Universitarias Joan Manuel Serrat invitado de honor en Lección Inaugural de UCR

La migración es una tragedia que tiene como motor la codicia

El Aula Magna fue el espacio perfecto para una noche de mucha risa, halagos e intercambio de opiniones sobre diversas temáticas.

El cantautor español Joan Manuel Serrat regresó a la Universidad de Costa Rica (UCR), tras su última presentación en el año 1978, para dictar un conversatorio en lección inaugural correspondiente al I ciclo del 2019.

Este 14 de marzo, en el Aula Magna de la UCR, se dio un reencuentro con la generación que lo escuchó en esa época, un acercamiento con estudiantes de primer ingreso de la UCR y otras generaciones, en el cual el artista respondió a consultas de los asistentes, en un espacio muy ameno y divertido.

Muchos de los asistentes conversaban previo al inicio de la actividad, ufanos de haber asistido a su primera visita, recordando cómo disfrutaron y anhelaban este reencuentro.

“Hace casi 50 años cuando los enormes porós que rodean el campus de nuestra universidad eran tan solo unos arbustos, el maestro Serrat visitó la Universidad de Costa Rica y esta noche me complace recibirlo para inaugurar el año lectivo 2019. Lo recibimos en una UCR más grande, con mayor madurez, más curtida, pero también más experimentada”, indicó el rector Henning Jensen.

Para el rector, que los estudiantes de primer ingreso tuvieran la oportunidad de compartir con el reconocido artista fue el espacio ideal. Pero no solo para ellos, sino también para todos aquellos de diversas generaciones que llegaron al encuentro, quienes evocan las canciones que los unieron, que hicieron arder sus espíritus y les enseñaron la belleza de la vida, el amor y la libertad.

Y fue con un discurso pausado y firme, que el cantautor respondió sobre diversos temas como las injusticias de la migración, su opinión sobre la política e ideologías, la importancia del agua, su tiempo de exilio en Latinoamérica y sobre su desarrollo como artista.

El tema al que respondió de forma más cómoda y con mayor seguridad fue sobre su carrera como cantautor, “ese sí es mi tema”, confirmó, pues de los otros aseguró responder puras opiniones, una realidad absolutamente personal. “La gente cree que sé de todo y en realidad se poco, lo que sí, es que me atrevo a decir lo que pienso en voz alta”.

Joan Manuel Serrat

De libertades

Precisamente, señaló, su desarrollo como cantautor ha sido producto de un proceso creativo basado en la insistencia, en el tiempo, en la pelea constante con las palabras y los argumentos que salen de su interior.

“Yo creo que es fundamental que un artista sea libre, lo cual no quiere decir que sea agradable para los demás, no se puede escribir en función de lo que opinen otros, pues el proceso creativo debe salir de adentro y debe ser gratificante para su creador, sin importar lo que otros piensen”, comentó Serrat en una de sus intervenciones.

Fue claro al responder que vive el proceso creativo como algo cotidiano, que forma parte de su oficio y que no responde a tiempos determinados. Es más, Serrat necesita tiempo, rigurosidad y, claro, algo de talento.

“En mi camino como artista desecharía o volvería a hacer muchas canciones mías. Esas son más de las que me dejaría, pero no puedo hacerlo, ya están hechas y soy responsable de ellas. Pero, claro, si no hubiera hecho cosas mal, no sería capaz de hacer nada bien, es una historia que va conmigo”, analizó el artista.

Uno de los asistentes le recordó que su música siempre ha estado vigente en los corazones de los costarricenses y de los latinoamericanos, tomando en cuenta que los escenarios políticos y sociales han cambiado. Este le preguntó cuál ha sido su clave para la permanente renovación como poeta y artista.

Ante esto, Serrat fue enfático en que él siempre ha tenido la suerte de poder hacer lo que quiere como cantautor, que no sabe la razón por la cual ha mantenido una relación de 50 años con la gente y que no existe un libro de recomendaciones. A lo cual añadió que un artista debe vivir al margen de aquello que crea que es la clave para la aceptación fácil y rápida por parte de la gente y seguir lo que manda su interior. Se debe ser libre.

Y sobre libertad fue claro, es difícil definirla, pero la considera como el respeto a lo ajeno, fundamentada en el derecho del otro, a lo que cada uno piensa; en sí, defender los valores propios, sin pisotear aquellos de otros, sin represalias ni estigmas.

En el Mediterráneo como en toda la tierra…

Como bien reza la letra de su canción Mediterráneo: Yo, que en la piel tengo el sabor amargo del llanto eterno, que han vertido en ti cien pueblos de Algeciras a Estambul, para que pintes de azul sus largas noches de invierno, a fuerza de desventuras, tu alma es profunda y oscura…”, Serrat es un hombre nacido en el Mediterráneo, en Barcelona en el año 1943. Es hijo de un obrero catalán y una ama de casa aragonesa; es decir, un mestizo, término que nunca escuchó con desprecio.

Reconoce que su Mediterráneo, como cuando nació en la época de la posguerra, sigue viviendo una época difícil y se ha convertido en un territorio bélico, que ha pasado por primaveras, otoños, veranos e inviernos, con revuelos provocados por guerras en Irak, Líbano, Libia, entre otros, y marcados por una masiva migración.

