Universitarias Rodrigo Facio Brenes

El joven que pensó la Costa Rica del siglo XXI

Rodrigo Facio Brenes es una de esas figuras a las que el tiempo ha investido de leyenda.

Rodrigo Facio Brenes es una de esas figuras a las que el tiempo ha investido de leyenda. Economista, abogado, constituyente, profesor, político, padre, esposo e hijo ejemplar, son solo algunas de las muchas facetas que desarrolló a plenitud esta emblemática figura antes de su temprana partida en 1961, cuando tenía solo 44 años.

Rodrigo Facio, siendo rector de la Universidad de Costa Rica, acompañó al entonces presidente José Figueres Ferrer, a una gira por Europa. En la foto saludan al rector de la Universidad de Roma.

Su enorme legado es palpable hoy en la ciudad universitaria que tanto se empeñó en construir, y que da su nombre a la sede central de la Universidad de Costa Rica (UCR), casa de estudios a la que se entregó de lleno como rector y en la que dejó huellas profundas con su pensamiento humanista.

Al cumplirse 100 años del natalicio de una de las figuras más prominentes de la Costa Rica del siglo XX, UNIVERSIDAD hace un repaso por algunas de sus múltiples facetas y rinde homenaje a este gran pensador.

Futuro promisorio

De Rodrigo Facio Brenes, nacido un 23 de marzo de 1917, ya se sabía, desde muy temprano, que sería una figura destacada para el país. Así de claro lo tuvo siempre su madre, Rosario Brenes, quien desde sus primeros días fue guardando recortes y recuerdos con cada paso y logro de su hijo.

En este pequeño libro, que hoy preserva Dagmar Facio, hija de don Rodrigo, se pueden encontrar detalles como un dibujo hecho en 1922, el recuerdo de la primera comunión y hasta las notas del joven en la Facultad de Derecho (todas marcadas con un “10”), además de los recortes de periódico que lo destacan como diputado de la Asamblea Nacional Constituyente y como rector de la Universidad de Costa Rica.

 

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Se trata de una norma de equilibrio, a mi juicio, muy sana, justicia económica: que la justicia no mate a la eficiencia, ni la eficiencia mate a la justicia.

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Dentro de esas páginas cargadas de recuerdos y cargadas del orgullo de doña Rosario por su hijo, se encuentra bien preservada una carta que le remitió el maestro Ricardo Fernández Guardia, alabando los talentos del joven Facio un 12 de junio de 1939.

“Seguro estoy de no equivocarme al augurarle un brillante porvenir, por las excelentes cualidades que ya he descubierto en él y que le vienen de abolengo. Nobleza obliga, suele decirse, pero es lo cierto que son pocos los que saben cumplir con esta obligación”, dice Fernández sobre Rodrigo Facio, entonces de 22 años.

Rodrigo Facio se graduó como licenciado en derecho en 1941, para convertirse posteriormente en profesor de Filosofía del Derecho y de Historia de las Doctrinas Económicas. Pero mucho antes de entrar como docente a la vida académica fue un activista estudiantil muy destacado.

Alex Solís, profesor de la Facultad de Derecho de la UCR y estudioso de la vida de Rodrigo Facio Brenes, recordó que el joven Facio fue parte de los intelectuales que bajo la guía de Roberto Brenes Mesén organizó la Asociación de Estudiantes de Derecho, para dar paso luego al Consejo Estudiantil Universitario y, en 1940, al Centro de Estudios para los Problemas Nacionales.

“Para entonces, Rodrigo Facio apenas tiene 22 o 23 años y en el Centro de Estudios para los Problemas Nacionales es el que pone orden. Él es el que se encarga de la revista Surcos, él es el que vela porque otros produzcan artículos y que la revista sea una realidad cada 15 días”, recordó Solís.

“Él es muy importante como cofundador, en la parte organizativa del Centro, en la producción de la revista, y él es uno de los autores más prolíficos de esa revista. Su papel es destacadísimo”, añadió.

Para Solís, Rodrigo Facio es uno de los más importantes pensadores de la Costa Rica de mitades del siglo pasado, pero lejos de quedarse en la disertación intelectual, era un hombre que pasaba del pensamiento a la acción.

“Era hacedor de cosas. Pensaba y hacía. Fundó las asociaciones de estudiantes del Liceo de Costa Rica y de la Escuela de Derecho; cofundó el Centro de Estudios para los Problemas Nacionales, fue cofundador del Partido Demócrata (1945) y cofundador del Partido Social Demócrata, en el que participa en las elecciones para los miembros de la Asamblea Constituyente (obtiene cuatro representantes)”, resaltó Solís.

