El tema fue presentado ante el Consejo Universitario (CU) porque ya llegó la hora de que la Universidad de Costa Rica pida una disculpa pública a 15 académicos, a quienes por sus pensamientos y filiación política, al ser militantes del Partido Comunista, fueron perseguidos y expulsados por ser considerados como “colaboracionistas” del expresidente Teodoro Picado y seguidores de Rafael Ángel Calderón Guardia.
El pasado jueves 12 de octubre, en sesión de Consejo Universitario, se realizó el planteamiento por parte de la representante del Área de Artes y Letras, Ana Patricia Fumero, que tanto la UCR y el Consejo le ofrezcan una disculpa al grupo de académicos, encabezados por Fabián Dobles Rodríguez, quien fue declarado en este 2023 “Benemérito de las Letras Patrias”, y a 13 personas más por los actos de persecución, coacción y exposición pública.
“A Fabián Dobles, Manuel de la Cruz González y a otros profesores los metieron en un camión y los pasearon por la Avenida Central. A todos los habían detenido dentro de la universidad y se los llevaron. Además de perder el empleo, Dobles y otros profesores pasaron recluidos en la Penitenciaría Central de San José, debido a su militancia comunista”, expresó Fumero, ante los miembros del Consejo Universitario, el pasado 12 de octubre.
“Al reconocer el país el valor y el aporte de Fabián Dobles, no se puede olvidar que él y otros universitarios fueron víctimas de una purga impulsada al interior de la UCR por docentes y, sobre todo, por estudiantes, incitados por la visión de la política del momento. Quienes procedieron así cometieron una grave injusticia, al truncar las carreras y las vidas de profesores y alumnos, para algunos de los cuales esto supuso el exilio para nunca más volver. La UCR y este Consejo Universitario deben una disculpa pública a aquellos que fueron perseguidos por su pensamiento y filiación política”, enfatizó la académica.
Fabián Dobles: Benemérito
Dobles, oriundo de San Antonio de Belén, nació en 1918 y falleció en 1997. Fue nombrado “Benemérito de las Letras Patrias”, tras el voto unánime de la Asamblea Legislativa, el pasado 4 de octubre del 2023, debido a sus aportes a la literatura costarricense.
Además, fue militante del Partido Comunista, refundado posteriormente bajo el nombre de Vanguardia Popular en 1943. Sus obras se centraron en la condición social del sector campesino costarricense. Se graduó del Liceo de Costa Rica, luego, estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, donde se tituló en 1941. Posteriormente, en 1942 publicó su primera obra: Aguas Turbias. En esos años se unió a la “Generación del 40”, una agrupación de intelectuales comprometidos con las causas sociales, dentro de la que también militaron los destacados escritores Carlos Luis Fallas, Joaquín Gutiérrez y Adolfo Herrera García.
Dobles inició, en esa misma década, como docente de la Escuela de Servicio Social de la Universidad de Costa Rica, en medio de la Guerra Civil de 1948, que polarizó políticamente al país en dos bandos: las fuerzas del Partido Republicano, con el entonces presidente Teodoro Picado, a su vez lideradas por el exmandatario Rafael Ángel Calderón Guardia y unidas al Partido Comunista, frente a las del figuerismo, lideradas por José María Figueres Ferrer, en unión con Otilio Ulate, a quien señalaban como el candidato vencedor de las elecciones de ese año. Estos últimos resultaron vencedores y se estableció, tras 40 días de conflicto bélico, la Junta Fundadora de la Segunda República, lo cual conllevó, pese a lo acordado en el Pacto de Ochomogo, a represalias y persecuciones que escalaron a las aulas universitarias.

Persecución y exilio
Una de esas consecuencias fue el hecho de que la Junta ilegalizó al Partido Comunista, lo cual provocó que Dobles fuese perseguido por su militancia política, por un sector universitario.
En mayo de 1948, el Consejo Estudiantil Universitario publicó una lista de profesores y estudiantes “colaboracionistas”, es decir, seguidores de la fuerza de izquierda en el país. A los docentes se les dio un plazo de 24 horas para dejar en firme su renuncia inmediata, de lo contrario, estudiantes se colocarían en las puertas de la UCR y de sus cátedras para impedirles el ingreso.
Por su parte, para los estudiantes “colaboracionistas”, se solicitó una sanción de dos años, lo que impidió que terminaran sus estudios universitarios. Inclusive, se consideró castigar a aquellos estudiantes que obtuvieron becas para estudiar en el extranjero. Ante la resistencia de los llamados “colaboracionistas”, el sector estudiantil se levantó en una huelga de 24 horas, con la premisa de generar presión sobre las autoridades universitarias y a los docentes señalados. En dicho movimiento se unieron todas las facultades.
Entre los docentes perseguidos y denunciados por Consejo Estudiantil se encontraban: Fernando Chaves Molina, José Merino y Coronado, Jorge Volio, Héctor Beeche Luján, Roberto Campabadal Tinoco, Manuel de la Cruz González, Jaime Soley, Hernán Zamora Elizondo, Julián Zamora Dobles, Salvador Umaña, Rodrigo Cordero Zúñiga, Rodrigo Vargas Antillón, José Amador Guevara y, por supuesto, Dobles.
Y fueron cinco los estudiantes señalados para que se les realizarán las sanciones mencionadas, entre ellos: Mario Rueda Porras, Álvaro Gené Sojo, Guillermo Villalobos Arce, Óscar Bakit Padilla y Fernán Rodríguez Gil. No obstante, el Consejo concluyó que no estaba dentro de su competencia sancionarlos y remitió la denuncia a las facultades respectivas, para que fueran estas las que interpusieran las sanciones solicitadas.
Posteriormente, el 5 de mayo de 1948, el Consejo Universitario aceptó la renuncia de los docentes coaccionados, sin embargo, faltaban profesores para hacerla efectiva. Finalmente, y luego de constantes presiones, el 11 de mayo, renunciaron Fabián Dobles, Rodrigo Cordero, José Merino y Coronado, Roberto Campabadal y Hernán Zamora.
Deuda histórica
Luego de la intervención de Fumero, sobre los sucesos acontecidos, el representante de las Sedes Regionales de la UCR ante el Consejo Universitario, Carlos Araya Leandro, afirmó que estos hechos forman parte de la historia no grata de dicha casa superior de estudios superiores.
“Agradezco que se traiga este tema a colación. Ante la decisión de la Asamblea de declarar a Fabián Dobles Benemérito de la Patria en Letras, deberíamos valorar, efectivamente, como Consejo Universitario, esa disculpa a esas personas que realmente fueron sometidas a un trato para nada decoroso. Creo que es una deuda histórica que este Consejo Universitario podría saldar y, desde mi punto de vista, quiero manifestar mi apoyo para que podamos presentar una propuesta en esa línea”, finalizó Araya.
