Luego de que desde la Rectoría se suspendiera el proceso de construcción de un nuevo acuerdo –alegando el vencimiento de la junta directiva del sindicato-, ambas partes reconocen necesidad de reanudar el trabajo.
La suspensión por parte de la Rectoría de las negociaciones entre las autoridades universitarias y el Sindicato de Empleados de la UCR (Sindeu) sobre la convención colectiva, generó un clima de tensión que poco a poco se calma en vista de la cercanía del 2 de setiembre, fecha en que vence la prórroga de la actual convención.
“Es delicado, porque se pudo haber producido un caos político”, expresó Rosemary Gómez, secretaria general del Sindicato de Empleados de la UCR (Sindeu). Sin embargo, reconoció que “el Rector abrió espacio para el diálogo”.
Carlos Araya, vicerrector de Administración, subrayó que “el asunto no está paralizado, no es que desconozcamos la autoridad del Sindeu” y como prueba de ello informó que la semana entre el 10 y el 14 de julio se sostuvieron dos reuniones entre miembros de la junta directiva del Sindicato y el rector Henning Jensen sobre “temas generales” y que, además, para el martes 18 se programó otra reunión para tratar la metodología de la negociación pendiente.
SUSPENSIÓN UNILATERAL
El pasado 7 de julio, mediante un comunicado, la Rectoría informó a la comunidad universitaria que las rondas de negociaciones para definir una nueva convención colectiva “quedaron suspendidas” desde el día 5 y “hasta tanto la junta directiva del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Costa Rica (Sindeu) no esté nombrada de forma oficial ante el Departamento de Organizaciones Sociales” del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
Según la Rectoría, ello obedece a que el nombramiento de la junta directiva central del Sindeu “quedó vencido desde el pasado 30 de junio” y que “aún está en fase de análisis” la documentación aportada por el Sindicato a ese Departamento del MTSS sobre una asamblea extraordinaria del Sindicato celebrada el 9 de marzo y que acordó la reelección de esa junta directiva.
El comunicado de Rectoría cita el oficio R-4722-2017, fechado el 5 de julio, y en el cual la rectora a.í. Marjorie Jiménez le comunicó esa consideración a la secretaria general del Sindeu, Rosemary Gómez. Añade que la negociación reiniciará “cuando se acredite que el Sindicato cuenta con una Junta Directiva conformada según sus estatutos” y registrada ante el MTSS.
Gómez confirmó que el periodo de vigencia de la junta directiva termina normalmente el 30 de junio y la nueva junta se reúne cada 1º de julio. Mientras se hace la transición, la personería jurídica del sindicato mantiene su certificación y validez legal con la junta directiva saliente, la cual mantiene vigentes todos sus derechos y obligaciones.
Gómez no ocultó su sorpresa, pues según dijo, esta es la primera vez que la Rectoría toma tal posición, desde la fundación del sindicato.
El vicerrector Araya explicó que la posición adoptada por la Rectoría se trata de “un tema de legalidad, es como que se le venza la cédula, sigue siendo ciudadano con todos los derechos pero con la cédula vencida va a hacer una gestión legal y ¿puede hacerla?”
Araya recordó que cuando se acordó prorrogar la vigencia de la convención colectiva actual, “uno de los argumentos del Sindicato era que había que convocar a elecciones porque a la junta directiva se le vencía el plazo el 30 de junio”.
“Ahora alegan que la prórroga de vigencia de esta junta directiva se acordó el 9 de marzo en una sesión extraordinaria; todo eso es lo que esperamos que el Ministerio de Trabajo defina, si efectivamente es una sesión extraordinaria donde se puede prorrogar el nombramiento de una junta directiva o es una elección, como se había acostumbrado antes. Es un tema sindical y le debería preocupar a los afiliados al sindicato”, apuntó.
Mientras tanto, desde el MTSS se informó que está a la espera de “una documentación” que el Sindeu debe aportar todavía y que luego de recibirla puede tardar un par de días en resolver.
