Universitarias

Movimiento estudiantil espontáneo protagoniza el debate por el FEES

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  • FOTO DE PORTADA: Fabián Hernández.
  • Cierre de calles y aulas, toma de edificios, pinturas y grafitis, fueron las formas de expresión de estudiantes que cuestionaron los cambios hechos al financiamiento del modelo público universitario. 

Con el cierre de la Sede del Pacífico en Puntarenas la semana pasada como reclamo por plazas para profesores y el cierre de cursos ante la Rectoría de la Universidad de Costa Rica, se empezó a escribir la historia de un movimiento estudiantil espontáneo, que hizo de la toma de edificios en la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad de Costa Rica (UCR) su bandera para defender el presupuesto de las universidades estatales.

Después siguieron las pintas en las paredes con duros mensajes alusivos a renuncias de rectores o críticas al presidente Carlos Alvarado, mezclados con dibujos hechos a mano por los estudiantes de bellas artes o por quienes tienen habilidades para plasmar su pensamiento político mediante la plástica.

El movimiento se coronó con la masiva marcha del 22 de octubre, que creció con una importante presencia de las sedes regionales y recintos de las universidades estatales. Están claros en pedir que esta vez les den atención a sus problemas para funcionar bien, defender becas estudiantiles, cursos y más cupos en la matrícula.

Solo la Rectoría de la Universidad de Costa Rica (UCR) calcula que, de mantenerse la restricción de uso del presupuesto de ₡35 mil millones del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), la institución tendría un impacto de 5.500 cursos cerrados, 4.300 despidos y 100 mil cupos menos de matrícula.

En la Sede de Pacífico esos peligros potenciales son la cotidianidad de la administración, que desde finales de setiembre contemplaba la posibilidad de tener que cerrar todas las carreras en el 2020.

“Nos presentaron posibles escenarios, como cierre de carreras parciales o la ampliación de la cantidad de personas por grupo, aún cuando el espacio físico no es el adecuado”, mencionó Didier Chavarría, presidente de la Asociación de Estudiantes de esta sede.

El miércoles a las seis de la mañana, los estudiantes se adueñaron de la sede y ante la falta de acuerdo con las autoridades de la UCR les solicitaron su salida inmediata. Al día siguiente, se dió la primera réplica en la UNA.

Una convocatoria dirigida principalmente por un grupo de estudiantes con planteamientos feministas se reunió a las afueras de la Rectoría de la UNA e ingresó al edificio en forma de protesta.

Génesis López, estudiante de la enseñanza de los estudios sociales y miembro de la organización “Me pasó en la UNA”, que denunciaba el acoso en las aulas, resaltó cómo los hombres históricamente han dominado los movimientos sociales y hasta han establecido roles tradicionales en ellos.

“El hecho de que en las paredes de los edificios que están tomados diga “se va a a caer, ni una menos, la revolución será feminista o no será”, es suficiente para saber que en esta ocasión es diferente”, agregó López.

Mientras que la toma de la Sede del Pacífico reclamaba una distribución justa de los recursos de las universidades, el liderazgo de las mujeres de la UNA buscaba marcar una pauta sobre representación de género en los movimientos estudiantiles.

En la Sede Rodrigo Facio la primera toma surgió en Ciencias Sociales de forma solidaria con estos dos movimientos, con los que además compartían objetivos y reclamos.

Esta facultad es una de las más grandes de la UCR con alrededor de 800 profesores y 7 mil estudiantes a los que Isabel Avendaño, Decana de Ciencias Sociales, llama “la conciencia lúcida” de la Universidad, y considera constituye una “masa crítica” para el país.

Me parece muy bien el movimiento, es deseable que esté súper activo porque los estudiantes son el alma de la Universidad. No comparto la forma, pero la respeto”, dijo Avendaño.

Desde entonces, en la Sede Rodrigo Facio se han tomado tres edificios más y se suman tres sedes y un recinto con visiones heterogéneas, pero con el claro objetivo del reclamo porque el presupuesto de las universidades sea para mejorar la atención de los estudiantes.

Tizas y pinceles

En cada edificio se siguió un patrón: toma, apropiación del espacio, votación en asamblea, organización por comisiones y liberación de pronunciamientos.

Sin embargo, mientras las paredes grises del edificio de Ciencias Sociales se teñían con nuevos dibujos de colores, en educación se propuso solo utilizar tiza y en derecho, ante la ausencia de un edificio que ocupar por el cierre administrativo, se dedicaron a pintar sobre carteles.

En lo que sí coincidieron todas las tomas estudiantiles de edificios fue en la clara desvinculación de la Rectoría, de sus facultades y escuelas e incluso de las mismas federaciones estudiantiles. De inmediato se autoproclamaban independientes, al aducir que estas instancias les han dado la espalda a las necesidades que ellos tienen como “estudiantes, mujeres y clase trabajadora”.

