Universitarias Familias se oponen a reubicación del edificio

Traslado del CIL levanta molestias en familias

Actuales instalaciones serán usadas para construir la nueva Facultad de Ingeniería.

El pasado 2 de junio, las autoridades de la Vicerrectoría de Acción Social y de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI) presentaron ante padres de familia y docentes del Centro Infantil Laboratorio (CIL) las intenciones de la Universidad de Costa Rica de trasladar al centro educativo de sus instalaciones actuales, pues sobre ellas se construirá el nuevo edificio de Ingeniería.

Según se informó en la reunión, ya está aprobada la licitación para construir la Facultad de Ingeniería y el nuevo CIL –construcción que tomará cerca de dos años–, con la problemática de que aún no se ha encontrado un lugar adecuado para trasladar temporalmente a los 97 niños que son atendidos en el CIL.

Omar Chavarría, de la OEPI, presentó un recuento histórico del planeamiento para la construcción de las nuevas instalaciones y mostró los planos de lo que será la infraestructura; no obstante, los padres se mostraron molestos, pues la actual sede del centro educativo cuenta con amplias zonas verdes, un excelente espacio y la ubicación adecuada para los niños.

En la reunión, los padres manifestaron su preocupación por no haber contado con información suficiente sobre el traslado del CIL e indicaron que ahora sienten que se trata de una decisión abrupta.

Ante este cuestionamiento la vicerrectora de Acción Social, Marjorie Jiménez, y Omar Chavarría responsabilizaron a la anterior directora del CIL, a la Junta Directiva y al vicerrector anterior, Roberto Salom, por no haber brindado la información pertinente.

Con respecto a este tema, la exdirectora Rocío Barquero aseguró que entre el 1 de diciembre de 2014 y el 19 de mayo de 2016 nunca recibió un comunicado oficial escrito de parte de OEPI ni otra instancia universitaria que indicara la elección de un inmueble o fecha determinada para trasladar el centro, por lo que no correspondía oficializar una notificación a los padres.

“Sin embargo, desde la dirección a mi cargo, se trabajó en la búsqueda de espacios idóneos y se emitieron las recomendaciones técnicas en torno al tema del traslado”, explicó Barquero.

De acuerdo con Andrea Molina, madre de dos niños que estudian en el CIL, el tema que más discutieron fue precisamente la reubicación del centro educativo, y aseguró que se sienten engañados, pues para ingresar a un niño se requiere de un trámite de matrícula largo, incluso hay quienes esperan uno o dos años para conseguir campo, y ahora tendrán que correr para ver dónde meten a los menores.

“Hubo una falta grave en la planificación por parte de la OEPI en adjudicar la demolición del CIL y la construcción del edificio de Ingeniería sin tener listo la nueva infraestructura del centro educativo, ni siquiera tienen una opción temporal que reúna las condiciones mínimas para los niños. Además, debido a esta falta de planificación, se expone la Universidad a sanciones económicas por parte de la empresa constructora”, comentó Molina.

El representante de OEPI presentó a los padres la alternativa:  la primera el edificio La Cosecha (antigua sede de la UNED) en Sabanilla; sin embargo, tuvo un gran rechazo, pues no cuenta con áreas verdes ni condiciones para atender a niños pequeños. Como segunda opción planteó una instalación ubicada en Los Yoses sureste, que también fue cuestionada, pues ninguno de los dos cumple con las condiciones básicas.

Por su parte, la vicerrectora Jiménez prometió analizar las observaciones planteadas por los padres, pero las familias exigieron ser involucradas directamente en todas las gestiones que se realicen; además, solicitaron el compromiso de las autoridades para que el CIL no sea trasladado antes de diciembre de este año, lo cual pone en aprietos a la Vicerrectoría y a OEPI, en vista de que hace dos semanas se dio la licitación a la empresa que construirá el edificio de Ingeniería.

“Los padres creemos que la destitución de la directora se debe no solo a las irregularidades con el nombramiento de la hija del rector como psicóloga del CIL, sino sobre todo al hecho de que doña Rocío se mantuvo firme y se negó a aceptar el traslado temporal del Centro a varios lugares propuestos por la OEPI que no reunían las condiciones necesarias y que hasta uno de ellos fue rechazado por el Ministerio de Salud”, agregó Molina.

Por su parte, Óscar Vargas, miembro de la Junta Directiva del CIL y de la Asociación de Padres, expresó su preocupación por la destitución de la directora del centro educativo, cuando en su criterio hacía un buen papel, situación que deja a la institución sin dirección permanente.

“Es evidente que el CIL requiere orden, de una persona que la dirija adecuadamente, nos vienen a decir que van a construir el nuevo edificio, que nos tenemos que trasladar, pero, además, que aún no hay un lugar indicado para hacerlo. No hay nada nuevo y no estamos dispuestos a que vengan a sembrar el desorden y la preocupación en los niños, padres y docentes hasta que se consiga el lugar provisional adecuado”, concluyó Vargas.

El CIL es un centro educativo experimental que le cobra a los padres una mensualidad y donde media la firma de un contrato anual con las disposiciones para cada una de las partes; por ello, los padres no están anuentes a que se haga el traslado antes de diciembre de este año para mantener la estabilidad de los niños.

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