La competencia se realizará en Italia del 2 al 4 de diciembre, donde se competirá contra Japón, Estados Unidos, Alemania, Italia y México.
El diseño de un satélite capaz de monitorear la afloración de marea roja en las costas centroamericanas será el encargado de representar a Costa Rica en el concurso internacional Mission Idea Contest.
El proyecto es el resultado del trabajo de ocho estudiantes pertenecientes al Grupo de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Costa Rica (UCR), quienes vieron la necesidad de crear algún tipo de solución ante la afloración de marea roja (tanto en la costa Pacífica como del Caribe) y cumplir a la vez con una de las 17 metas del Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El proyecto consiste entonces en el diseño de un pequeño satélite que permite monitorear la afloración de marea roja en toda la costa centroamericana, para así alertar a las autoridades correspondientes.
“Nosotros detectamos alguna afloración, algún cambio de temperatura en el mar o un cambio de coloración; uno puede obtener las imágenes y enviarlas a las autoridades correspondientes que pueden emitir una alerta para que la población sepa que no se puede, por ejemplo, consumir pescado o que, en la medida de lo posible, no se puede estar en esas playas donde está la marea roja”, explicó Mariela Rojas, profesora de Ingeniería Mecánica de la UCR y coordinadora de este proyecto.
La marea roja es un fenómeno natural que consiste en un incremento excesivo de ciertos tipos de microalgas, las cuales consiguen teñir el agua con los pigmentos que poseen. Esta marea es tóxica si se ingieren los peces o moluscos contaminados, y también puede provocar asma e irritación en los ojos y la piel por causa del viento que transporta estas afloraciones. Es un fenómeno que causa problemas económicos, ecológicos y sociales.
De acuerdo con Rojas “la idea es que mediante este satélite nosotros podamos monitorear la afloración, no solo en Costa Rica sino en toda la costa de Centroamérica, y podamos emitir una alerta para que se le pueda dar el seguimiento correspondiente”.
Finalistas
El Mission Idea Contest es un concurso diseñado para la exploración espacial, enfocado especialmente en el desarrollo de micro y nanosatélites. La idea de este concurso es propiciar que ingenieros aeroespaciales, estudiantes universitarios, consultores y cualquier persona interesada en el espacio puedan tener la oportunidad de exponer sus ideas y ganar atención internacional.
El concurso cuenta con varias fases. Primero se hace una selección de los proyectos que van a competir a nivel regional, de ahí se selecciona uno que va a competir a nivel mundial, y de esta última competencia se saca el ganador que obtiene el derecho de participar en la conferencia mundial, a realizarse en el 2018, que se hace una vez cada dos años únicamente.
De entre más de 200 proyectos enviados para participar a nivel regional, el equipo compuesto por los estudiantes costarricenses: Thamara Montero Montoya, Francisco Segura Hernández, Olman Quirós Jiménez, José Ricardo Campos Mora, Robinson Céspedes Ulate, Francisco Salazar López, Stephanie Rodríguez Vargas y Gustavo Fonseca Naranjo, junto con la profesora Mariela Rojas Quesada, fue escogido para representar a Costa Rica en México y competir contra otros cinco proyectos regionales.
El equipo viajó en la primera semana de octubre y resultó el ganador en primer lugar, por lo que clasificó a la final en Italia y se convirtió oficialmente en la representación no solo costarricense, sino latinoamericana.
“La experiencia en México fue muy bonita, para la mayoría de los estudiantes era la primera vez que participaba en una conferencia internacional, entonces para ellos fue muy enriquecedor. Se aprendió bastante y los motivó muchísimo”, expresó Rojas.
El equipo a cargo del diseño de este satélite viajará ahora a Italia, del 2 al 4 de diciembre, donde competirá con proyectos de Japón, Estados Unidos, Alemania, Italia y un campo extra que abrieron para México.