“Por ejemplo, Rectoría ha estado negociando años anteriores el FEES a nuestras espaldas, o la administración ha estado manteniendo en impunidad con respecto a casos de acoso sexual y laboral dentro de la Universidad”, mencionó Fernanda Quirós, vocera del movimiento estudiantil.

Alrededor de cuatro horas después, los estudiantes iniciaron la toma del edificio de la Facultad de Educación, el segundo en la sede de San Pedro, pero fue hasta la mañana siguiente que representantes de artes y derecho se sumaron a la apropiación de las edificaciones.

“El movimiento estudiantil de parte de la educación ha estado muy dormido, tenemos alrededor de 50 años de que la Facultad de Educación no se pronuncia”, dijo Pamela Ramírez, fiscala de la Asociación de Estudiantes de Formación Docente.

Ese mismo viernes, al otro extremo del campus, una representación de derecho, incluidos los representantes de la Asociación de Estudiantes, optó por bloquear la carretera circunvalación, luego de que la administración decidiera cerrar la Facultad de Derecho, para evitar que este movimiento se apropiara del espacio.

“Es la primera vez que estudiantes de derecho están manifestándose en los alrededores y en su propia facultad de una forma tan organizada y permanente”, dijo Claudia Campos, representante estudiantil.

Al igual que los estudiantes de leyes, los de la Sede de Guanacaste evidenciaron su organización realizando una asamblea informativa el viernes 18 de octubre, en la que de manera espontánea decidieron tomar la sede, como protesta ante los cierres de cursos experimentados recientemente.

“Se cerraron ocho cursos que se estaban impartiendo en el semestre, puesto que no se giró el presupuesto para pagarle a los profesores. Entre esos, había un curso de derecho necesario para poder graduarse de bachillerato”, comentó Diego Alvarado, presidente de la Asociación de Estudiantes.

¿Cuál fue el detonante?

El Ministerio de Hacienda y los rectores de las universidades públicas firmaron el acuerdo de Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) el 18 de julio en el que se incluía la cláusula quinta que comprometía a las universidades a invertir ₡70 mil millones en gastos de capital (infraestructura y equipos).

Por primera vez Hacienda obliga a retener ese monto presupuestario de los recursos frescos del FEES para el 2020. Los rectores explicaron que es imposible trasladar los recursos ya destinados para inversión en capital, generados de sus propios superávits, a  sustituir lo que se les retiene de manera obligatoria dentro del FEES ahora para infraestructura y equipos. En la cláusula no está definido de donde provenía el monto.

Desde entonces en la Asamblea Legislativa se aprobó una moción que redujo el monto de ₡70 mil millones a ₡35 mil millones. Sin embargo, los rectores de las universidades públicas todavía prevén despidos, cierres de carreras y cierres técnicos de la institución.


Efecto cascada

Los representantes estudiantiles aseguraron realizar las tomas en solidaridad con otro movimiento estudiantil de forma encadenada y acumulativa, terminando siempre en el origen en la Sede del Pacífico.

Miércoles

6 a.m.

  • Toma de Sede Pacífico

Los estudiantes le exigen a Rectoría medidas de abastecimiento presupuestario para las carreras afectadas en la Sede por falta de docentes.


Jueves

12 m.d.

  • Toma Universidad Nacional

La presencia de patrullas motivaron a los estudiantes a organizarse y, aunque fallaron en el intento de toma, cerraron el paso de la entrada a el cantón de Heredia.

3 p.m.

  • Toma de Ciencias Sociales

Los estudiantes se apropiaron del edificio progresivamente cerrando por piso cada escuela. Esta toma tomó la decisión de pintar las paredes del edificio.

6 p.m.

  • Toma Educación

Esta toma es apoyada por estudiantes de derecho, letras y artes.


Viernes

6 a.m.

  • Toma San Ramón

Se mantiene en paro desde la mañana del viernes.

1 p.m.

  • Toma Edificio de Aulas

Se mantuvo durante el viernes y posteriormente se cerró por la administración de la universidad.

3 p.m.

  • Toma de Guanacaste

Tomaron toda la sede con excepción de los servicios médicos. Se manifestaron contra el redireccionamiento del FEES pero principalmente por la falta de recursos en la Sede.


Lunes

 7 a.m.

  • Recinto de Grecia

12 m.d.

  • Toma Letras

Inicialmente se negoció entre la Decanatura y las asociaciones estudiantiles mantener abierto el edificio, pero un grupo de estudiantes se desvinculó de su representación.

4 p.m.

  • Toma Arquitectura

La presidenta de la Asociación de Estudiantes aseguró que la asamblea quiso romper con las decisiones “sumamente pasivas” que tomaba la Escuela.


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