Si un título o grado universitario obtenido en un país extranjero tiene “carencias o diferencias formativas” con respecto a los planes de estudio de las universidades costarricenses, entonces, podría equipararse con un plan remedial, como una prueba de aptitud o una práctica profesional.
Esto es lo que propone el proyecto de ley de Reconocimiento y Equiparación de Títulos y Grados Universitarios otorgados por Instituciones Extranjeras de Educación Superior (23.744), anunciado por el Ejecutivo y presentado por diputados de diferentes fracciones.
“Queda muy abierto a cualquier cosa, es como un lavado de títulos, en cierta forma. Es decir, que si el título allá no reúne las características de calidad que tendría el título en Costa Rica, pues lo ponemos a llevar cualquier cosa para equipararlo”, manifestó al respecto el rector de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Rodrigo Arias.
“Queda muy abierto a cualquier cosa, es como un lavado de títulos”, Rodrigo Arias, rector de la UNED
Además, el rector advirtió que, de aprobarse la iniciativa, “se puede convertir en una fuente de negocio para algunas instituciones, sobre todo las que no son públicas y ahí, pues cualquier cosa cabría porque se está dando la posibilidad de que todas las universidades lo reconozcan”.
El proyecto de ley 23.744 también pretende que el proceso de reconocimiento y equiparación de títulos obtenidos en el exterior sea asumido por el Ministerio de Educación Pública (MEP), donde también podrían tener intervención las universidades privadas y públicas.
Actualmente, este procedimiento es competencia de las cinco universidades estatales, según la ley de creación de cada una de ellas. El trámite inicia en el Consejo Nacional de Rectores (Conare), donde se verifica el cumplimiento de los requisitos.
Más carga al MEP
La iniciativa de ley generaría más trabajo para el MEP, en momentos en que el país atraviesa una crisis en materia educativa: “Tiene enormes desafíos que atender, como para que quiera entrometerse en un campo que no le corresponde directamente y para el cual no tiene competencias”, manifestó el rector de la UNED.
Tanto Arias como el presidente del Conare y rector de la Universidad Técnica Nacional (UTN), Emmanuel González, coincidieron en que el ministerio de no tiene la capacidad de asumir la tarea: “El MEP no lo puede hacer, porque el MEP no imparte carreras universitarias”, dijo González.
Para el presidente del Conare, esta es una violación a la autonomía universitaria: “Seguimos en la misma lógica; hay una sistematización programada, sistémica y ordenada para desestabilizar a las universidades costarricenses”.
El rector de la UNED agregó que el proyecto “tiene imprecisiones”, pero que ello “es parte de lo que este gobierno nos ha acostumbrado”.
“El problema es que el MEP meta mano en algo que está más relacionado con las universidades y que a lo largo del tiempo ha dado confianza y credibilidad a la sociedad costarricense, en cuanto a la validez de los títulos en el extranjero que se equiparan o se reconocen en nuestro país. Mete en un campo político en algo que no debería ser político. No debería ser propio de un órgano político como el MEP, donde entonces uno puede perder confianza en cómo se van a llevar adelante esos procesos”, apuntaló el académico.
Arias también recordó que “hay todo tipo de títulos en el mundo”, por lo que se debe tener cuidado: “Se quiere simplificar en exceso, se quiere hacer poco riguroso y puede dar al traste con la calidad de toda nuestra educación superior, pública y privada”.
El rector indicó que las universidades ya trabajan en una iniciativa para revisar y mejorar el proceso, pero que “no es adecuado” que el MEP asuma esta tarea, “ni conveniente” para el país, teniendo en cuenta que el ministerio tendría que armar toda una estructura organizativa, en tiempos de limitaciones económicas, “donde el presupuesto para educación se ha venido disminuyendo”.
¿Cómo funciona actualmente?
Al realizar el anuncio del proyecto, la ministra de Educación, Anna Katharina Müller, manifestó, sobre el proceso de reconocimiento y equiparación de títulos, que “el trámite hasta ahora realmente es innecesariamente complicado, se cobra caro y puede tardar años”.
No obstante, la encargada de la Oficina de Reconocimiento y Equiparación de Grados y Títulos (ORE) del Conare, María Hernández, indicó lo contrario: “Es un trámite bastante sencillo si la persona trae todos sus documentos”.
Hernández explicó que el proceso consta de dos etapas. La primera es un trámite administrativo en la ORE, donde los interesados se registran en línea y solicitan la cita para presentar los documentos. En el mismo sitio web se puede encontrar todos los requisitos e instrucciones del proceso.
En la cita se verifican los documentos y la información aportada y, si todo está en orden, en ese mismo momento, se autoriza el pago para que el expediente sea conocido por la comisión de reconocimiento, que se reúne todos los martes. Si es aprobado, el expediente se envía a la universidad estatal donde el solicitante prefiera que sea revisado, donde inicia la segunda etapa, con los procedimientos internos de cada centro de estudios.
El primer proceso en la ORE dura entre ocho y diez días, y el segundo depende de los reglamentos de cada Universidad. En 2022, se tramitaron 583 expedientes, de los cuales 469 fueron procesados por la Universidad de Costa Rica (UCR), 68 por la Universidad Nacional (UNA), 25 por el Tecnológico de Costa Rica (TEC), 15 por la UNED y 6 por la UTN.
El costo por el proceso es de ₡104 mil para nacionales y ₡208 mil para extranjeros; montos que no han variado desde 2014. Hernández manifestó que en la ORE no recibieron ninguna consulta para elaborar el texto base del proyecto de ley.
