Universitarias

Regla fiscal impacta el presupuesto de becas: no le permite crecer y por eso se eliminan los beneficios extraordinarios

Los beneficios de conectividad y el aumento en gastos de carrera y alimentación eran beneficios extraordinarios que se propusieron como una forma de ayudar a los estudiantes durante la crisis económica producida por la pandemia de COVID-19. 

El pasado 14 de abril, los jerarcas de la Universidad de Costa Rica (UCR) anunciaron que se eliminarían los beneficios complementarios extraordinarios que implementó la institución en el 2020 para ayudar a estudiantes con beca 4 y 5, becas de mayor categoría, a enfrentar la crisis económica que atraviesa el país.

El motivo es la aplicación de la regla fiscal, la cual impide que haya un aumento significativo del presupuesto universitario en gasto corriente. Además, hubo un incremento en la solicitud de becas, tanto de estudiantes de primer ingreso, como de estudiantes que solicitaron un cambio en la categoría de beca.

Los beneficios extraordinarios eliminados consistían en ₡15 000 por conectividad, con el fin de que los estudiantes pudiesen pagar el internet y asistir a las clases virtuales. Así como un aumento del 15% por gastos de carrera y un 30% en alimentación.

Estos rubros eliminados no forman parte del reglamento de becas, sino que se otorgaron de manera extraordinaria y utilizando el presupuesto reservado para el beneficio de transporte, que no se estaba dando por el contexto de virtualidad, entre otros.

Para el 2021 se estableció que el presupuesto del gasto corriente no debía de aumentar más de un 4,13%, partiendo del presupuesto del año anterior (2020).  Mientras que para el 2022, el límite será de un 1,96%, lo que limita incluso más el aumento del presupuesto universitario.

Estas tasas de crecimiento tan bajas son lo que llevaron a las autoridades a eliminar los beneficios extraordinarios para el 2021, en busca de que se puedan seguir financiando los gastos corrientes, tanto este como el siguiente año.

La regla fiscal es una herramienta que ayuda a asegurarse de que la relación entre la deuda total del gobierno central y el producto interno bruto (PIB) se mantenga dentro de límites sostenibles para la economía del país. Para ello, limita la tasa de crecimiento del gasto corriente de las entidades y órganos del sector público no financiero, sector al que pertenece la UCR.

Más becas y beneficios

Tanto las becas, como los salarios, la adquisición de bienes y servicios, entre otros, forman parte del gasto corriente. Es por ello que el presupuesto para las becas socioeconómicas de la Universidad se ve limitado por esta normativa.

Otro de los motivos por los que se recortan estos rubros es el aumento en la solicitud de becas. En el presente año, la cobertura de becas aumentó en un 57%.

De los 9 511 estudiantes de nuevo ingreso, el 62% solicitó beca. Igualmente, hubo un incremento en la demanda de becas de mayor categoría, 907 estudiantes pidieron que se les asignara beca 4 o 5.

En total, hay 28 789 estudiantes becados en la institución, de estos, 20 699 tienen categoría de beca 4 o 5, quienes son los que se van a ver perjudicados por los cambios.

“Dejar de percibir montos en becas nunca es una buena noticia para el estudiantado. La forma en que se informó generó más dudas y no aclaró la situación”, Catalina Chaves

Sobre esto, María José Cascante, Vicerrectora de Vida Estudiantil, aclaró que estos cambios no implican ningún recorte al sistema de becas, “al sistema de becas no se le ha hecho ningún rebajo, lo que no se encuentra en el presupuesto son fondos suficientes para cubrir los rubros extraordinarios”, comentó al respecto.

Cascante mencionó que los beneficios que asignó la administración anterior, no contaron con un estudio técnico ni con un monto presupuestario para el 2021, por lo que, para mantener la sostenibilidad presupuestaria del sistema y poder cubrir a la mayor cantidad posible de estudiantes, se eliminaron los beneficios extraordinarios.

Desde el año anterior, la UCR tomó previsiones para asegurar la conectividad de sus estudiantes, como el préstamo de tabletas a estudiantes y el pago de chips del Internet de las mismas.

Además, se asignó un monto de reubicación geográfica por conectividad, es decir, si un estudiante no tiene Internet en su casa, puede trasladarse a un lugar donde sí tenga este acceso. Por último, al tener cursos con modalidad presencial este 2021, se reactivó el sistema de residencias universitarias, que también viene a suplir esta necesidad.

También se está optando por la reapertura de espacios dentro en todas las sedes y recintos, como sodas y bibliotecas, para que los estudiantes con problemas de conectividad puedan acudir a ellos cuando así lo requieran. Asimismo, se da la reactivación de líneas de buses, para que los estudiantes se puedan trasladar.

Ante esta situación, tanto la Federación de Estudiantes de la UCR (FEUCR), como los jerarcas de la Universidad están trabajando de diversas formas para abordar las necesidades de los estudiantes becados.

Entre estas posibles soluciones, se sugirió la realización de un censo, para identificar casos especiales dentro de la población becada. Además de la creación de un fondo solidario de parte de los funcionarios, la “adopción” de una estudiante para apoyarlo en conectividad, y la creación de un fondo solidario a partir del presupuesto de la FEUCR.

“Dejar de percibir montos en becas nunca es una buena noticia para el estudiantado. La forma en que se informó generó más dudas y no aclaró la situación”, comentó Catalina Chaves, presidenta de la FEUCR, sobre la situación, y fue enfática al señalar que las propuestas son solo ideas, pero que ellos esperan que se realicen acciones que le den solución real al problema.

 

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