Yamileth Angulo Ugalde es la nueva Vicerrectora de Acción, puesto que ocupa desde el pasado 31 de agosto, hasta el 18 de mayo de 2020. Dado el poco tiempo que tendrá la jerarca al mando de esta dependencia universitaria, enfocará sus esfuerzos en hacer un diagnóstico general de mejoras que se pueden implementar.
La idea es dejar una guía para que la siguiente administración pueda implementar mecanismos para hacer más eficiente el funcionamiento de la vicerrectoría, avanzar en su quehacer en acción social y reducir los tiempos que se llevan diversos procedimientos.
Angulo asume una instancia muy grande, que abarca no solo los programas de acción social que se realizan en todas las sedes del país, sino también que tiene a su cargo diversos programas y unidades de la Universidad de Costa Rica (UCR) como los medios de comunicación universitarios, los centros infantiles, el Programa Integral para la Persona Adulta y Adulta Mayor (PIAM), programa en Gestión de Riesgos, de Discapacidad, Kioskos Ambientales, el programa de Liderazgo, Voluntariado y de Atención Nutricional.
Es una unidad de mucha importancia para el quehacer universitario y su impacto en la sociedad costarricense, de ahí que urge entrarle a una variedad de temas, aunque ocho meses limiten la puesta en marcha de nuevas iniciativas.
La vicerrectora Angulo cuenta con 33 años de laborar en la UCR, es microbióloga de profesión, con una maestría en Química Clínica y un doctorado en Ciencias. Inició como docente en Bioquímica, en la Escuela de Medicina. Además de ejercer cargos docentes administrativos, fue subdirectora de la Escuela de Medicina, directora del Consejo Universitario, directora del Instituto Clodomiro Picado y del DCLab.
En esta ocasión aceptó asumir el reto de llevar adelante la vicerrectoría por los meses que le quedan a esta administración y UNIVERSIDAD conversó con ella para conocer sus planes.
¿Cómo tomó la solicitud de Rectoría para liderar la Vicerrectoría de Acción Social?
— Fue sorpresivo, siempre he tratado de apoyar a la UCR desde diferentes frentes, ya sea organizando congresos, foros, iniciativas y comisiones. Esta es también una oportunidad de aportar, desde una instancia que es sumamente grande, con muchas dependencias.
¿Cuál la proyección que tiene para desempeñar este cargo?
— En realidad, aún no he podido hacer una proyección de metas a seguir, tomando en cuenta que es un período de ocho meses lo que queda es muy complejo hablar de temas concretos.
Lo que sí estoy haciendo es un diagnóstico de todo lo que sucede a lo interno de la vicerrectoría, que espero dejarle a la próxima administración para que tomen las acciones que sean necesarias.
Sí hay un tema al que le queremos entrar y es a la lentitud en algunos procedimientos, queremos mejorar la atención al usuario y hacerlos más expeditos.
Es necesario mejorar los procedimientos para que no duren tanto, porque esta es una queja generalizada, entonces vamos a realizar reuniones con diferentes grupos, para conocer la problemática y ver en qué podemos acelerar.
En este lugar no hay un proceso de gestión de calidad establecido, eso es más complicado, porque es necesario dar el seguimiento adecuado al punto donde está la traba.
La vicerrectora anterior tenía algunas proyecciones importantes, como el Congreso de Acción Social y Extensión Cultural, que es organizado en gran medida por el Consejo Nacional de Rectores, en el cual participarán miembros de la comunidad universitaria, de comunidades y representantes internacionales.
Se trata de un congreso muy amplio, en el que se realizarán foros, presentaciones y se discutirá el papel de las universidades públicas en el accionar social, y tendrá lugar el próximo 16, 17 y 18 de setiembre en la UCR.
Existe malestar por una serie de nombramientos que se han dado a lo interno de la Vicerrectoría y que generan inconformidad en un grupo de funcionarios. ¿Ha podido revisar este tema?
