El gran trabajo que realiza Programa Integral para el Adulto Mayor (PIAM) de la Universidad de Costa Rica (UCR) con cursos específicos para esta población le valió el reconocimiento con el Premio Aportes para el Mejoramiento de la Calidad de Vida en la categoría de entidad pública, otorgado el 17 de noviembre.
Desde hace 30 años, este programa de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la UCR ofrece alrededor de 223 cursos clasificados en seis áreas: movimiento humano, estilos de vida saludable, conocimientos generales, artesanías y manualidades, idiomas y tecnologías de la información.
Además, el programa ofrece actividades para aquellos estudiantes que quieren ir más allá de los cursos, como un coro, el grupo de baile folclórico “Al Son de la Vida” y un grupo de teatro alternativo.
En la misma línea, algunos estudiantes del PIAM realizan en sus horas extras un programa radial llamado “La Rocola”, el cual se transmite todos los martes -de 11 a.m. a 12 mediodía- por la radio 870 AM de la Universidad de Costa Rica.
Sin embargo, no toda la currícula educativa del PIAM es ofertada por los funcionarios del programa. Algunos profesores regulares de la Universidad abren las puertas de sus cursos cada semestre a los estudiantes del PIAM para fomentar la interacción intergeneracional.
Por otro lado, están los facilitadores, quienes se encargan de enseñar los cursos libres que oferta el PIAM en su currícula académica y facilitan conocimientos, estrategias y procesos educativos para la población adulta mayor.
Desde su fundación en 1985, el PIAM ha sido considerado un proyecto orientado a la educación permanente, concebida como un proceso de toda la vida y en el que las personas adquieren conocimientos y habilidades como parte de su vida cotidiana.
Por esto, gran parte de la planilla del PIAM considera que el programa es una respuesta al derecho a la educación de los ciudadanos de oro, el cual es cada vez más necesario con el cambio demográfico que se presenta en el país.
“Cada vez hay más personas mayores, pero ya no es aquel grupo que se queda en su casa, son personas que desean explorar sus intereses, que tienen sus inquietudes y tienen necesidad de nuevos conocimientos”, comentó Carolina Gómez, del PIAM.
En la misma línea, consideran que integrar a esta población a la currícula estudiantil es un deber que toda universidad pública debería cumplir y que debería ser una preocupación a nivel de Estado.
“Es una forma en la que una universidad puede devolver a la sociedad lo que ella le está dando para que pueda funcionar”, aseguró Marisol Rapso, coordinadora del PIAM.
Sin embargo, la necesidad de devolver es recíproca entre la planilla de la institución y los estudiantes del programa, puesto que muchos de estos últimos sienten la necesidad de devolverle a la Universidad, ya que algunos de ellos pasaron por sus campus en algún momento de su vida.
“Hay un tema que nosotros visualizamos mucho que es la parte de la generatividad y en el caso del voluntariado, es muy importante el apoyo que están generando. Hay un gran compromiso y un gran sentido de pertenencia con el hecho de ser UCR”, aseveró María José Víquez, coordinadora de educación del programa.
Leda Fallas es una de estas comprometidas. Laboró durante 26 años en el programa, y este año, luego de su pensión, se estrenó como estudiante en el primer semestre.
Desde su incorporación, ha cursado natación, jardinería, y talleres de elaboración de productos artesanales.
Fallas aseguró que el premio es la culminación de muchos esfuerzos realizados a lo largo de 30 años dedicados a la atención del adulto mayor.
“Hay un intercambio de conocimiento, de ideas, de satisfacciones, porque hay una complacencia entre los mismos estudiantes y quienes están trabajando como profesores voluntarios”, opinó Rapso.
Para ser parte del PIAM, solo se debe matricular un curso en cualquiera de los dos semestres que ofrece la Universidad.
Cada estudiante que forma parte del PIAM tiene derecho a matricular hasta cinco cursos por semestre, los cuales tienen un costo de 5.000 colones cada uno, exceptuando el curso de Técnicas de Pintura (₡17.000); Inglés, Francés y Japonés (₡20.000); y los de computación (₡25.000).
Además del pago de los cursos, cada semestre los estudiantes del programa deberán pagar ₡7.500 para una póliza de seguro otorgada por el Instituto Nacional de Seguros (INS).
El Premio Calidad de Vida es organizado por la UCR, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Nacional (UNA), la Universidad Estatal a Distancia (UNED), la Universidad Técnica Nacional (UTN), el Consejo Nacional de Rectores (Conare) y la Defensoría de los Habitantes de la República (DHR).
“Yo creo que es el ambiente, es eso que se genera, esas sinergias que se generan es lo que crea que la gente se sienta que ese es su lugar, que en ese espacio se está realizando y se siente también una persona actual, útil, comprometida y con una razón para ser”, finalizó Rapso.
