Después de una labor como profesor asociado y director del Departamento de Cultivos de la Escuela de Agronomía de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carlos Méndez aspira a representar al Área de Ciencias Agroalimentarias ante el Consejo Universitario.
En su formación destaca un paso por la Pennsylvania State University de Estados Unidos. Además, laboró como profesor por catorce años en la sede de Guanacaste de la UCR para luego ser trasladado a la sede central.
En materia investigativa, se ha interesado por el área de análisis de crecimiento de las plantas y mejoramiento genético.
En lo relacionado a acción social, trabaja en proyectos de transferencia de conocimiento, por medio de charlas, a productores de zonas como Cartago y Zarcero.
Sobre su ingreso al consejo universitario afirma que “no llega uno sin temor”, sin embargo remarca que el área de ciencias agroalimentarias tiene mucho por aportar.
“Una de las cuestiones que yo quiero es impregnar a la universidad y al consejo con los valores que nosotros creemos que son los que debería tener la universidad desde el área agroalimentaria”, afirmó.
También añadió que trae consigo dos preocupaciones puntuales al consejo. La primera es la concepción de que el consejo universitario tiene que fungir como coadministrador de la rectoría. La segunda, la falta de comunicación entre las áreas con sus respectivos representantes ante el consejo.
Sobre el quehacer universitario apuntó que una de sus mayores preocupaciones es la falta de identificación de la comunidad universitaria con la misma UCR.
“Ese tipo de identificación es lo que necesitamos. En la medida que nos sintamos más universitarios vamos a tener una mejor respuesta”, destacó.
Respecto a la respuesta de la UCR a la demanda del mercado laboral, afirma que la universidad debe responder de manera innovadora y estratégica, tomando en cuenta todas las partes del mercado laboral.
“La UCR por ser la más grande, por ser la que tiene al personal mejor preparado, nos cabe la mayor responsabilidad para llegar y plantear. La universidad debe responder de manera estratégica a las necesidades del país. El mercado es una parte de las necesidades pero no la totalidad”, comentó.
En cuanto a las anualidades se mostró firme en mantener la sostenibilidad de la universidad primero. “Lo primero que debe de privar es la sostenibilidad de la universidad (sobre las anualidades). No podemos matar la gallina. Si en algún momento significa una reducción se tendrá que dar”, apuntó.
Sobre la admisión equitativa a la universidad, afirma que esta no ha sido ajena a la ayuda y que ha servido como agente de movilidad social. Además, afirma que una forma de alcanzar a sectores marginados es por medio de cursos de educación continua.
“La participación de la gente en estos cursos no depende del examen de admisión, por lo que pueden haber personas no genios pero de una inteligencia normal que están accediendo al sistema universitario como tal”, añadió.
En lo correspondiente al presupuesto universitario, mantiene que el 1,5% del PIB no es suficiente y sostiene que toda inversión en educación siempre va a dar réditos. También comenta que también se deben explorar otras fuentes de financiamiento.
“Nosotros deberíamos de formular unos 10 o 20 proyectos y, junto con el rector y el presidente, decirle a agentes internacionales “tenemos estos proyectos, son de esta magnitud, y podemos hacerlo no solo para CR sino también para la región”. No solo somos la mejor universidad de CR, sino también de centroamérica y eso conlleva responsabilidades”, culminó.
