Universitarias Rector UCR sobre acuerdo FEES:

“Negociación no se dio nunca, fue 1% y se acabó”

Su firma bajo protesta en el acuerdo final del FEES iba a ser acompañada por los otros rectores e iba a quedar consignada en el documento oficial, pero la ministra amenazó con irse de la mesa de negociación, contó Gustavo Gutiérrez.

El rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Gustavo Gutiérrez Espeleta, confronta el amigable discurso de diálogo que el Gobierno y el presidente del Consejo Nacional de Rectores (Conare), Rodrigo Arias, reflejó el día que se anunció el acuerdo final sobre el Fondo Especial de la Educación Superior (FEES) ante la prensa.

En el seno de la Comisión de Enlace, nunca se dio una negociación real, considera Gutiérrez Espeleta, y el acuerdo era tan frágil que solo pedir que el documento consignara su protesta llevó a la ministra de Educación, Anna Katharina Muller, a romper el acuerdo de último minuto el pasado viernes 26 de agosto en Casa Presidencial, donde la prensa, a lo largo de la negociación, nunca fue atendida por la jerarca

Desde la convocatoria tardía, valora el rector, la negociación estaba dispuesta a ser difícil, pero, además, cuenta han sido infructuosos sus intentos de apoyo de personal y recursos al Gobierno desde que llegaron al poder a pesar de la apremiante situación en la que se encuentran la educación en otros niveles educativos: “Hay algo que a mí no me calza. Les ofrecemos apoyo y no se apoyan en nosotros”.

UNIVERSIDAD conversó con el rector de la UCR sobre su desacuerdo con el documento pactado, las posibles afectaciones y la posibilidad de que la negociación se diera en el seno de la Asamblea Legislativa.

“Entre los edificios hay uno que me duele muchísimo porque porque es un proyecto lindísimo que es la Ciudad de las Artes. Es convertir el edificio Saprissa en un complejo para la expresión artística de la Universidad de Costa Rica y eso ya está en la cola de un venado con esta restricción”, Gustavo Gutiérrez.

¿Esperaron la cantidad de apoyo que recibieron en la convocatoria a marcha?

—Era un recorte muy violento, muy, muy, muy violento, al menos 23%. Y este, ya estoy totalmente convencido, que fue un factor que incidió en la convocatoria.

Tomando en cuenta la cantidad de personas que apoyaron ¿No hubieran esperado ustedes obtener un mejor resultado de esta negociación?

—Es una muy buena pregunta. El hecho de que nos dieran la base del 2022 me parece que fue muy positivo, un cambio abismal. En 30 minutos de reunión ya nos habían dicho que mantenían la base. Lo del 1%, digamos, yo debo confesar mi posición. Yo y el equipo creímos siempre que teníamos que lograr más del 1%. Nuestra propuesta inicial era de 8,71% en la cual cedemos un 4,71% a la educación pública de escuelas y colegios y que nos dieran un 4%. Esa fue mi posición desde el inicio. No se dio. Yo dije, en ese momento, esto no fue negociado en ningún momento. Ese 1% fue impuesto.

Usted entonces está en desacuerdo con la postura que tomó el presidente de Conare al decir que sí hubo apertura al diálogo de parte del Gobierno…

—¿Cómo entiendo yo una negociación? Una negociación es un estira y encoge, verdad? Y usted propone hoy, luego hay una contrapropuesta y así. Esa negociación no se dio nunca. Fue 1% y se acabó. Estábamos muy cansados en la 4ª sesión, tanto el Poder Ejecutivo como nosotros y en la discusión que se tenía en la mesa surgió una posibilidad de bueno, hagamos una revisión de otro 1% en junio del próximo año, propuesto por Nogui (Acosta), el ministro de Hacienda y ahí dijimos bueno, ya llegamos con 2%, verdad? Un 1% inicial, que aclaro nunca se le quiso poner esa palabrita “inicial” porque comprometía el otro 1%.