Sobre ese particular, Gómez afirmó que el MTSS siempre pide información adicional que considera necesaria, “detalles como la convocatoria, o si entregamos los informes de gestión en las asambleas”. Indicó que espera que esta misma semana el asunto quede resuelto.
HABILITACIÓN DE LA JUNTA DIRECTIVA
El Sindeu reaccionó con un comunicado a la comunidad universitaria el día 11 de julio, en el que denunció la “suspensión unilateral” de las negociaciones por parte de la Rectoría como “un paso en la dirección incorrecta”.
En ese texto, el Sindicato recordó que precisamente en vista de que el nombramiento de la junta directiva vencía el 30 de junio, el 9 de marzo en asamblea general se acordó reelegirla, lo cual fue ratificado en otra asamblea general celebrada el 15 de junio.
Tras apuntar que esa acción unilateral “pone en entredicho la buena voluntad de las autoridades universitarias”, el Sindeu denunció que recibió notificaciones de negación de permisos sindicales a integrantes de la junta directiva: “estamos viendo en curso una campaña que pareciera busca descabezar al sindicato, algo inusitado en la historia de nuestra Universidad”.
El Sindicato envió el 12 de julio un oficio al rector Henning Jensen, en el cual se cita un documento de la Dirección de Asuntos Jurídicos del MTSS -específicamente la DAJ-AE-143-16-, cuyas consideraciones implican que la junta directiva del Sindicato se encuentra vigente.
Concretamente, ese documento especifica que “los miembros de la junta directiva anterior continuarán con la representación del Sindicato, hasta que el acuerdo efectuado en Asamblea sea debidamente inscrito en el Departamento de Organizaciones Sociales” del MTSS.
Ese criterio indica que el estatus legal de quienes integran la Junta Directiva “se mantiene, con pleno ejercicio de sus funciones y derechos, durante el periodo posterior a la Asamblea en la que se eligen los nuevos miembros y hasta la inscripción efectiva” de los nuevos nombramientos.
Así, el Sindeu puntualizó que su junta directiva está vigente aun cuando el MTSS está en proceso de acreditarla y solicitó que se autoricen todos los permisos de tiempo sindical para quienes integran la junta.
Al preguntársele al vicerrector Araya por el oficio del Departamento de Jurídicos del MTSS -que valida la vigencia de una junta directiva saliente mientras se certifica la legalidad de la entrante-, informó que el documento está siendo analizado por la Oficina Jurídica de la Universidad.
SUSPENSIÓN DE PERMISOS
Sobre la suspensión de los permisos de tiempo sindical denunciado en el comunicado del Sindeu, UNIVERSIDAD obtuvo copia de los oficios de la Rectoría R-4577-2017, del 3 de julio;
R-4729-2017, del 6 de julio y R-4730-2017 de esa misma fecha.
En ellos se condicionaron respectivamente los permisos de los tiempos a la junta directiva, así como de participación en un consejo organizativo el 14 de julio y una asamblea general el 19 de julio, aduciendo que el visto bueno “queda pendiente hasta que recibamos, por parte del Sindeu, el documento de acreditación de la Junta Directiva”.
Gómez apuntó que ello “generó todo un caos e inestabilidad” y que “lo que demostró es desconocimiento del procedimiento de la personería jurídica”.
Araya enfatizó que “lo que hemos hablado es que no se van a negar permisos” y que se le solicitó al Sindicato que informe a la Rectoría de los casos que se presenten “para conversar con esas unidades”.
De hecho, el viernes 14 de julio, el rector Jensen emitió el oficio R-4977-2017 en el que se concedió el permiso necesario para realizar la mencionada asamblea general del Sindeu el miércoles 19 de julio.
El tiempo apremia
En febrero se acordó prorrogar la vigencia de la convención colectiva hasta el próximo 2 de setiembre.
La breve suspensión de las negociaciones se dio cuando se trabajan temas de media complejidad según la metodología acordada por la Comisión Negociadora Bipartita.
Sin embargo, en el mes y medio que queda, de no acordarse otra prórroga, Sindicato y autoridades deberán resolver los temas más álgidos de la discusión, como la propuesta de la administración de eliminar la junta de relaciones laborales.
