Universitarias Para poner en órden las colecciones

Laboratorio de Arqueología UCR firmará convenio con el Museo Nacional

Un millar de piezas arqueológicas en cerámica, lítica y restos orgánicos se encuentra en el Laboratorio de Arqueología de la Universidad de Costa Rica.

El Laboratorio de Arqueología, de la Escuela de Antropología, tiene más de cincuenta años de existir, pero pocos saben que allí la Universidad de Costa Rica (UCR) custodia cerámica, piedra y semillas de nuestros antepasados. Todo este material será puesto en orden cuando a partir del próximo año se firme un convenio con el Museo Nacional.

Carolina Cavallini muestra parte de los miles de archivos documentales y fotográficos con los que cuenta el Laboratorio de Arqueología.
Carolina Cavallini muestra parte de los miles de archivos documentales y fotográficos con los que cuenta el Laboratorio de Arqueología.

“Siempre se ha notificado al Museo Nacional que la Universidad tiene piezas arqueológicas, pero desde hace unos años está en proceso un convenio para que el préstamo de las colecciones esté en regla”, comenta Félix Barbosa, museólogo participante del convenio por la UCR.

La mayoría de los materiales datan de los años 60, según explicó Carolina Cavallini, curadora del laboratorio, a partir de investigaciones en diferentes lugares del territorio nacional de la mano del arqueólogo Carlos Aguilar.

“Las colecciones más recientes provienen de proyectos de investigación que el laboratorio realiza con un permiso de la Comisión Arqueológica Nacional, que vela porque los arqueólogos efectúen todo a regla”, amplió Cavallini.

Marlin Calvo, jefa del Departamento de Protección de Patrimonio Cultural (DPPC) del Museo Nacional, aclaró que muchos de esos materiales nuevos se entregan al Museo Nacional aunque “si algún estudiante ha trabajado su tesis y hay un interés del Laboratorio de Arqueología en que ese material permanezca en el laboratorio, nosotros no vamos a tener ningún inconveniente”.

El convenio se firmará a mediados del otro año entre el Museo Nacional y la UCR, con el fin de que conste un listado de lo que esta casa de educación superior custodia, e incorporar lo que ingrese de nuevas investigaciones.

Más allá de los estantes

El Laboratorio Arqueológico Carlos Aguilar Piedra ya no solo se vincula con la investigación y la docencia. Desde hace 4 años, funcionarias imparten talleres en comunidades para dar a conocer la arqueología.

“La gente tiene una idea de que arqueología es Indiana Jones, dinosaurios”, comentó Cavallini. “Creo que dejamos una gran enseñanza y hay una motivación a descubrir la importancia del patrimonio, de conocerlo y protegerlo”.

Con un proyecto de acción social, esta profesional desarrolla dos vertientes: la conservación y la gestión. Para la primera, ha cambiado desde los estantes hasta las cajas donde se almacenaban las colecciones, pues “antes eran de madera y estaban llenas de comején y humedad; ahora son de cartón”, ejemplificó.

En la parte de gestión, visitan comunidades para impartir los talleres, “pero en un futuro cercano, cuando ya terminemos de equipar y acomodar, esperamos que se puedan realizar visitas guiadas”.

Además, en el 2015 realizaron una exposición de los miles de archivos documentales y fotográficos del laboratorio, que comprende casi 600 registros de sitios arqueológicos.

Durante las visitas a comunidades, adultos han manifestado el temor de encontrar piezas arqueológicas porque podrían tener alguna maldición o porque el gobierno decida quitarles las tierras.

“Yo les digo que no, que no tengan miedo, que no se les va a quitar nada; también les pido que no las destruyan… Es bueno que la gente conozca su pasado, el pasado de sus comunidades. El valor que las piezas arqueológicas deben tener es histórico, no monetario”, afirmó la curadora del laboratorio.

Algunos datos que pueden surgir de la investigación en sitios arqueológicos son el tipo de plantas que sembraban los antepasados, los cambios climáticos durante siglos, sus tradiciones, entre otros.

Algunos comparten esa pasión por los vestigios de culturas antiguas dentro de nuestras fronteras, por eso Carolina Cavallini, otra apasionada, invitó a que quienes tienen esta curiosidad se animen a estudiar: “Si es algo que quieren hacer, si es la pasión de uno ¡adelante! Es muy lindo, muy difícil como cualquier otra carrera no reconocida, pero trabajar en lo que a uno le gusta es importante”, recomendó.



Carlos Aguilar y su legado arqueológico

Carlos Aguilar Piedra es considerado el padre del Monumento Nacional Guayabo, pues luchó para que se declarará área protegida, cosa que consiguió en 1973 aunque su descubrimiento data desde el siglo XIX.

Aguilar Piedra fue el primer arqueólogo centroamericano y tras casi cuatro décadas de aportes científicos, en 2004 recibió el Premio Nacional de Cultura Magón. Este maestro de las culturas costarricenses de antaño dejó un legado como fundador del departamento y del Laboratorio de Arqueología de la UCR.

En una conferencia, Aguilar afirmó que la arqueología existe para no olvidar el papel de la historia en la vida. Su muerte, en 2008, a los 90 años, dejó una enorme trayectoria llena de artículos y libros, el último publicado en 2003 titulado El jade y el chamán.



UCR única formadora de arqueólogos

El primer arqueólogo centroamericano, Carlos Aguilar Piedra, se graduó en México; tras él, muchos se han especializado en este campo del saber en la Universidad de Costa Rica.

Por tanto, el Laboratorio de Arqueología es crucial como espacio académico donde “estudiantes aprenden cómo se tienen que movilizar las piezas, cómo hay que embalarlas, cómo son los inventarios que pide el Museo Nacional”, dijo Carolina Cavallini, curadora.

Marlin Calvo, jefa del Departamento de Protección de Patrimonio Cultural, conoce su importancia y la necesidad de que las piezas se conserven en este espacio.

“Es un material con un potencial muy grande para la investigación, para estudiantes que tengan que hacer sus tesis de grado y no tengan recursos para hacer investigación de campo; entonces, en el laboratorio se realiza con todos los materiales que se han ido obteniendo de las diferentes investigaciones, lo cual es muy positivo porque así se avanza en la generación de conocimiento para la arqueología de Costa Rica”, afirma esta arqueóloga graduada también de la UCR.

De hecho, con el fin de extraer más información de las colecciones que se tienen en el laboratorio, Cavallini indica que “estamos motivando a los estudiantes a que también utilicen las colecciones que se poseen acá para efectuar sus trabajos de graduación”.



 

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