— La Vicerrectoría ha tenido modificaciones de la estructura interna, recientemente, de hecho, el vicerrector ha cambiado en varias ocasiones durante esta Administración. Por ello, estoy haciendo un análisis de la visión a lo interno, porque cuando nos revisamos de forma autocrítica se pueden hacer mejoras. He tratado de sacar el tiempo para reunirme con la gente que trabaja en esta unidad y que me expongan las necesidades que tienen, las debilidades que ven, lo que se podría mejorar. De ahí va a salir el documento que le comentaba, que será un insumo para incidir en los proyectos futuros.
Sobre los nombramientos es un tema complicado porque ha generado problemas internos entre compañeros, hay un disgusto relacionado con puestos o decisiones tomadas, cambios organizacionales y que llevaron a crear una seccional del sindicato en la vicerrectoría. En estos días me reuní con los representantes por primera vez.
Yo espero que mejore el ambiente interno porque un buen ambiente de trabajo produce un mejor desempeño. Hay que tomar en cuenta que antes había 35 personas en esta oficina, hoy somos unas 70, eso hace más complejo el procedimiento.
Lo que tengo que decir es que el período disponible es muy corto, por lo cual no se harán modificaciones de personal, lo que estoy valorando son las gestiones que se habían dejado en Recurso Humanos para ver que se hayan tomado las decisiones justas.
Hemos tenido información que una serie de programas de acción social se han cerrado en las sedes universitarias por falta de presupuesto. ¿Ha recibido información sobre este tema o ha tomado medidas al respecto?
— No tengo ninguna información de programas que se han cerrado, de hecho, una de las cosas que esta Administración apoya son los programas y proyectos en sedes regionales.
Tampoco tengo un número de cuántos programas existen vigentes, pero hay que recordar que los proyectos son propuestos por las unidades académicas, la función de la Vicerrectoría es apoyar, pero su gestión es responsabilidad de estas dependencias.
Me extraña que se diga que es porque se redujo el presupuesto, porque en sedes regionales, la política ha sido de no reducir los recursos y el dinero se asigna a cada proyecto desde el inicio de año. También puede tratarse de una percepción, pero será un tema que veremos en los próximos días.
Recientemente se publicó en redes sociales una campaña denominada “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Fue impulsada desde la Rectoría, con apoyo de la directora de la Oficina de Divulgación e Información de la UCR y contratada mediante un concurso externo, pero tuvo críticas por parte de diversos sectores, entre ellos, funcionarios de la ODI, quienes dicen que no se les consultó sobre el contenido. ¿Qué opinión le merece este tipo de contrataciones y campañas?
— Eso no lo hemos analizado, porque no he tenido reunión con los diversos medios de la UCR. Estoy esperando para reunirme con los directores de los medios y de la ODI.
La campaña anterior de la ODI me pareció buena, pero esta que acabo de ver me parece que no le llega a la gente. Claro que es difícil llegar al país. Es importante entender que la ODI tiene una dirección y presupuesto independiente, pero sería bueno valorar la última campaña, porque tenemos que cuidarnos de los ataques masivos que buscan desprestigiar la Universidad.
Lo voy a valorar, porque hasta ahora veo la campaña, desconozco si había críticas y quejas al respecto. Me informaré.
Existe preocupación en diversas instancias pertenecientes a la Vicerrectoría, por la falta de claridad en el nombramiento de plazas con condiciones especiales. ¿Es un tema del que ya está al tanto?
— Sí, por eso vamos a hacer un análisis de todas las plazas, no solo a lo interno de la Vicerrectoría, sino de todos los programas. Conversaremos con los directores de cada lugar para gestionar el recurso humano de manera adecuada. En la medida de la posible, la UCR tiene que hacer esfuerzos por establecer plazas más estables, que las saquen a concurso con contenido presupuestario.
Colaboró: Daniel Vargas Gutiérrez
