Universitarias

Grupo de Guías y Scouts de la UCR cumplió 10 años de servicio

El grupo nació en el 2007 y desde entonces se ha dedicado a la formación de niños y jóvenes en guidismo y escultismo.

El grupo nació en el 2007 y desde entonces se ha dedicado a la formación de niños y jóvenes en guidismo y escultismo.

Hace diez años, gracias a la iniciativa de un grupo de estudiantes, la Universidad de Costa Rica (UCR) se convirtió en el primer centro de educación superior del país en contar con un grupo de guías y scouts.

El grupo de guías y scouts de la UCR ha prestado su ayuda y colaboración a distintas causas, como para el Huracán Otto y la Tormenta Tropical Nate

El grupo, denominado “Guía y Scout n°41 Juanito Mora”, llegó el pasado 31 de octubre a su décimo aniversario. Inició en el 2007 con 12 miembros en total y una población meta conformada por estudiantes de 17 a 20 años, pero ha evolucionado a tal punto que al día de hoy el grupo está compuesto por alrededor de 75 miembros, de los cuales 55 van desde los 7 a los 21 años de edad.

“El movimiento de guías y scouts es un proceso de educación no formal, que compromete al joven o al niño con valores como ser leal, servicial, trabajador, amigable, etc.”, comentó Pablo Morales, dirigente de la Sección Mayor y miembro del Grupo desde sus inicios.

A pesar de que el grupo nació con la intención de que fuera dirigido a los estudiantes universitarios, con el paso de los años se fue abriendo a otras poblaciones más jóvenes y no solo a miembros de la comunidad de San Pedro, sino a cualquier persona con interés de ser parte.

Es así como a partir del 2013 se abren otras tres secciones dentro del Grupo: La Manada, conformada por niños y niñas entre los 7 y 11 años, La Tropa, dirigida a personas entre los 12 y 14 años, y La Wak, que cubre a los jóvenes entre los 15 y los 17 años. Luego de este último grupo y una vez siendo mayores de edad, los jóvenes pueden pasar a ser parte de la Sección Mayor hasta la edad de 21 años.

El Grupo opera bajo cinco pilares que conforman su identidad: Guías y Scouts, Hermandad, Aprendizaje, Aventura y Universidad. Se trabaja también con áreas de crecimiento ligadas a objetivos educativos que van cambiando de acuerdo con la edad. Por ejemplo, un objetivo de La Manada puede ser que los niños aprendan a amarrarse los zapatos, mientras que en la Mayor puede ser un proyecto de acción social en su comunidad o de voluntariado en algún Parque Nacional.

Según Morales, “el coordinador del movimiento scout pensó la forma de construir un mejor ciudadano, un ser humano nuevo que deje este mundo mejor que como lo encontramos, a partir del trabajo voluntario”.

“Entonces eso ha hecho que el grupo se vincule con el programa de Voluntariado de la Universidad, pero también con otras actividades, por ejemplo, que nuestros chicos colaboren con la Teletón, con la organización de una fiesta en un Hogar de Ancianos, restableciendo senderos en un Parque Nacional, dando asistencia en la romería hacia Cartago… La forma en la que los muchachos pueden dar servicio a su comunidad es muy amplia”, concluyó.

Ser parte de “La 41”

Kristel Orozco tiene 20 años, es estudiante de Aduanas en la UCR y parte del Grupo Guía y Scout 41 desde el 2015. Para ella, la experiencia ha sido muy enriquecedora ya que el movimiento le permite ser parte del grupo sin descuidar sus responsabilidades con la Universidad.

“No nos tenemos que adaptar a un molde ya hecho, sino que acomodamos las cosas a nuestra manera, podemos hacer actividades diferentes y además lo que es el encuentro de pensamientos e ideas es demasiado lindo, porque las personas con las que usted topa en la U ya tienen una mente más abierta, no es tan cerrado como en otros lugares”, expresó.

La Sección Mayor, al estar conformada por jóvenes mayores de edad y en su mayoría universitarios, es el grupo más flexible en términos de horarios y actividades. El grupo tiene la independencia de reunirse en los horarios que mejor les convengan a todos los integrantes (en horas de la noche, por ejemplo) y requieren mínima supervisión por parte de los líderes.

Al funcionar de esta forma, los jóvenes pueden sacar tiempo para ser parte de “La 41” sin descuidar sus estudios universitarios u otras obligaciones, lo que representa una gran ventaja para esta población.

“La experiencia ha sido muy enriquecedora, nunca había estado cerca de lo que es el movimiento en sí, entonces fue muy increíble encontrar eso dentro de la Universidad y cómo juntaba lo mejor de ambos mundos: la U y el Grupo”, manifestó Felipe Carmona.

Carmona es también estudiante de la UCR, de la carrera de Informática, y desde los 19 años (ahorita tiene 21) es parte del Grupo. Debido a su edad, le queda un mes nada más para egresarse de la Mayor, por lo que pudo contar a UNIVERSIDAD qué es lo más le ha aportado este proyecto a su vida:

“Dos cosas fundamentales: una es el servicio, “vivir para servir”, es muy importante. La persona adquiere muchos conocimientos pero la idea es usarlos para ayudar a alguien más. Luego la parte de la educación, en este momento tenemos muchos chicos pequeños a los cuales se les enseñan valores como ayudar y respetar, esa parte de dejar huella en las nuevas generaciones es a nivel general del movimiento lo más importante”, concluyó.

Orozco, por su parte, indicó que lo que más le gusta de ser parte de “La 41” es “el hecho de poder compartir ideas sin ser juzgada y que estamos siempre para colaborar con los demás, no solo con la comunidad, sino para con todas las personas”.

¿Cómo ser parte del Grupo 41?

 Para ser parte de este Grupo de Guía y Scout en realidad no hay muchos requisitos. De acuerdo con Pablo Morales,  se debe realizar un proceso de un mes en el cual la persona conoce los valores del movimiento y de la promesa.

También se debe dar una adhesión voluntaria a la forma de vida, es decir,  que la persona esté dispuesta a aceptar este código de valores.  Además de eso no hay ninguna limitación,  salvo la edad para pertenecer.

Las secciones menores (las tres que abarcan las edades de 7 a 17 años) se reúnen todos los sábados en la Facultad de Educación de la Sede Rodrigo Facio, a partir de las 10:00 a.m.

La importancia de este proyecto, según Morales, radica en dos componentes principales: el primero es que ofrece un programa de educación no formal de alta calidad a niños y jóvenes que se complementa con la solidez profesional que brinda una universidad como la UCR.

El segundo es que se logra desarrollar un pensamiento filosófico en el cual se espera construir una ciudadanía comprometida con el país, con un mejor mundo y que tanto el pensamiento humanista que provee la Universidad como el pensamiento filosófico tengan sintonía.

Si desea pertenecer a “La 41” puede llamar al 8308-2121 o escribir al [email protected]

 

 

 

 

 

 

 

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