Un grupo de 21 trabajadores del Centro de Información y Servicios Técnicos (CIST) de la Universidad de Costa Rica (UCR) pidieron a la Oficina de Recursos Humanos (ORH) de esta institución que se realice un “estudio de clima laboral con carácter urgente”, en relación con la “articulación de los diversos equipos de trabajo del CIST y su relación con las jefaturas y la Dirección del Consejo Universitario (CU)”.
Según se detalla en la solicitud, “desde hace algún tiempo” los firmantes se han sentido en un “clima organizacional complejo”, debido a dinámicas de trabajo que no “permiten de la mejor manera desarrollar las funciones de acompañamiento al Consejo”.
El documento, que no especifica las situaciones, también solicita que “no se apruebe ningún cambio de la dinámica interna del CIST” hasta que no se haya realizado el informe requerido. El CIST está conformado por distintas unidades de apoyo al CU y una jefatura, cuyo superior jerárquico es el director del CU, cargo actualmente ocupado por Germán Vidaurre, quien representa ante este órgano al Área de Ciencias Básicas.
Discusión en el Consejo
La situación anterior fue llevada al seno del CU por la representante del Sector Administrativo, Stephanie Fallas, en la sesión N.º 6648, realizada el jueves 3 de noviembre: “No podemos guardar silencio”, introdujo Fallas, antes de referirse al documento.
La representante administrativa indicó que recibió la nota “con mucho lamento”, lo cual la “motivó a conversar con las personas y escucharlas”, ya que el texto “no menciona ninguna motivación por la cual se solicita esto de manera explícita”. Fallas no profundizó en el contenido de esta reunión.
Ella expresó su preocupación por lo manifestado en la carta, especialmente cuando se hace referencia que el personal no ha podido “darnos (a los miembros del CU) el acompañamiento adecuado”.
“Si nosotros estamos tomando decisiones y no tenemos los apoyos adecuados o los idóneos, pues probablemente nuestra toma de decisión va a ser una toma de decisión fuera de la mejor oportunidad que se puede ofrecer en la discusión de los temas para lograr el mejor acuerdo”, agregó Fallas, quien posteriormente interpuso dos mociones ante el plenario: la primera, para que se valorara la solicitud de los trabajadores; y, la segunda, para que Vidaurre se separara de la sesión mientras se discutía el asunto, puesto que la Dirección del CU fue involucrada en la carta.
Tras esto, el propio Vidaurre tomó la palabra e indicó que en la solicitud no se habla de “cambios que hayamos hecho en este momento o que se hayan implementado”, además de preguntar a Fallas más detalles sobre la reunión que sostuvo con el personal.
La representante le contestó que ella invitó a los firmantes a una reunión, a lo que el director del CU contestó que el CIST tiene 50 personas, pero la carta la suscribieron únicamente 20 de ellas: “Quiero que quede claro que no es un pensar de todo el personal del CIST y si se quieren tomar decisiones lo correcto habría sido que se hiciera con todo el personal, no con algunos”.
En este punto, el rector de la UCR, Gustavo Gutiérrez, intervino: “Perdón, Germán, si fuera una persona nosotros debemos de atender esta situación con la seriedad que lo está planteando Stephanie, una persona, deberíamos de atenderlo”.
Vidaurre replicó: “Totalmente de acuerdo, pero se debe escuchar la opinión de todos”, a lo cual el rector respondió que eso sucederá en el proceso que realice la ORH.
Tras este intercambio de palabras, el director del CU prosiguió con su diálogo, manifestando que el Consejo “no tiene potestades para llegar y meterse en materia laboral”, por lo cual lo correcto era que los trabajadores se acercaran a él o a Pablo Marín, jefe del CIST:
“En este momento, si usted llegó y los convocó o los invitó, para resolver funciones o problemáticas laborales, me parece que usted se está atribuyendo funciones que no le corresponden, al realizar reuniones con estas personas y en ese sentido, compromete a Pablo Marín, como jefe; me compromete a mí, como director; e inclusive al mismo órgano”, le achacó Vidaurre a Fallas.
El director del órgano indicó que la solicitud planteada le corresponde resolverla a la ORH: “Creo que la decisión que usted está diciendo, no le corresponde al CU, nos está comprometiendo a nosotros y nos está faltando el respeto de esa manera”, le dijo nuevamente a Fallas.
Antes de concluir, Vidaurre indicó que “la reunión realizada implica una interposición de una denuncia y, de esa manera, las personas que participaron en esa reunión, creo que también deberían de inhibirse mientras no hayan conocido todas las partes, sino en este momento ya hay un prejuzgamiento”.
Paso siguiente, Gutiérrez intervino de nuevo, advirtiendo que “debemos estar vigilantes para que no se tome absolutamente ninguna represalia en contra de estas personas (las firmantes)” y criticando lo expresado anteriormente en la sesión.
“Cómo es posible que se le prohíba a una persona integrante de este órgano a reunirse con quien quiera, lo podemos hacer cuando queramos y donde queramos. Por el bien institucional yo hago un llamado a la cordura y a atender este tema con extrema prioridad”, expresó.
Fallas siguió tras el rector, indicando que su actuación “no está lejos de los principios universitarios” y que, si una persona tiene una afectación y ella se queda en silencio, estaría siendo cómplice de ello: “Sí usted me quiere denunciar, pues me denuncia”, le dijo al director del CU.
Posteriormente, otros miembros del CU intervinieron, como el representante de las Sedes Regionales, Carlos Araya, quién indicó que no encuentra una “situación anómala” en la realización de la reunión, donde él también participó: “Son personas que se están quejando de una situación y simplemente lo que estamos diciendo es “aquí estamos para escucharlos”. Yo no veo que se le esté faltando el respeto a este plenario por eso”.
También habló William Méndez, representante de los Colegios Profesionales, quien ofreció apoyo al director del CU para atender la situación: “Don German, creo que usted necesita ayuda, de este Consejo y de otras personas, para un buen clima laboral”, además de agregar que la carta enviada por el personal del CIST “es un acto en defensa de sus legítimos intereses”.
De igual forma, participó el representante del Área de Salud, Jaime Caravaca: “Me tomé la atribución de reunirme y no acepto de ninguna manera que se me califique de haber cometido cualquier acto infractor solamente por practicar un acto humano, como la escucha activa”.
Después de todas las intervenciones, Vidaurre retomó la palabra y aseguró que “en buena hora que se vaya a hacer análisis de clima laboral” y que su única objeción fue que el proceso se realizara de la manera en que se dio, sin consultársele a él en primera instancia y sin el detalle de los sucesos que provocaron el malestar.
Finalmente, el director del CU se apartó de la sesión para que la moción de Fallas fuera sometida a votación, pero la representante decidió retirarla, después de que se aclarara que no es necesaria la aprobación del CU para que la ORH haga el estudio de clima laboral.