La Federación Costarricense de Estudiantes de Farmacia (Fecoef) se pronunció ante los cuestionamientos hechos a su profesión durante los últimos días, especialmente por parte del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica.
Los médicos criticaron que, durante una entrevista televisiva, una alta funcionaria del Colegio de Farmacéuticos recomendó a los pacientes consumidores de medicamentos en farmacias privadas conversar con el farmacéutico regente para que este le asesore y le prescriba el medicamento más adecuado.
Al respecto, el Colegio de Médicos y Cirujanos se pronunció mediante un campo pagado en el periódico La Nación, el domingo 24 de abril, para indicar a la ciudadanía que “los farmacéuticos no tienen facultad para prescribir medicamentos, incluso los de venta libre. Dicho profesional se debe limitar a venderlo, más no prescribirlo”. Debido a los riesgos que conlleva la ingesta de medicamentos, advirtieron, este debe ser prescrito únicamente por un profesional en medicina.
El comunicado, firmado por el Presidente del Colegio, el Dr. Alexis Castillo, causó molestias en el gremio farmacéutico, quienes consideran que el Colegio está tratando de desprestigiar y minimizar su trabajo.
La Fecoef afirmó que “el farmacéutico está en posición de verificar que lo antes prescrito se encuentre correctamente y acorde al historial clínico del paciente, esto para evitar errores que se hayan dado por el prescriptor”.
Agrega, además, que su formación es especializada en los medicamentos, “por ello tenemos todas las herramientas para informar a un paciente sobre lo que se le recetó, sus efectos adversos, interacciones y la forma correcta de utilizar el mismo”.
Al respecto, la Ley General de Salud, en el Artículo 54, indica: “Sólo podrán prescribir medicamentos los médicos. Los odontólogos, veterinarios y obstétricas sólo podrán hacerlo dentro del área de su profesión”.
Sin embargo, en el artículo 56 de esta misma ley se encuentra: “Sólo los farmacéuticos podrán despachar recetas de medicamentos, y en todo caso están en la obligación de rechazar el despacho de toda receta que no se conforme a las exigencias científicas, legales y reglamentarias”.
Jannis Henríquez, integrante de la Fecoef y Presidenta de la Asociación de Estudiantes de Farmacia de la Universidad de Costa Rica, enfatizó este último artículo de la ley y recalcó que aunque los médicos son los únicos autorizados en prescribir, los farmacéuticos son quienes conocen sobre el medicamento y tienen las capacidades y herramientas para indicar cuál es el mejor para la persona, tomando en cuenta las interacciones con otros medicamentos y los efectos adversos de los mismos.
“Queremos que sea una correcta información la que se esté dando y que no se nos desprestigie como profesión, porque al final quedamos como si fuéramos solo unos vendedores y en realidad somos mucho más”, concluyó Henríquez.
Por su parte, el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica (Colfar) se pronunció el 26 de abril mediante un comunicado en el cual expresa su descontento con el Colegio de Médicos y rechaza sus afirmaciones.
“Al indicar el Colegio de Médicos que el profesional farmacéutico debe limitarse a vender los medicamentos, no solo irrespeta nuestra profesión, sino que denota desconocimiento de las competencias del profesional farmacéutico”, señaló el comunicado en el que se agrega que la formación académica del farmacéutico involucra aspectos del medicamento en todos sus ámbitos.
Sobre la prescripción de los medicamentos y el papel del farmacéutico, aclara: “Cuando el médico realiza el diagnóstico y prescribe uno o varios medicamentos, la receta debe ser revisada e interpretada por el farmacéutico, quien si detecta errores en la prescripción, así como interacciones con otros fármacos o alimentos, los comunica al médico para su corrección, esto le garantiza a la población que se le está entregando el medicamento correcto, en la dosis adecuada”.
El Colfar hizo un llamado para que las funciones de los profesionales de la salud se consideren complementarias y no excluyentes, pues el objetivo primordial de todos, es, y debería ser siempre, la salud del paciente.