El Constituyente

Otra de las facetas destacadas de Rodrigo Facio fue como diputado de la Asamblea Nacional Constituyente de 1949, donde, a criterio de Alex Solís, fue la figura central y su principal ideólogo.

“Cuando él hablaba todo mundo se detenía a escucharlo, a pesar de que tenía solamente 32 años y había constituyentes ahí de una gran carrera política, de una gran carrera en el Poder Judicial”, indicó Solís.

Rodrigo Facio integró la comisión que nombró la Junta de Gobierno encabezada por José Figueres Ferrer para redactar un proyecto de constitución que sirviera como base de discusión, pues la corriente más conservadora prefería mantener como base la Constitución de 1871 y decidieron desechar el proyecto.

“El día que eso ocurre, los tres compañeros socialdemócratas de Rodrigo Facio dicen que se van para la casa. Pero Rodrigo Facio se lleva a los compañeros a la casa, trabajan hasta muy altas horas de la madrugada  y convierte el proyecto en mociones y corre el lunes hábil siguiente a presentarlas para tener prioridad”, destacó Solís, haciendo énfasis en la capacidad estratégica y de negociación de Rodrigo Facio.

Con esta estrategia, se introducen cambios importantes y se crea la Contraloría General de la República, se da estabilidad al empleo público con el Servicio Civil, se mantienen las Garantías Sociales y se desarrolla el capítulo sobre Educación, donde destaca la autonomía universitaria.

“De los libros de la época se resalta que Rodrigo Facio no era un gritón, habla como profesor, habla pausado, no lee sus discursos. Sorprende cuando uno revisa sus discursos, cómo tenía capacidad de articular tan bien discursos de tres horas. Esto se lo da su capacidad de estudio”, apuntó Solís.

La Ciudad Universitaria

Sin duda uno de los legados más evidentes de Rodrigo Facio Brenes tiene que ver con la construcción de la Ciudad Universitaria de la Universidad de Costa Rica y el diseño de Universidad que dejó a las generaciones siguientes.

Para Alex Solís, Rodrigo Facio se muestra como visionario; por es uno de los principales impulsores de la compra de la finca para la Ciudad Universitaria en Montes de Oca, proyecto que era criticado no solo por su alto costo, sino porque entonces se consideraba que estaba “muy lejos” de San José.

“Luego como rector, también es muy audaz y muy valiente, porque él y su generación comprendieron que había que construir la Ciudad Universitaria. Dicen que Rodrigo Facio se salía de la rectoría y andaba en medio de los andamios y los trabajadores, fiscalizando y viendo esa ciudad que se levantaba”, comentó Solís.

Como rector, Rodrigo Facio también se preocupó por buscar profesores en el extranjero para elevar el nivel de la Universidad de Costa Rica, para lo cual acompañó en 1956 al presidente José Figueres Ferrer a una gira por Europa, de donde trajo a destacados académicos.

“Esta es la semilla del desarrollo de las humanidades en la Universidad de Costa Rica, pues se viene una pléyade de profesores. Él consideraba, como rector, que la Universidad no podía estar aislada, debía estar al servicio del desarrollo del país, y que de ninguna manera un estudiante no podía dejar de estudiar por el pretexto de que no tenía recursos”.

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La economía, si se toma como fin, conduce al hombre a la abyección, porque el materialismo, la pura satisfacción de las necesidades fisiológicas, el simple disfrute de los goces materiales de la vida, como objetivo último, desemboca en un simplista programa parque zoológico modelo.
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Todo régimen debe tender a la felicidad del hombre. La esclavitud de este al Estado o al gobierno, como la servidumbre del hombre la hombre mismo, dentro del sistema de formación capitalista actual, no son medios recomendables.
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Rodrigo Facio, el poeta

Entre sus múltiples facetas, Rodrigo Facio también escribió alguna vez poesía, como es el caso de este texto de 1937, titulado “Desbordamiento”, que rescata Alex Solís en su libro “El Pensamiento Jurídico de Rodrigo Facio”

Desbordamiento

Vivier es mirar hacia adelante

pensar, soñar, creer que hay mañana;

sentir deseo de crear,

y crear, fecundizando el alma.

Conocerse integralmente

las manos y la entraña:

la entraña del motor,

la mano, el arma,

pero solo pensándose y sabiéndose

realizarán una perfecta vida humana.

Hay vidas a montones que no viven

porque no sueñan nada:

nacen, crecen, comen y duermen,

pero el alma abandonada…



 

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