esa zona y convertirlo en una parte más urbana”.

Adicionalmente, se planteó la iniciativa de convertir el actual parque de dicha biblioteca (frente a la entrada por Derecho) en una plaza, para “generar una relación con lo que es el Paseo Escultórico, que es lo que tenemos al frente y que de verdad se convierta en un ingreso y una cara de la universidad bastante agradable”, con el fin de que armonice con los recientes parasoles agregados a la biblioteca, la cafetería y el paso peatonal.

Para el desarrollo del complejo, se cuenta con un contrato de consultoría de la National Fire Protection Asociation (NFPA) sobre seguridad humana para edificios, que prioriza las salidas y zonas de seguridad como bases del proyecto y a las cuales adecúa los espacios descritos, como el nuevo módulo de parqueos que retendrá los vehículos en la entrada del campus. Además, ofrecerá espacios más saludables para los peatones en el interior.

Manos a la obra

Desde el principio hasta el fin, los impulsores del Complejo de Vida Universitaria deben cumplir con distintas decisiones, etapas y requisitos. Según Henning Jensen, rector de la UCR, el presupuesto “proviene de fondos corrientes de la Institución” y está incluido en el Programa de Inversiones Institucional 2018.

“Al igual que con todos los otros proyectos, la Rectoría hace un análisis de factibilidad y sostenibilidad presupuestaria. En virtud de las medidas de contención del gasto aplicadas en los últimos cuatro años, la UCR se encuentra en una situación financiera sólida y estable. Esto posibilita la asunción de nuevos proyectos y el desarrollo de infraestructura de manera sostenible”.

Sobre la construcción, el rector explicó que “la OEPI realiza los anteproyectos respectivos, una vez se concluyan se establecerá el presupuesto y la definición de los criterios para la licitación. Asimismo, realizó los estudios técnicos previos, dará seguimiento a la empresa adjudicada para realizar los planos constructivos y hará la inspección de las obras.

En esta etapa aún no hay involucramiento formal de otras instancias universitarias. Será fundamental la participación de la Unidad de Salud Ocupacional, Promoción de la Salud, la Escuela de Educación Física y Deportes, Oficina de Servicios Generales, Rectoría, entre otras”, añadió.

Con respecto a la cafetería y la venta de snacks, Gerardo Valverde, Jefe Gestión de Servicios Contratados, aclaró que OEPI lo contactó para analizar la posibilidad de instalar una soda en el lugar. Sin embargo, aún no se ha iniciado la confección de los planos.

Promover la salud

¿Por qué es un complejo de vida universitaria? Porque tiene que ver con la salud de la comunidad. Desde la década de 1950, la UCR muestra un interés por la salud de la comunidad universitaria. Pronto “la gente empezó a darse cuenta de que el simple hecho de tomar una pastilla porque me siento mal no te da una salud integral”, recordó Alejandra Rivero.

A finales de los noventa, el modelo de atención en salud dejó de enfocarse únicamente en la atención médico biologista para incorporar la prevención y, sobre todo, la promoción de la salud, como un primer paso para la salud integral y ocupacional. En ese momento, la institución creó un convenio con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y trabajó con ebais en tres áreas grandes: Curridabat, San Pedro y Tres Ríos.

Para ello, se creó el Sistema de Atención Integral en Salud (SAIS), aprobado por el Consejo Universitario y la OBS, desde entonces su ente director, mientras que su ente rector ha sido el Ministerio de Salud. Estas instituciones le permiten al SAIS “coordinar, ejecutar, balancear y propiciar todo lo que tenga que ver con proyectos, programas, acciones de salud, apegado a la normativa nacional”, afirmó Rivero.

En este marco, nació la iniciativa de la Rectoría de crear el complejo como un espacio de esparcimiento, ejercicio y promoción de la salud, de forma que cada persona sea responsable de su salud mental y física, y se mantenga alejada del sedentarismo.

“El anterior modelo era uno en donde había atención en salud, prevención y promoción. Ahora eso se vuelca y es mucha promoción porque a uno le sirve que la persona no llegue a enfermarse; entonces, los recursos tienen que enseñarle hábitos, estilos de vida, comer bien, hacer ejercicio… el tener un ambiente universitario que proteja los árboles, hacer un corredor biológico. En fin, no es solo este edificio, sino hacia dónde nos estamos encaminando: al concepto del nuevo modelo de salud”, recalcó Rivero.

El arquitecto William Cordero propone distinguir entre la rehabilitación y la promoción para la independencia personal, pues “es un concepto en el que no se ve esto como un centro médico al que la persona llega a tener una terapia, sino que bajo sus mismos medios o recursos, la persona aprende a hacer uso de las instalaciones gracias a la accesibilidad universal”.

