Estar ante Tatiana Trejos es tener la oportunidad de tener al frente a una de las 10 mejores profesoras de las ciencias forenses de los Estados Unidos.
Esta destacada científica es costarricense, y como ella misma lo admite, una orgullosa graduada de la Universidad de Costa Rica (UCR).
En el marco de la Semana de la Mujer en la Ciencia y la Tecnología, Trejos conversó con UNIVERSIDAD sobre su experiencia en el exterior, su aporte a las ciencias forenses y sobre todo, del importante rol que cumplen las mujeres en la ciencia.
¿Desde cuándo comenzó este interés por la ciencia?
–Tuve la oportunidad de formar parte de los colegios científicos costarricenses cuando se estaban comenzando a formar, ahí fue donde se me despertó la inquietud por las ciencias.
En ese entonces tuvimos la oportunidad de ir a un intercambio cultural a Estados Unidos y visitar varias universidades, donde estuvimos en laboratorios de química, biología, medicina, física.
Para mí eso fue como abrir completamente el panorama de lo que podía hacer un científico. Yo siempre tuve la idea de estudiar en la Universidad y me gustó mucho la química en el colegio, entonces yo creo que ahí fue donde comenzó mi inquietud de averiguar por qué funcionan las cosas de una manera.
¿Cómo se da el salto a la rama forense?
–Cuando estaba terminando mi carrera de química tuve la oportunidad de hacer un voluntariado en el Departamento de Ciencias Forenses y ahí fue donde yo dije “esta es la pasión de mi vida”.
Fue súper interesante y tuve la oportunidad de quedarme trabajando casi por siete años.
Después de ahí comencé en academia y ya tengo casi 20 años de estar en el área de las Ciencias Forenses.
¿Cómo valora el estado de las ciencias forenses en Costa Rica? ¿Qué desarrollo necesita?
–Yo me siento muy orgullosa del nivel de ciencia que tenemos en el país y del avance en términos generales del laboratorio de ciencias forenses, por lo menos hasta el momento en el que yo estuve acá.
Creo que necesita dos cosas importantes: Fortalecer la educación en ciencias forenses y abrir un poco a más conexiones, tratar de entonarse con la realidad de las ciencias forenses en otros países para estar todos moviéndonos con el mismo ritmo.
¿Qué tal el campo de trabajo aquí? ¿Se puede trabajar bien o se necesita salir del país?
–No, el campo laboral acá más bien está necesitando personas que se especialicen en la rama. Más universidades deberían estar involucradas en la formación integral en esta área.
Necesitamos que haya más personas que salgan, se eduquen, saquen sus doctorados y vengan a formar programas de ciencias forenses que sean sólidos y que permitan el surgimiento de nuevas generaciones de científicos forenses porque el campo laboral sí existe.
En el 2012 ganó el Premio Interpol como “científica joven destaca- da” y en el 2014 el premio Premio Clodomiro Picado Twight por su aplicación “Métodos de ablación con láser plasma acoplado inductivamente con espectrómetro de masas”.
¿En qué consiste?
–Es un rayo láser del diámetro de un cabello, de alta energía.
Ese rayo interactúa con la materia, que puede ser tan pequeña como un granito y evapora una muestra. Al haber vaporización de los materia- les que componen esa sustancia, un detector puede decirme qué hay ahí: si sodio, hierro, potasio, calcio, etc.
Cuando utilizamos este láser, podemos determinar basados en la composición química de ese material si el fragmento que yo recuperé del sospechoso y el que recuperé de la víctima coinciden y eso puede ayudar a resolver un caso.
Yo lo que he hecho es desarrollar aplicaciones para estos rayos láser porque tienen dos ventajas: primero, es casi no destructivo de la materia entonces puedo hacer cosas muy pequeñas sin destruirla.
Segundo, el tiempo de análisis. Una vez que el láser dispara y mido, tarda 30 segundos, es súper rápido.
Lo otro es que los perfiles que se generan los estamos metiendo en una base de datos, entonces no solo podemos comparar si este fragmento se parece a este, sino que podemos utilizar una base de datos para obtener información específica de la muestra, como una marca o año.
En esto consiste la aplicación.
¿De dónde nace la idea de hacer esta aplicación?
–Inicialmente este láser se aplica en geología para hacer estudios de rocas y de hecho esta misma tecnología es la que se utiliza en el robot que llega a Marte y que ha podido determinar la composición química del planeta.
Yo lo que hice fue ver esa tecnología y pensar que era una técnica ideal para el área forense.
¿Por qué?
Porque es rápida, muy sensible, muy informativa y no destructiva, que es precisa- mente lo que nosotros ocupamos.
Entonces empecé a desarrollar aplicaciones en diferentes áreas para demostrar que la tecnología era muy eficiente y eso ayudó a incorporarla al área.
¿En qué consiste la charla que vino a presentar en la Universidad?
–Se llama “El manejo de errores evolucionando las Ciencias Forenses”.
Quiero enfocarme en hablar de la evolución: como mujeres, del papel que tenemos como científicas en la sociedad.
Quiero compartir mi punto de vista como una científica más, y luego hablar de la evolución desde un punto de vista profesional.
¿Qué la motiva a venir hasta acá, al país, a dar estas charlas?
–Cuando uno se va del país siempre está añorando retribuir de alguna manera todas las cosas que recibió de acá.
Soy estudiante graduada de la UCR y tuve beca. No pude haber salido con un grado académico si no me hubieran dado por lo menos una beca parcial.
Estas oportunidades que me dieron es lo que me abrió las ventanas para otras oportunidades en mi vida, así que pienso que es lo mínimo que puedo hacer.
Para mí es un honor que me tomen en cuenta y que me permitan dar un granito de arena, como en esta actividad que me parece tan importante, porque creo que el papel de la mujer en la ciencia es algo que definitivamente hace crecer a un país.
¿Cómo ve las oportunidades de estudio aquí en el país y en el exterior?
–Cuando yo estuve aquí y saqué mi carrera de Química y tuve que ir allá a competir con personas que tenían grados académicos en Estados Unidos, me sentí muy preparada y eso siempre se lo voy a agradecer a la Universidad.
En ningún momento sentí que me faltó algo de información, todo lo contrario. Eso desde un punto de vista como estudiante.
Ahora que yo tengo la oportunidad de reclutar a mis estudiantes te digo, si tengo la oportunidad de reclutar a un estudiante de la UCR no lo pienso dos veces, porque yo sé que va a ser un excelente estudiante.
Entonces siento que se está haciendo muy buen papel en la parte educativa.
¿Cuál es su perspectiva del papel actual de la mujer en la ciencia?
–Pienso que se ha avanzado mucho.
La mujer se ha dado cuenta de que puede hacer mucho más de lo que los estereotipos nos permiten soñar, y creo que hay mucha mujer científica aquí ejemplar.
Tenés que nada más ver alrededor. Por ejemplo aquí en la UCR hay profesoras investigadoras que no tienen nada que envidiarles a mujeres que trabajan en Estados Unidos.
Se hace muy buena calidad de ciencia. Entonces pienso que debe darse un poco más de visibilidad a las mujeres porque hay un increíble talento aquí.
¿Cuál es el consejo que les da a todas las niñas y mujeres que quieren involucrarse en este campo de la ciencia y la tecnología?
–Que no lo duden.
Que nunca tengan miedo de luchar por lo que ellas quieran y que utilicen siempre la educación como la mejor herramienta para su desarrollo, personal y profesional.