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Microbiólogo de UCR ganó distinción para estudiar tumores cerebrales

Experto ampliará sus investigaciones en Alemania sobre tumores malignos que causan padecimiento.

El científico costarricense Rodrigo Mora, microbiólogo de la Universidad de Costa Rica (UCR), fue galardonado con el premio Georg Forster 2018 de la Fundación Alexander von Humboldt, por las relevantes investigaciones que ha desarrollado en biología celular de cáncer, virología tumoral y genómica.

Fue el único centroamericano en ser reconocido con este premio este año, el cual consiste en un período de beca de 18 meses para la investigación a profundidad el cáncer de cerebro provocado por tumores malignos, específicamente el glioblastoma, uno de los más agresivos.

Para la convocatoria del 2018 participaron unos 453 aspirantes, con diversas iniciativas, de los cuales solamente 72 resultaron seleccionados. De ellos, 21 científicos latinoamericanos recibieron una beca. Mora es el tercer tico en lograr esta distinción desde 1953.

Mora destaca porque en los últimos años suma unas 40 publicaciones científicas y 6.382 citaciones por diversos académicos alrededor del mundo, gracias a la calidad de sus investigaciones, que tienen como finalidad encontrar nuevas terapias que permitan afrontar el cáncer.

UNIVERSIDAD conversó con Rodrigo Mora para conocer más a fondo sobre su investigación y el trabajo que ha realizado en la búsqueda de terapias contra el cáncer, así como el impacto que tendrá su participación con la beca.

¿Cómo fue el proceso de selección para ganar el premio?

—Es un proceso que dura año y medio. Se realizó la postulación de la investigación, como un compendio de la relevancia que ha tenido para el país, así como la presentación de una propuesta de investigación que requería de la evaluación del panel de jueces. El premio consiste en el reconocimiento, la beca y además fondos para hacer la investigación en Alemania.

La propuesta que hicimos fue en conjunto con un grupo alemán, lo cual es de una altísima relevancia para nosotros en la UCR.

¿Con qué proyecto ganó este reconocimiento?

—Se trata de una plataforma bioinformática de análisis genómico que hemos desarrollado y nos permite hacer modelos matemáticos de unas redes complejas que nos ayudan a encontrar cuáles pueden ser los puntos para aplicar terapia contra el cáncer. Estamos hablando que podemos encontrar unos 5.000 nodos, pero es necesario determinar cuál es el más eficaz para destruir las células de cáncer.

Esto ha tenido interés a nivel internacional y nos da mucha satisfacción, porque la idea de aplicarlo al cáncer de cerebro, con el apoyo de las herramientas ya desarrolladas en Alemania, nos brinda aliento, pues, aunque trabajamos con diferentes tipos de cáncer no lo hemos hecho con uno tan especializado.

El cáncer de cerebro es muy diferente al resto de los cánceres, porque el tejido cerebral es diferente y hay muchos retos en esta investigación, pero ellos son expertos en esta materia. De hecho, encontraron interacción de células de cáncer y del sistema inmunológico.

Si logramos determinar los nodos (o redes neuronales) a los que debemos llegar sería posible inhibir el crecimiento de las masas tumorales. Pero también tenemos otras propuestas para desarrollar en conjunto con investigadores de todo el mundo.

Definitivamente, esta investigación es una proyección internacional del trabajo hecho en la Universidad de Costa Rica.

¿Cómo fue el desarrollo del proyecto con el que ganó?

—No es solamente un reconocimiento a mi trabajo, sino también al de muchos estudiantes y colegas que me han apoyado en este proceso. La iniciativa de la plataforma es gracias a un proyecto FEES-Conare.

Llevamos cuatro años desarrollando este proyecto y es parte de la maestría de bioinformática donde soy profesor. Desarrollamos una herramienta que inicialmente nos permitía tomar datos de las células de cáncer y convertirlo en una red de interacciones, las cuales tienen propiedades muy complejas, con alta conectividad, lo cual las hace impredecibles.

Lo que hacemos es tomar la red de interacciones, les asignamos valores y lo convertimos en una red matemática que se ajusta el modelo a datos experimentales. Esto lo probamos inicialmente con una línea de células de cáncer, que se mantenía en el laboratorio, luego adquirimos un total de 60 líneas celulares, lo cual nos permite hacer simulaciones en la computadora, validarlo experimentalmente y realizar las publicaciones con los resultados.

¿Qué resultados han obtenido con estas investigaciones?

—Estamos usando la plataforma para tratar de descifrar un genómico. Cuando hay una célula de cáncer se pueden encontrar hasta 120 o 130 cromosomas; esto en una célula humana normal no es posible, pues están compuestas por 46 cromosomas, esos niveles serían letales.

Pero la célula de cáncer encuentra la configuración para vivir con esa cantidad de cromosomas. Tenemos una hipótesis y es que si alguno de estos genes contenidos en esos cromosomas es letal para la célula y encontráramos el mecanismo para que no se expresen lograríamos un mecanismo de compensación. Esto es totalmente nuevo y lo estamos validando.

Hemos hecho otros trabajos más específicos, pero todo requiere de recursos y validaciones experimentales. Hasta la fecha, realizamos cinco trabajos bioinformáticos con la plataforma desarrollada.

La propuesta de investigación en cáncer de cerebro viene a extender uno de los campos en los que la UCR trabaja, y dado que el cáncer cerebral por glioblastoma tiene limitadas opciones terapéuticas, mediante este proyecto se espera, que tanto Costa Rica como Alemania, tengan variedad de datos experimentales que den paso a encontrar nuevas alternativas de tratamiento.

Los hallazgos de ese proyecto prometen brindar aportes revolucionarios no solo para contrarrestar el glioblastoma, sino también para proporcionar nuevos conocimientos que sirvan como insumos para combatir otros tipos de tumores cerebrales de importante letalidad.

Generaría una gran contribución mundial y una esperanza de vida para los costarricenses que padecen cáncer de cerebro, que según el último documento emitido por el Registro Nacional de Tumores del Ministerio de Salud, el país presenta una tasa de incidencia mayor al 1,40 por cada 100.000 habitantes.

¿Qué sigue en este proceso?

—Para este proyecto en particular estamos validando experimentalmente y esperamos encontrar blancos terapéuticos, primero en la computadora y luego validaremos en líneas celulares humanas en Alemania, pero siempre in vitro. Actualmente, tenemos las herramientas para hacer investigaciones en modelos animales para cáncer de cerebro y de mama, para lo cual se adquirió un nuevo equipo que dará la posibilidad de hacer visualizaciones de tumores en tiempo real, hacer reconstrucción de su tamaño en el tiempo y ver su evolución.

Esto se hará en un modelo animal y quedará listo para hacer la validación experimental muy pronto.

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