“Tiene una serie de actividades que están en pro de la vivencia a lo interno tanto de funcionarios y estudiantes, como de usuarios en general de la Universidad, cosa que se ha logrado muchísimo a través de la Oficina de Servicios Generales (OSG), de la milla y de todos los grandes esfuerzos que se han hecho, que se quieren complementar con un complejo que cumpla con una serie de actividades, más que todo, recreativas”, aseveró.

Estas podrán ser ejecutadas por medio de un diseño que va más allá del cumplimento de la Ley 7600, como lo indica Kevin Cotter: “el reglamento a esta ley regula aspectos básicos del acceso a la infraestructura; en este caso, se quiere un acceso universal a todas las instalaciones deportivas y para eso se ha consultado con personas que conocen de los aspectos relacionados con la práctica de deportes paralímpicos”.

De acuerdo con Henning Jensen, “el proyecto pretende abarcar una amplia gama de intervenciones sociales y ambientales destinadas a beneficiar y proteger la salud y la calidad de vida individual, mediante la prevención de las causas primordiales de los problemas de salud. Nuestra institución no cuenta con un espacio que favorezca, en los hábitos de la comunidad universitaria, la práctica de actividades deportivas y el mejoramiento de las condiciones para vivir y disfrutar de una vida saludable y para mantenerse sanos…”.

Desahogo vehicular

La obra permitirá a la Universidad cumplir con el plan regulador de la Municipalidad de Montes de Oca –que en la zona Rodrigo Facio es cuatro veces más restrictivo que en el plan urbanístico general–, pues habrá una disponibilidad de 700 espacios vehiculares en el módulo de parqueos, lo que también resuelve el faltante establecido por la OSG.

“Por cada 25 metros de área útil (área total del edificio menos las circulaciones y servicios), nosotros tenemos que dar un parqueo; entonces, con lo que hemos construido más lo que estamos proyectando, estamos 600 espacios por debajo. Con el edificio podríamos cumplir con las construcciones nuevas más lo que estamos proyectando para por lo menos 2019 o 2020”, declaró Cotter.

Aunque el edificio contendrá 700 espacios, 100 son descontados de su capacidad, ya que la compensación ambiental convertirá en plazas los actuales parqueos de Ingeniería y Educación.

“La idea también es que la gran cantidad o la concentración de espacios que se puede hacer ahí empiece a liberar otros espacios que el diseño original en Finca 2 tenía con sus edificios modernistas, donde, en lugar de tener parqueos frente al edificio, eventualmente lo que tenían eran plazas y áreas verdes”, agregó el director de la OEPI.

Además, los arquitectos estudiaron el déficit en cuanto a tarjetas de ingreso para vehículos repartidas a la comunidad universitaria. “El déficit estaba en +-30% y con las modificaciones queda en +-2%”, aseguró William Cordero.

Con ello, el arquitecto enfatizó que podrán “liberar muchísimo de la cantidad de carros que van a estar repartidos en Finca 2, y no solo estacionados, sino que el gran movimiento de carros entrando y saliendo lo vamos a detener en un punto específico a la par de Derecho, que es casi que el acceso principal de la universidad”.

Adriana Méndez aclaró que, para la entrada del estacionamiento, aprovecharán “la calle que la Facultad acaba de construir a un lado del edificio, de manera que puedan hacer fila allí mismo (los carros) y no se genere un cuello de botella en la casetilla. Un carril de alivio”.

Antes de definir la ubicación del módulo, que emulará el concepto institucional del nuevo parqueo en Finca 2, su ubicación fue analizada por el Programa de Investigación en Desarrollo Urbano Sostenible (ProDUS). “Lo importante es sacar los carros desde la parte interna o captarlos desde la pura entrada, y que la gente a partir de ese punto camine (a Ingeniería o Educación)”, concluyó Cordero.

Compensación ambiental

Con este proyecto, se pretende reformar tanto el antiguo parqueo de la Facultad de Ingeniería, para convertirlo en un parque que forme un eje urbano con el pretil y el espacio donde se encuentra la fuente de Cupido y el Cisne, como parte del parqueo de la Facultad de Educación, para convertirlo en una zona verde.

De acuerdo con Jensen, “se propone la eliminación del estacionamiento al este de la antigua Facultad de Ingeniería y el de la Facultad de Educación, para convertirlos en zonas verdes que compensen el área que se impermeabilizará con el proyecto. En el caso del parqueo de Educación, este servirá como espacio de uso comunitario y eventual zona de amortiguamiento en el caso de eventos meteorológicos como las inundaciones”.

Estas serán las acciones de compensación ambiental del complejo. Incluso, además de completar el corredor biológico planteado entre las dos reservas de la Finca 1, se propone que el área verde frente a Ingeniería “contribuya a la generación del corredor biológico que plantea la RAP (Red de Áreas Protegidas) entre las dos reservas de la Sede Central”, agregó.

Según el arquitecto Cordero, “las obras están planificadas para no eliminar ni un solo árbol del entorno; además, van a tener conexión física y visual con el Palimpsesto que actualmente ejecuta la OSG” y que lo comunicará con la OBS.

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