Su posición sobre la migración, no solo en Europa sino en América, fue una de las consultas que le hicieron a Serrat, a lo cual respondió tajantemente: es una tragedia que tiene como motor la codicia. Aunque tratan de disfrazarla de democracia, libertad o justicia, lo cierto es que ha sido producto del enriquecimiento de políticos que han montado sus propias guerras, crímenes y masacres a lo largo de la historia.

En sus palabras, hay gente que se dedica a destrozar e irse, producen situaciones bélicas de grandes dimensiones y no solucionan nada, convencen a todos de que las guerras son necesarias para el progreso y con ello las migraciones. Pero el problema no es solo que la gente sienta la necesidad de irse, sino que no encuentran un lugar capaz de recibirle.

“El gran drama de las migraciones en el Mediterráneo o en Centroamérica es la dificultad del migrante de salir para encontrar un lugar donde meter su vida y que los reciban de forma hospitalaria y acogedora. En los últimos años la gente toma el camino del mar, salen de sus tierras y se topan con un negocio mafioso que les quita lo poco que traen, les venden barcas que no flotan, chalecos salvavidas falsos y mientras se hunden toda Europa los mira, porque el horror que siente el rico frente al pobre es impresionante”, analizó.

En definitiva, la migración es un tema que ve con poco optimismo.

La política: un mundo de aburrimiento

En los años ochenta Serrat lanzó su canción Algo Personal, que tararea frases en referencia a los políticos, por ejemplo: “Hombres de paja que usan la colonia y el honor, para ocultar oscuras intenciones: tienen doble vida, son sicarios del mal. Entre esos tipos y yo hay algo personal. Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad, viajan de incógnito en autos blindados a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad, a colgar en las escuelas su retrato”.

En el encuentro con la comunidad universitaria le recordaron estos versos y le preguntaron si seguía vigente Algo Personal con los actores de la política. El cantautor hizo la diferencia entre la política y los políticos profesionales, que por lo general induce a confusiones, pues desde su perspectiva, en la vida siempre hay una actitud política.

“Pero otra cosa es el mundo de la política profesional, en la que yo personalmente he visto desaparecer a hombres preocupados ideológicamente por su pensamiento, convirtiéndose en individuos ligados a la partidocracia, a una cadena de mandos, un mundo enfadado, corrupto y ligado a cosas inconfesables. Definitivamente para mí, este tipo de política es un aburrimiento, donde hay ambiciones y enriquecimiento”.

Producto de este tipo de política, Serrat se vio obligado en los años setenta a vivir en el exilio durante 11 meses, lejos de su tierra natal; debido a una serie de críticas que realizó contra el régimen de Francisco Franco.

Latinoamérica lo recibió; en México encontró un lugar donde establecerse y poder trabajar. Esto fue muy reconfortante, porque tuvo una casa un núcleo de afecto en un momento de soledad y ausencias.

Consideró como injusto el hecho de que cualquier persona deba vivir lejos de su casa para no sufrir las consecuencias de sus actitudes políticas y aunque no es partidario del exilio. También agradece a quienes le abrieron las puertas y le invitaron a pasar a sus casas en Latinoamérica.

De poeta a poeta

Al cierre del evento, una migrante nicaragüense le preguntó a Serrat: ¿de poeta a poeta, desde tu cosmovisión poética y humana, qué respiro percibes de esta Latinoamérica en lucha?

“Mi cosmovisión poética es sumamente sencilla y limitada, más bien yo vivo una cotidianidad que me lleva por senderos simples. Lo que vi en América cuando la conocí en los años sesenta siguen siendo lo mismo que me sigue sorprendiendo y enamorando. Es esa tremenda fuerza que tienen, sus colores, sus perfumes, su manera de enfrentar un cada día jodido, apretado en el respirar”.

De esta forma cerró Joan Manuel Serrat su intervención en el Aula Magna de la UCR y dejó en los participantes un sentimiento de reflexión, con claridad de que es un artista con humanidad, sencillez y sobre todo con un espacio para sacar la risa de la gente.


Su paso por la UCR

Era noviembre de 1972 cuando el cantautor español Joan Manuel Serrat visitó la UCR por primera vez, con dos conciertos en el Centro de Recreación, cuya entrada tenía un costo de ¢10.

Luego, en el año 1978 fue traído por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (Feucr), y una nota del Semanario UNIVERSIDAD de la época reportó que la presentación del artista tuvo un costo de ¢70.000 y la entrada era de ¢20.

Sus letras han motivado la fuerza y determinación de muchas generaciones de estudiantes de la UCR, su música acompañó enormes movimientos estudiantiles y fue el fiel amigo de celebraciones.

Por ello, recibirlo nuevamente en 2019, con una renovada Universidad de Costa Rica, significó un espacio de remembranza para muchos, de recordar sus tiempos de lucha, de estudio y de revolución social.

“La primera vez que vine a la UCR y tuve un encuentro con los estudiantes, lo hice de la mano de Esteban Polls, fundador de la Compañía Nacional de Teatro. Incluso impulsó el desarrollo del Teatro Nacional y hoy estaría orgulloso de ver cómo se ha consolidado. En esa época el dólar se cambiaba a ¢6 y en ese momento conocí gente que me ha acompañado a lo largo de mi vida”, contó Serrat.

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