Ese 1% se revisa en junio del otro (año), fecha que esperamos estamos convocados… porque ese es otro tema, la convocatoria tardía nos llevó a esto. Nosotros estábamos desde junio a la espera de la convocatoria, yo, personalmente, en tres ocasiones que estuve con la ministra de Educación, le dije que tenía que convocar. La primera vez, diez días después de que asumieron el 8 de mayo, ella no lo sabía en ese momento, sin dolo, porque ahí no hay problema, porque apenas estaba asumiendo y lo que se encontró en la institución entendemos que no es nada fácil.

Ese día, (la ministra) me hablaba de hackeo, pedofilia, acoso laboral, acoso sexual… todo esto transformado en demandas (contra el MEP). Me hablaba de las escuelas cerradas, me hablaba de que la comida no llegaba porque en algunas instancias desaparecen la comida y yo dije pucha, pero esto es todo entendible. Yo le digo: señora ministra, vamos mañana a la Universidad de Costa Rica y yo le pregunto a todas las personas que tienen que ver con todos los temas que usted me dice, pero me respondió “no, no sé mi agenda, no sé mi agenda, pero bueno, no creo que mañana, pero sí a muy corto plazo…” No quiere venir a la Universidad Costa Rica, las universidades públicas tenemos los recursos para aportar inmediatamente al MEP, le dije si es del caso mandar funcionarios o funcionarias del Centro Informática para el tema del hackeo, que ustedes no tengan que hacer planillas manuales, lo hacemos mañana, denme el banderazo de salida… habrá que preguntarle a ella por qué no lo ha hecho, ¿verdad?

¿Qué reacción tuvieron el resto de rectores y los representantes de la Comisión de Enlace cuando indicó que firmaría bajo protesta?

—Yo tenía la asesoría legal nuestra, habíamos hecho un espacio con Conare ese mismo día y nuestras compañeras hicieron toda una explicación de porqué era inconstitucional.

El abogado de Conare dio toda una explicación de que él no veía absolutamente ningún problema, que sí tenía principios constitucionales, pero que los responsables eran los del Poder Ejecutivo, no nosotros.

En el momento en que ya yo veo que se cerró la posibilidad de negociación y que es una posición firme por parte del Gobierno y que ya se le había dado el visto bueno por ese agotamiento, yo dije “yo quiero salvar mi voto”. Yo firmo, pero quiero que aparezca una nota debajo de las firmas indicando que yo sigo pensando que lo que estamos firmando no es constitucional.

Inmediatamente después el representante estudiantil se sumó a mi posición e inesperadamente, porque sinceramente yo no lo esperaba, los otros rectores dijeron nosotros también. Pedimos una pausa y salimos de donde estaba el resto de la gente. Se discutió una propuesta de redacción, el abogado de Conare fue a negociar con el abogado del Poder Ejecutivo. Y en eso viene don Gastón, que es un señor moreno, pálido, pálido y no podía ni hablar. Se rompió la negociación, la ministra se va… dígame usted… hay un antecedente en una negociación anterior de una firma de Alberto Salom que siendo rector de la UNA había hecho eso, pero la respuesta (del Gobierno) fue si ustedes agregan eso nos paramos y nos vamos. Entonces, insistimos en que en la minuta quedara consignado que Conare había hecho esa intención de propuesta de cláusula. Y bueno, no sabemos cómo va a venir esa minuta. Yo me muero de ganas para que la compartan y ver cómo viene esa reacción.

El pasado 16 de agosto una marcha con miles de personas acompañaron a los rectores a Casa Presidencial en la negociación del FEES.

¿Discutieron la posibilidad de ir a la Asamblea Legislativa?

—Sí, pero la mayoría tenían la puerta cerrada a la idea. Había muchos bemoles con respecto a ese potencial escenario. La única persona que lo expresó, además de mi, fue don Rodrigo Arias. En alguna oportunidad él también dijo vamos a la Asamblea, pero por las otras personas las puertas estaban completamente cerradas.

¿Tenían miedo de no conseguir el apoyo?

