Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica (Sindeu), encabezados por la secretaria general Rosemary Gómez, se apersonaron a la Rectoría este martes antes del mediodía, para exigir una nueva prórroga en la negociación de la convención colectiva.
La decisión de exigir una respuesta en las mismas oficinas de Rectoría y esperar a ser atendidos por el rector Henning Jensen o por el vicerrector administrativo, Carlos Araya, se tomó en la Asamblea celebrada desde las 9 de la mañana.
El Sindeu exige que el debate se extienda hasta el 1° de junio de 2018, luego de recibir un ultimátum de parte de la administración, que se ejecutaría el próximo 2 de diciembre.
“Unilateralmente el rector dice que solo tenemos dos semanas más.
Eso significaría que la Universidad eliminaría la convención colectiva. Nos quieren tratar como una maquila”, comentó Rosemary Gómez, secretaria general del Sindeu. La convención colectiva fue denunciada por la Rectoría hace exactamente un año.
Un mes después se abrió la mesa de negociación. Luego, el 2 de marzo pasado se otorgó una prórroga de seis meses. Ante la imposibilidad de abordar todos los temas, el Sindeu pidió tres meses más, que concluyen el próximo 2 de diciembre.
Por falta de tiempo, el Sindeu solicitó otra prórroga de tres meses, sin embargo, un acuerdo tomado hoy por la Asamblea, elevó esa solicitud a seis meses. La Rectoría se negó a dar esta prórroga, alegando que los representantes de Sindeu han mostrado una actitud negativa para negociar.
“La posición de la dirigencia del Sindeu está orientada a no aprovechar el tiempo de negociación. Primero pedían tres meses de prórroga, ahora son seis y ya vamos a cumplir un año desde que iniciaron las negociaciones. No podemos prorrogar eternamente”, dijo Carlos Araya, vicerrector de Administración.
Las principales discrepancias entre el Sindeu y la Rectoría abarcan los temas de tiempos sindicales y sobre la conformación de las Juntas de Relaciones Laborales.
Actualmente, en caso de que un jefe despida sin responsabilidad laboral a un subalterno, este último puede acudir a la Junta de Relaciones Laborales, una comisión compuesta por tres miembros de la administración y otros tres del sindicato. La propuesta de la administración pretende eliminar a esos tres miembros del sindicato, alegando que “no pueden ser juez y parte”.
En cambio, la Rectoría propone la creación de un tribunal universitario, nombrado por el Consejo universitario. Otra de las principales diferencias entre las partes radica en las anualidades.
El Sindeu se opone a la propuesta de anualidad escalonada. Miembros de Sindeu, encabezados por la secretaria general Rosemary Gómez, exigieron una nueva prórroga, a las afueras de la Rectoría.
Consiste en mantener una anualidad de 5,5% en los primeros cuatro años de servicio, mientras que para el quinto y sexto año sea de 4%; posteriormente que baje hasta llegar a 3% a partir del sétimo año.
En lo que se refiere a vacaciones, la Rectoría propuso que el personal docente goce de 30 días hábiles al año, mientras que los administrativos tengan 16 días cada año durante los primeros cinco años de servicio, del sexto al octavo año sube a 23 días de vacaciones y los funcionarios con ocho o más años de laborar para la Universidad, con 30 días.
El sindicato se opone al sistema escalonado de vacaciones y busca agregar unos 10 días más para vacaciones profilácticas, así como otros cinco días en diciembre, lo que sumaría unos 45 días en total. De acuerdo con Araya, en caso de que no se llegue a un acuerdo en el resto de artículos, la administración procederá a ser incluido vía reglamento o resoluciones.
“Nadie va a percibir una sola diferencia el 3 de diciembre con respecto a lo que se ha negociado”, dijo Araya, ante el temor del Sindeu de una posible eliminación de la convención colectiva.
El vicerrector destacó que en la negociación se lograron avances como la inclusión de una licencia de paternidad por dos semanas, con el fin de que los hombres puedan participar en los primeros días de cuido de sus hijos.
Además, resaltó la extensión de 20 días más al permiso de maternidad y el reconocimiento de derechos a parejas del mismo sexo.
Al Sindeu le restan dos semanas para volver a la mesa de negociación y llegar a acuerdos en los puntos donde todavía hay discrepancias.
