La calidad del combustible que la población costarricense adquiere a diario, así como el que utilizan los aviones, es analizado por el Centro de Electroquímica y Energía Química (Celeq) de la Universidad de Costa Rica (UCR). El Celeq presta el servicio de verificar el cumplimiento de los estándares nacionales e internacionales de calidad requeridos, con el fin de resguardar la seguridad de los usuarios. El Reglamento Técnico Centroa- mericano para los productos derivados del petróleo establece estándares sobre el contenido de plomo, azufre y manganeso, entre otras sustancias, que podrían significar peligrosidad para los usuarios, los vehículos y el ambiente. El Celeq desarrolla este servicio me- diante dos contratos suscritos con la Autoridad Reguladora de los Servicios
Públicos (Aresep), que permite analizar los combustibles distribuidos por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), así como los combustibles que se expenden en las aproximadamente 350 estaciones de servicio del país. Existen también otros dos convenios entre estas entidades públicas: uno para el análisis del gas licuado de petróleo, que lleva dos años en ejecución, y otro para el análisis de calidad de la corriente eléctrica que llega a las casas e industrias costarricenses, cuyo inicio fue en 2015. El Celeq es la única institución en el país, aparte de Recope, que cuenta con la tecnología de punta necesaria para el análisis de la calidad de combustibles y del gas licuado, usado en hogares y negocios costarricenses. “Recope, por responsabilidad institucional, tiene sus laboratorios y hace sus propios análisis para verificar que sus combustibles cumplan con lo requerido, pero no puede ser juez y parte, entonces la Aresep contrata a la UCR para hacer ese proceso de fiscalización”, explicó Carlos León Rojas, director del Celeq. ¿Qué pasa si no se analiza la calidad de los combustibles?, cuestionó León. Recordó un ejemplo de hace dos años sobre la presencia de manganeso en las gasolinas, que descubrió el Celeq gracias a los análisis que realiza periódicamente. “Si nosotros no hubiéramos investigado qué era lo que estaba ocurriendo, nadie se hubiera puesto detrás de la pista de que posiblemente era que se estaba utilizando un aditivo que no se tenía que utilizar. ¿Cuánto tiempo más se hubiera distribuido ese combustible y cuánto más daño le hubiera ocurrido a la flota vehicular?”, se preguntó. Por su parte, el intendente de Energía, Juan Manuel Quesada, señaló que los esfuerzos que se realizan entre Aresep y el Celeq colocan a Costa Rica como una referencia a nivel internacional de la fiscalización de los servicios públicos.
COSTOS
Según el director del Celeq, el servicio que la UCR brinda al país para asegurar la calidad de los combustibles costaría tres veces más como mínimo si el Estado tuviera que recurrir a un ente privado. Asimismo, según Quesada, la alianza estratégica que se ha lleva- do a cabo desde hace 15 años con el Celeq permite el cumplimiento de los objetivos de ambas instituciones, ya que la Universidad de Costa Rica ha cumplido con el propósito de investigar, estudiar y difundir el conocimiento, así como la búsqueda constante de la eficacia. Para el proceso de análisis de la calidad de los combustibles, especialistas de la UCR analizan nueve tipos de combustibles diferentes, entre los que se encuentran el búnker, el diésel, las gasolinas y el gas de cocina. Para ello, visitan dos veces al mes, de forma aleatoria, las plantas de Recope (Moín, Ochomogo, Barranca y Garita), así como las plantas que poseen en los tres aeropuertos principales del país, para recolectar muestras y analizarlas. Además de las plantas de Recope, se visitan las aproximadamente 350 estaciones expendedoras de combustibles en todo el territorio nacional cuatro veces al año, para el análisis de los combustibles y la calibración de las máquinas expendedoras. En relación con el gas licuado, cada mes los especialistas del Celeq visitan las nueve plantas envasadoras de gas presentes en el país. Las visitas se realizan sin previo aviso y se verifica que los cilindros de 25 libras y 100 libras contengan la cantidad que se indica.