—De no tener el apoyo, sí. Mire es que en Asamblea Legislativa, yo sé lo puedo decir por experiencia propia, en nuestra postura sobre empleo público, gente que nos apoyó en Asamblea votó a favor del proyecto ¿Por qué? Habría que preguntarle a ellas. Basada en esa experiencia nuestra, no se quería ir a la Asamblea Legislativa. Había mucha resistencia a ir a la Asamblea Legislativa. Y ahí es donde por ese agotamiento, ante ese nuevo escenario que implicaba dos meses más de intensas negociaciones en la Asamblea Legislativa, fue que la gente optó por firmar como no estaba el documento.

A raíz de lo que ha contado parece que la negociación fue desgastante para el Conare ¿cómo termina la relación entre los rectores y entre universidades a nivel institucional después de esta negociación?

—Bueno, yo espero que bien. Yo espero que ellos hayan entendido lo que desde el inicio en la Universidad de Costa Rica propuso. Yo creo que ese mismo desgaste que mencionaba llevó a que firmemos ya. No, no puedo seguir en esto. Y de verdad estábamos agotados. Yo lo dejé el día del Consejo en Rectoría, el Día de la Madre, aquí tengo un testigo, terminamos a las 11 de la noche en mi casa. Ahí estábamos todos los rectores, todas las presidencias de las federaciones. Fue agotador.

Estas reuniones no son fáciles porque no son de negociación. Ese era un llamado que yo hacía, porque nosotros tenemos derecho a hacer propuestas, pero el desgaste nos llevó a esta situación.

¿Cuáles afectaciones estiman en la UCR se darán con este recorte? ¿Es posible estimarlas antes de la discusión de la redistribución del FEES?

—Lo más afectado es la infraestructura nueva para el 2024 y posiblemente para el 2025. Lo del 2023 ya se viene viene planificando por la Vicerrectoría de Administración de todo lo que se va a edificar el próximo. Sí, vamos a tener como para darle el mantenimiento ordinario a los edificios. Entre los edificios hay uno que me duele muchísimo porque porque es un proyecto lindísimo que es la Ciudad de las Artes. Es convertir el edificio Saprissa en un complejo para la expresión artística de la Universidad de Costa Rica y eso ya está en la cola de un venado con esta restricción.

Tomando en cuenta el bajo reconocimiento por el costo de la vida que recibe la Universidad con el acuerdo que firmaron ¿Puede mejorarse la calidad de las becas estudiantiles que también están sufriendo por la inflación?

—Eso ha sido una prioridad de esta administración, aparte que quedó expreso en el acuerdo que firmamos, verdad que eso jamás se puede afectar, digamos nosotros podemos mejorar ciertas condiciones y hasta donde sea de nuestro alcance lo vamos a hacer. Yo garantizo que jamás serán afectadas y más bien puede mejorar. Pero eso es importante. Es importante que quede muy claro.

¿Ya saben en cuánto será posible esa mejora?

—Los equipos están haciendo todos los cálculos con los datos reales sobre la mesa. Antes no los teníamos. Imagínate la diferencia de calcular un 4% de inflación con respecto al 1% de inflación. Entonces ya los equipos están haciendo todas las proyecciones para ver dónde nosotros podemos meterle aquí y meterle por acá al tema de los interinos también. Nosotros hemos podido compensar en cierta forma una semana antes, una semana después de cada ciclo a los interinos con 1/4 tiempo o más. Entonces, toda esa cosa ya nosotros la vamos a tener a muy corto plazo, todos los apoyos socioeconómicos para nuestras y nuestros estudiantes no se va a afectar bajo ninguna circunstancia.

Más allá de los presupuestos universitarios, la discusión del FEES reflejó lo que la última encuesta del CIEP indica: que hay un 35% personas en el país que piensa que el mandatario no debe sujetarse a las resoluciones judiciales, por ejemplo, las que han respaldado a las universidades públicas ¿Está de acuerdo?