“Es bonito saber que al final la cantidad de esfuerzo que le pusimos tuvo sus frutos, porque llegar hasta Italia, y en mi caso estar en segundo año de carrera y ya haber participado en una competencia internacional, es realmente gratificante. También le abre a uno la mente de todas las posibilidades que tiene si realmente se esfuerza”, comentó Thamara Montero, miembro del equipo.
Hacer realidad este satélite es un proyecto bastante caro (entre $300 mil y $400 mil), por lo que ser parte de esta competencia genera la visibilización para que entidades relacionadas al tema se interesen y quieran contribuir con su financiamiento.
Según Mariela Rojas, varias universidades de Estados Unidos e incluso la NASA han mostrado interés en el satélite y manifestado que les gustaría hacerlo realidad en un futuro, aunque a ellos particularmente les gustaría que se realizara en el país.
“Obviamente a nosotros nos gustaría que fuese un proyecto costarricense, que lo financiase ya sea el Gobierno o la Universidad, pero por ahora no tenemos ninguna propuesta de entidades costarricenses más que de entidades extranjeras” indicó.
Grupo de Ingeniería Aeroespacial UCR
Costa Rica, en general, no tiene mucha experiencia en satélites. El Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) se encuentra actualmente desarrollando uno (el Irazú), pero fuera de ese proyecto no existe mayor desarrollo, ya que en ninguna de las universidades se brinda alguna carrera de Ingeniería Aeroespacial o en satélites.
Este fue el vacío que observaron cuatro profesores de la Universidad de Costa Rica (Mariela Rojas Quesada, Alejandra Sánchez Calvo, Luis Rapso Brenes y Leonora De Lemos Medina), quienes decidieron abrir un grupo de Ingeniería Aeroespacial para todos aquellos estudiantes que sintieran pasión por este tema y quisieran trabajar en proyectos afines.
El grupo tiene tres años de existir y acepta a estudiantes de cualquier carrera de la UCR (especialmente de las diferentes ingenierías, Física y Química), pero también abre espacio para estudiantes del TEC que estén verdaderamente interesados.
Para ingresar se debe asistir a la inducción que se realiza cada tres meses y ser una persona responsable y comprometida con el grupo, asistir a las reuniones y capacitaciones que se hacen.
El grupo tiene tres líneas de trabajo: satélites, cohetes y una línea nueva denominada CanSat, que son satélites muy pequeños, del tamaño de una lata de refresco aproximadamente.
Aparte de este tipo de proyectos, el grupo realiza también capacitaciones al público general en diferentes comunidades, sobretodo escuelas y colegios, para que de esta forma vaya creciendo cada vez más el interés por la ingeniería aeroespacial.
De acuerdo con la profesora Rojas, este espacio es muy importante para los estudiantes universitarios porque realmente están estudiando y aprendiendo ingeniería de alto nivel en años básicos de la Universidad.
“La mayoría están en tercer año de carrera de Ingeniería Eléctrica o Mecánica, y ya están participando en proyectos de Ingeniería aeroespacial de muy alto nivel, y la prueba de eso es que este es el primer proyecto que desarrollamos (el satélite) y de una vez somos finalistas. Esto quiere decir que el potencial de los estudiantes es mucho, solo que aquí no hay dónde explotarlo”.
Proyectos como el de este satélite incentiva a los estudiantes, los motiva y les da la oportunidad de observar que hay posibilidades a nivel internacional, que Costa Rica tiene un gran potencial y que lo que hace falta a veces nada más es ganas de trabajar y disposición.
“Este tipo de proyectos viene a demostrar que sí podemos hacer cosas muy importantes y muy grandes, que Costa Rica tiene el potencial y que ellos como estudiantes pueden hacerlo”, concluyó Rojas.
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El proyecto del satélite fue diseñado por ocho estudiantes de las carreras de Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Mecánica de la UCR.
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Este proyecto fue escogido primero entre más de 200 propuestas, y luego resultó ganador de la etapa regional, cuando obtuvo un puesto para representar a Latinoamérica en la final a celebrarse en Italia.
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