Universitarias

Gasto en salarios de las universidades públicas se redujo en 2021

Entre 2017 y 2020, el crecimiento anual del gasto global en remuneraciones de las universidades públicas fue menguando; mientras que en 2021 el mismo rubro decreció

El gasto global en salarios de las cinco universidades estatales se redujo 0,87% en 2021, lo que significa una disminución de más de ₡3.700 millones respecto de 2020, según un análisis realizado por UNIVERSIDAD, a partir de datos obtenidos de la Contraloría General de la República (CGR)

Asimismo, entre 2017 y 2021 el crecimiento del gasto en remuneraciones ya venía en caída, al representar 5,65% en 2018, 3,84% en 2019 y 1,07% en 2020.

El presidente del Consejo Nacional de Rectores (Conare) y rector de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Rodrigo Arias, señaló que en esos años las universidades han tomado una serie de “medidas de contención de gasto” que condujeron a ese comportamiento, entre las que se incluyen varias relacionadas con las remuneraciones.

“Al final las retribuciones y los beneficios que obtiene la sociedad con estas inversiones son mucho más grandes que los costos”, Roxana Morales

Según el rector, el congelamiento salarial que las universidades han experimentado (junto al resto del sector público), además de decisiones internas de las universidades, como la de no crear nuevas plazas o congelar algunas vacantes, son parte de los motivos por los cuales el gasto en salarios se aminorara: “Todos esos factores en conjunto, complementados, sumando uno a otro, han dado pues este resultado general en la partida de remuneraciones del conglomerado de las universidades”.

El jerarca explicó que, si bien la aplicación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9635) también ha tenido incidencia en el comportamiento, las medidas de las universidades “empiezan antes de que se den las aprobaciones legales vinculadas a esa contención del gasto”:

“Las medidas de las universidades vienen de un tiempo atrás, precisamente con el propósito de buscar una reducción, una sostenibilidad financiera, en el largo plazo para las universidades; una reducción en el crecimiento del gasto y una mejor utilización de los recursos disponibles, para atender de mejor manera las áreas claves, sustantivas del quehacer de la institución”, señaló Arias.

El presidente del Conare también hizo evidente que esta reducción se da al tiempo que las universidades han crecido en su matrícula, su capacidad instalada y en los servicios que brindan, por lo que es natural que haya un aumento del gasto en remuneraciones: “Hay una relación directa, a más matrícula, más estudiantes y más servicios para estudiantes; pues también se necesitan más personas para brindar servicios de todo tipo, principalmente los servicios académicos”.

Por su parte, la vicerrectora de Administración de la Universidad Nacional (UNA), Roxana Morales, coincidió en que las universidades han implementado medidas de contención en la parte salarial, como el no otorgamiento de anualidades, mayor control en gasto de horas extra y en suplencias, entre otras; lo cual ha permitido una reducción en el gasto en remuneraciones, sin necesidad de hacer una reducción de la planilla.

La vicerrectora indicó que las casas de enseñanza se han enfocado en ser más eficientes en el uso de los recursos, ya que el crecimiento que venía en los salarios de todo el sector público “era insostenible”, por lo cual, junto a la aplicación que las universidades han hecho de la ley 9635, las otras medidas implementadas han tenido un impacto importante: “No solamente gastamos menos, sino que hacemos más con menos”.

Asimismo, tanto Morales como el vicerrector de Administración de la Universidad de Costa Rica (UCR), Roberto Guillén, explicaron que otra razón por la cual se da este comportamiento es porque una gran cantidad de personas se han ido jubilando, lo que implica que son sustituidas por nuevos trabajadores con menores salarios:

“En ningún momento se han eliminado plazas, más bien la Universidad para crecer necesita las plazas que tiene y más, pero por ley no se pueden crear plazas, entonces tenemos que utilizar al máximo las plazas que tenemos”, agregó Guillén.

Para el vicerrector, un crecimiento razonable del gasto en remuneraciones sería uno donde se contemple que “los salarios deberían por lo menos cubrir el costo de vida, mantener su capacidad de adquisición del costo vida; yo creo que eso es lo mínimo que deberíamos tener”.


Es normal que la partida de remuneraciones sea la más grande

Los académicos explicaron que en instituciones como las universidades, cuyo fin es dar servicios a la sociedad, es natural que la inversión más grande se haga en el pago de remuneraciones, puesto que son las personas quienes brindan esos servicios:

“Lo que nosotros damos son servicios, verdad. Son servicios de educación y pues son personas prestando servicios. Aquí nosotros no vendemos productos, entonces son personas las que realizan los servicios. Entonces, es lógico que en una organización de servicios, prestadora de servicios, la mayor inversión sea en el personal. Eso es consustancial con la naturaleza de una Universidad”, dijo Guillén.

Según los datos recopilados por UNIVERSIDAD, entre 2017 y 2021 el gasto en remuneraciones de las cinco universidades públicas en conjunto representó entre el 76,08% y el 81,85% de los ingresos que recibieron esas instituciones por vía del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) y las transferencias a la Universidad Técnica Nacional (UTN).

“Nuestra masa salarial es una masa salarial muy sana, es decir, es mucho menos del 70%; fluctúa dependiendo del contenido presupuestario, pero en general anda entre 60 y 70% lo cual es muy sano. Eso quiere decir que tiene un 30% que le posibilita crecer en equipos, instalaciones y gastos que le permiten adaptarse a los requerimientos y a las circunstancias”, manifestó el vicerrector de la UCR sobre esta institución.

En la misma línea, la vicerrectora de la UNA manifestó que “Universidad son personas”, que atienden y apoyan en las actividades universitarias: “En el caso de la UNA hemos logrado reducirlo al 78% del presupuesto total del FEES, entonces hemos logrado bajar significativamente y el resto de los recursos se van principalmente en becas estudiantiles, que es el rubro más importante para nosotros”.

Morales explicó que, en cualquier caso, es una inversión que vale la pena, ya que el aporte que se hace es “muy grande”, lo cual es un motivo de orgullo, puesto que “la universidad pública es un instrumento de movilidad social”. La académica agregó que también el mercado de trabajo se ve beneficiado, con mano de obra capacitada de alto nivel; y que a nivel internacional se logran atraer inversiones porque la mano de obra formada en las universidades públicas está bien capacitada: “Al final las retribuciones y los beneficios que obtiene la sociedad con estas inversiones son mucho más grandes que los costos”.

El presidente del Conare explicó que cualquier institución que de servicios, ya sea pública o privada, “tendrá naturalmente una mayor cantidad de su gasto centrado en las remuneraciones”, porque los servicios los brindan las personas:

“Lo que pasa es que si ha habido una campaña orquestada para cuestionar ese rubro dentro de las universidades sin entrar a analizar profundamente cómo es que está distribuido el gasto en nuestras instituciones, y dentro de ese análisis, cómo se ejecuta el gasto en cada una de las universidades”, concluyó el rector, agregando que la disposición de las universidades es hacer “el uso más eficiente posible de los recursos” y, al mismo tiempo, “aumentando los servicios que se brindan a la ciudadanía”.

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