—No son palabras mías, sino de mucha gente que me ha escrito y esa es la reflexión que hacen. Desde que terminó la negociación me han contactado muchos sectores para que lidere un movimiento nacional en defensa de la educación pública, en defensa de la salud… viera que en ese sentido ha sido muy enriquecedor porque se ha reunido gente de la Corte y de otras universidades, particularmente del TEC y de la UNA.

En esto y para continuar, yo necesito a mi equipo. Yo no podría meterme en eso solo porque implicaría descuidar las razones por las cuales fui electo, pero con mi equipo se pueden organizar esas reuniones para coordinar con muchos sectores sociales como sindicatos… esa organización no es fácil. Por ahora, lo que podríamos decir es que vamos a estar vigilantes de toda esta situación, pero tenemos que definir a nivel de equipos si tenemos la capacidad, porque todavía hay muchas cosas pendientes aquí adentro que tenemos que atender.

¿Cuál sería la intención de este frente? ¿Confrontar las propuestas que atentan con el Estado social de derecho?

—No necesariamente confrontativo. Nosotros podemos llegar con propuestas al Gobierno. Yo le he dado propuestas concretas, le mencioné a la ministra, no sé por qué no quiere… Ahora, probablemente, puedo entenderlo mejor, pero en aquel momento no entendía por qué no ha venido la Universidad de Costa Rica, porque yo, en las condiciones en las que recibió al MEP, pediría auxilio a instituciones altamente comprometidas con la sociedad costarricense y con el Gobierno.

También, así se lo dije al presidente de la República cuando fue electo. Yo le dije, cuente con la UCR. Yo quiero que usted venga a la Universidad, pero no ha venido y no sé si va a venir. Esto se lo he hecho ver a los diputados, a las diputadas, a muchos ministros. Algunos ministros han venido, por ejemplo, Carlos Enrique Alvarado (ministro de Ciencia y Tecnología) estuvo aquí también con nosotros y me pidió auxilio. “Gustavo, tengo un problema de ciberseguridad”, qué es lo que necesitas, “es tal y tal y tal cosa”. Mire, cuente con la Universidad Costa Rica y yo lo voy a hacer extensivo a Conare. Dos días hábiles, estábamos en una conferencia de prensa en el Micitt, diciéndole que aquí están las universidades públicas para apoyar al Gobierno con el tema de ciberseguridad, pero no ha pasado absolutamente nada, pese a que yo le puedo mostrar un montón de mensajes. Ese mismo día me dijo el MOPT, quien por encargo del ministro del MOPT, necesitaba apoyo en Universidad Costa Rica para un asunto de análisis de los videos, yo llamo al Centro de Informática y le digo: “Henry, necesitamos esto, esto”. En seis horas ya teníamos el algoritmo listo para apoyar el MOPT y no nos entregan los videos ¿Cómo vamos a revisarlo? Entonces, hay algo ahí. Hay algo que a mí no me calza. Les ofrecemos apoyo y no se apoyan en nosotros.

¿Cuál sería la consigna de la Universidad cuando el respaldo de la Constitución ya no es suficiente discursivamente?

—No todo es frustración, hay que prepararnos, todos los diferentes sectores sociales del país, para cuando haya que dar ese tipo de luchas, tener todos los argumentos y todas las cartas sobre la mesa para hacer una mejor defensa de todo lo que esto involucra… sectores bien preparados, haciendo las cosas con tiempo, no reactivos, sino proactivos. Nos va a ir mejor en futuros escenarios con este y futuros gobiernos.

Hoy es un día importantísimo en la elección de la presidenta o presidente de la Corte Suprema de Justicia y, por ejemplo, es necesario mejorar el sistema de elección de las magistraturas y el de diputados y diputadas, esas propuestas pueden salir de la Universidad Costa Rica.

¿La estrategia entonces sería que la Universidad sea un actor político activo? porque este es un reclamo que la comunidad le ha hecho a la institución desde hace varios años

—Sí, yo me quiero meter en ese enredo.

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