La Facultad de Ciencias Sociales y el Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) de la Universidad Nacional (UNA) solicitaron la renuncia inmediata de la ministra de Educación, Anna Katharina Müller, tras los comentarios de la jerarca sobre el acoso escolar.
En la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa, Müller señaló que “un niño, una niña, un joven con buena autoestima no se deja afectar por el bullying”.
Ante esto, los académicos de la UNA manifestaron en comunicado su “profunda preocupación” y señalaron que “los centros educativos deben ser promotores del desarrollo de la personalidad de los educandos desde la solidaridad y la comprensión”.
Además, indicaron que el personal docente “asume el compromiso de promover valores como el respeto, la tolerancia y la no discriminación”, pero que preocupa que el la jerarca del Ministerio de Educación Pública (MEP) simplifique un problema como el acoso escolar, “reduciéndolo a su propia interpretación personal y pasando por alto las heterogéneas causas sociales, culturales, educativas, contextuales, históricas y económicas, entre muchas otras, que intervienen en este fenómeno”.
Los especialistas destacaron que existen investigaciones que exponen los efectos del acoso escolar en la vida de los estudiantes, entre los que se encuentran el fracaso escolar; crisis de ansiedad, pánico y depresión; constante sentimiento de culpa; alteraciones del estado de la conducta; déficit en la autoestima; insatisfacción familiar, entre muchos otros.
También recordaron que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que Costa Rica es el segundo país de Latinoamérica con más casos de acoso escolar, donde “al menos un 11% de los niños y niñas en edad escolar afirman ser víctimas de dinámicas de acoso escolar, como bien refiere el informe PISA 2015”.
“Ante la evidencia científica y la basta información sobre el tema, resulta inconcebible revictimizar a la víctima trasladando la culpa sobre la persona agredida y su familia, lo cual constituye un hecho de graves proporciones viniendo precisamente de la figura rectora del MEP”, aseguraron los expertos.
Asimismo, explicaron que cuando una persona es víctima de acoso escolar, cada caso debe ser atendido “con la seriedad que corresponde”, donde “tanto acosado como acosador requieren de un abordaje integral, acompañamiento y apoyo profesional”.
