Universitarias

Falta de delimitación dificulta uso de Finca 4 de la UCR para investigación

En 2015 el Consejo Universitario declaró como reserva biológica el 60% de la finca.

La falta de delimitación de la Finca 4 de la Universidad de Costa Rica (UCR) dificulta su uso para investigaciones de la Escuela de Biología.

Un 60% de la propiedad, ubicada en Sabanilla de Montes de Oca, fue declarado como reserva biológica por el Consejo Universitario (CU) en mayo del 2015. Se estipuló que el restante 40% sería utilizado para infraestructura (7%), un bosque recreativo (21,4%) y parcelas experimentales para investigación (11,6%).

La iniciativa surgió tras las intenciones de la UCR de construir en la finca la Facultad de Odontología. La carrera de Biología y el colectivo ProBosque Guaymí, compuesto por vecinos de la zona, se opusieron a esa construcción y lucharon por la declaratoria de reserva biológica.

El CU también solicitó a la Administración coordinar la creación de un programa de recuperación del bosque con especies nativas del Valle Central junto con la Escuela de Biología, la Unidad de Gestión Ambiental, la Comisión Institucional de Foresta Universitaria y el Programa Institucional de Investigación en Paisajismo.

Sin embargo, el terreno aún no se ha dividido; mientras, la Escuela de Biología espera para iniciar investigaciones y un plan de reforestación en la zona.

“Nosotros hemos insistido en delimitar la reserva para poder empezar a trabajar, no podemos empezar a reforestar porque no sabemos dónde están los límites”, indicó el director de la Escuela de Biología, Daniel Briceño.

Con un área de 71.252,37 metros cuadrados, Finca 4 es considerada una isla ecológica en medio de la Gran Área Metropolitana, pues alberga más de 117 especies de aves y 110 especies de plantas, de las cuales algunas desaparecieron de las zonas urbanizadas del Valle Central, según un estudio de la Escuela de Biología.

El presidente de la Asociación de Estudiantes de Biología, Carlos Bolaños, explicó que otra de las razones para investigar el terreno es por la presencia del peculiar pasto de elefante morado (pennisetum purpureum, por su nombre científico).

Asimismo, la Dirección de Aguas del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) dio a conocer en noviembre la existencia de dos nacientes de agua en el lugar y declaró como áreas de protección el radio de 100 metros alrededor de cada naciente.

Biología aún espera una respuesta de la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI) a la solicitud de incluir esas nacientes en el 60% destinado a ser reserva biológica.

El director de OEPI, Kevin Cotter, afirmó a UNIVERSIDAD que dicha decisión se tomará el 22 de febrero en la Comisión Institucional de Planta Física de la Vicerrectoría de Administración, cuando acuerden la delimitación de la finca, y aseguró que tomarán en cuenta que “las nacientes tienen un radio de retiro establecido por ley que debe respetarse”.

Daniel Briceño incluso pidió al CU declarar toda la propiedad como zona de reserva por su importancia biológica, pero el director del CU, Rodrigo Carboni, contestó que la decisión inicial no podía ser cambiada.

La Comisión de Planta Física, formada por 13 funcionarios de distintas instituciones universitarias, se encuentra a la espera del criterio del arquitecto Carlos Jankilevich para enviar a Biología su plan de delimitación. Al cierre de edición Jankilevich no había contestado un correo para conocer los detalles de su propuesta.

El asentamiento de personas indigentes es otra problemática que enfrenta el lugar. En mayo pasado se encontraron tres ranchos después de que la Universidad limpió parte de la maleza por orden de la Fuerza Pública.

Carlos Bolaños afirmó que los vecinos han seguido presentando quejas ante la Fuerza Pública, y que a pesar de que han conversado con los indigentes el problema persiste.

La Escuela de Biología solicitó en mayo pasado a la Oficina de Servicios Generales (OSG) la construcción de una malla alrededor de la finca. La Sección de Mantenimiento y Construcción de la OSG informó a UNIVERSIDAD que en las mediciones iniciales incluyeron una sección de tierra que no correspondía, por lo que están estimando nuevamente el presupuesto para ser enviado a Rectoría a finales de febrero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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