Por primera vez en Centroamérica, la red internacional Waterlat-Gobacit reúne en el país a investigadores, docentes, instituciones públicas y organizaciones sociales involucradas con el tema del agua como derecho universal.
La Universidad Estatal a Distancia (UNED), en su sede de Barrio Dent, será la encargada de acoger la octava edición del evento durante los días del 3 al 7 de abril.
Waterlat-Gobacit es una red de docencia, investigación e intervención inter y transdisciplinaria abocada al tema de la política y la gestión democrática del agua que agrupa a representantes de diversos países de América Latina y el mundo.
El Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (Cicde) de la UNED es la entidad que ha asumido la coordinación general de la reunión.
“(El evento) es un gran espacio para debatir sobre el tema del agua: sobre el peligro de su mercantilización y privatización; sobre el derecho al agua como un derecho universal equitativo”, afirmó Luis Paulino Vargas, director del Cicde.
A la actividad asistirán representantes de organizaciones sociales, universidades públicas, del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), así como de los Sistemas Comunales (Asadas), entre otros.
Vargas agregó que la actividad cuenta “con un énfasis propositivo en la generación de políticas que promuevan un acceso equitativo al agua”.
Por su parte, Esteban Castro, coordinador de Waterlat-Gobacit, recalcó que estos encuentros buscan diferenciarse de las reuniones de la academia, como congresos o seminarios.
“Nuestras reuniones tienen el objetivo de generar productos concretos: proyectos de investigación, redes de trabajo sobre temas específicos (…). Que la reunión nos genere la oportunidad de seguir trabajando juntos”, dijo.
La reunión contará con mesas redondas de discusión durante las mañanas en el teatro Eugene O’Neill. Posteriormente, en las tardes habrá sesiones de trabajo en el Cicde, para luego culminar con plenarias en las noches.
Paralelamente habrá talleres, conversatorios, presentaciones de videos y de libros y actividades artísticas. Finalmente, el día viernes habrá un encuentro con organizaciones sociales y comunales de todo el país.
Según el director del Cicde, al menos 200 personas están invitadas a la reunión, que servirá de “espacio de discusión de alto nivel académico, pero comprometido con la lucha de las comunidades”. Además, es una oportunidad para investigadores y activistas nacionales de dialogar y compartir experiencias con sus contrapartes en América Latina.
La próxima reunión de la red se realizará en setiembre de 2018 en Sevilla, España.
Avances con desigualdad y violencia
El panorama del acceso al agua en la región latinoamericana ha visto avances importantes, pero no han sido equitativos, pues, según los propios informes de Naciones Unidas, se ha beneficiado a los sectores medios y ricos.
“Once países de América Latina no lograron la meta de reducir a la mitad la proporción de la población que no tiene acceso al agua limpia”, afirmó el coordinador de la red, haciendo referencia a los objetivos del milenio establecidos en el año 2000, que fueron evaluados en 2015.
Sin embargo, Castro afirmó que ha habido mejoras. Resaltó, por ejemplo, el caso de Brasil, donde durante el gobierno del expresidente Lula Da Silva se lograron avances importantes pero insuficientes.
Asimismo, el tema de la violencia juega un papel importante como obstáculo para alcanzar un pleno derecho al agua.
“Hay violencia que se ejerce sobre las poblaciones con relación a la política y la gestión del agua. Una violencia que se ejerce expulsando poblaciones, negándoles el derecho al agua”, denunció Castro, quien agregó que “hay matanzas sistemáticas de personas que simplemente quieren defender el río, el lago”.
En Costa Rica, si bien no se ha alcanzado aún la universalización del agua potable, cerca del 97% de la población cuenta con cobertura del líquido vital, según datos del AyA.
No obstante, para Vargas el tema del agua en nuestro país es un factor creciente de conflictos, pues existen grandes presiones hacia la privatización y formas de explotación productiva, como la piña, que ponen en peligro la preservación del agua.
Es por esto que la reunión busca contribuir a que haya una toma de conciencia sobre la protección de las poblaciones y exigir políticas públicas claras y una actuación firme por parte de instituciones del Estado.
