Universitarias Rodrigo Carboni:

“Debe haber una comunicación fluida entre el Consejo y otras instancias”

Candidato a representar al Área de Ciencias Básicas, Carboni aboga por que los procesos internos sean más eficientes y la reglamentación más clara.

Bachiller y máster en Física de la UCR, además de contar con un doctorado de la Universidad de Ruhr en Alemania, Rodrigo Carboni asegura que desea poner su experiencia como docente y director de carrera y posgrado, al servicio del Consejo Universitario como representante del Área de Ciencias Básicas.

“En ese tiempo administrativo he adquirido el conocimiento de cómo opera la universidad, qué quiere uno de una universidad, qué es la universidad y he estado en interacción con todos los entes administrativos y de acción social”, aseguró.

Para Carboni, la universidad requiere de una simplificación de sus reglamentos para que sus trámites sean más ágiles y los procesos sean más fluidos; esto sin afectar el debido control y fiscalización.

“Debe haber una comunicación muy fluida y constante entre el Consejo Universitario y las diferentes dependencias que van a utilizar esa reglamentación, osea la comunidad universitaria, las unidades académicas, etc”, comentó.

Carboni considera importante que la Universidad impulse con más fuerza el trabajo interdisciplinario en la investigación y la acción social, para tener un mayor impacto del quehacer universitario en la comunidad.

Para este físico, también es importante que la universidad tenga en cuenta los requierimientos del mercado laboral a la hora de orientar los esfuerzos de formar un estudiante, pero sin perder la visión de mantener el aporte que dan todas las áreas del conocimiento.

“Es un proceso de crear conciencia en todos los campos que creo yo que es una de las funciones importantes que tiene la universidad de darle la posibilidad a todas las áreas conocidas del saber y la proyección de ella misma. Esto también debe ser un pensamiento global del país. En otros países el estado define cuántas personas van a estudiar cada campo y cada carrera, es un consenso entre universidades y el país”, afirmó.

Carboni también considera que los mecanismos de ingreso a la universidad tiendan a ubicar de manera más efectiva a las personas en los campos en lo que se puedan desarrollar mejor, y si bien está de acuerdo con las políticas que buscan mayor equidad, considera que se debe cuidar el no “forzar” el acceso en algunas zonas, sin antes colaborar con la mejora integral de la educación secundaria pública.

Sobre la discusión entorno a mantener o reducir las anualidades, Carboni aseguró que es partidario de una estabilidad laboral y una remuneración correcta para los funcionarios universitarios, pues se debe procurar mantener al mejor recurso humano en la universidad y eso implica una fuerte competencia con el sector privado.

“Claramente todo debe ir en el contexto de la posibilidad. Hay que ser racional en ese sentido y darse cuenta de que se pueda lograr esa estabilidad siempre en el marco de la sostenibilidad de eso. Si la necesidad obligara a repensar todos estos pues habría que hacerlo. Habría que considerar darle una revisión bastante detallada para ver si es factible o no”, aseveró.

Para Carboni, también se debe pensar en una mayor eficiencia de los recursos con que cuenta la universidad, pues conforme se acerca la meta del 1,5% del PIB para el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), se debe asegurar la estabilidad de las finanzas universitarias.

“Yo lo que creo es que todos esos crecimientos deben ir asociados a un ordenamiento interno desde el punto de vista financiero para ir optimizando todos los recursos”, añadió.

Sobre la situación del rector Jensen y el caso del CIL, Carboni considera que ese conflicto es una muestra de la falta de reglamentación clara en muchos procesos, pues debe haber claridad sobre lo que podía hacer o no el jerarca universitario.

“Si hay un proceso que se lleva a cabo con transparencia pueden haber alternativas reglamentarias que le permitan hacer que todo el proceso desde su inicio sea una manera que se pueda hacer ajena a la persona que está relacionada y él no tenga ninguna injerencia aunque sea el rector de la universidad”, concluyó.

 

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