Universitarias

Estudiantes de la UCR exigen renuncia al rector, mientras Araya clama por unidad en defensa de la educación pública

El rector convocó a un Consejo de Rectoría Ampliado el 7 de mayo, en un intento por calmar las aguas y restaurar la confianza institucional.

El rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carlos Araya Leandro, enfrentó el pasado viernes 2 de mayo un masivo reclamo estudiantil durante su comparecencia ante el Consejo Superior Estudiantil (CSE) para abordar las negociaciones del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES).

Al encuentro también fueron convocados el exrector Gustavo Gutiérrez Espeleta y el exvicerrector de administración Roberto Guillen, quienes no se presentaron. Durante la sesión, representantes estudiantiles de diversas carreras y recintos pidieron la renuncia de Araya, alegando que no tiene la legitimidad para liderar las próximas negociaciones del FEES.

El contexto de la UCR es crucial en estas negociaciones, ya que, según documentos presentados por el propio rector, la universidad dejará de recibir al menos ₡19.000 millones entre 2025 y 2029. A partir de 2026, solo recibirá el 20% de los incrementos anuales del FEES, frente al 52% histórico que recibía anteriormente. Esta situación surge tras el acuerdo del Consejo Nacional de Rectores (Conare) CNR-751-2024.

La sesión en la que Araya respondió a las críticas estudiantiles duró 1 hora y 40 minutos, y quedó claro el profundo descontento hacia su gestión. Los estudiantes cuestionaron su liderazgo, especialmente debido a las investigaciones de la Fiscalía en su contra y su impulso al nuevo Régimen Salarial Docente, que según se ha señalado, contraviene la Ley de Empleo Público.

El rector, por su parte, defendió la necesidad de renegociar el acuerdo de redistribución del FEES que considera dañino para las finanzas de la UCR, así como su idoneidad para liderar tal proceso, argumentando que fue una decisión tomada por la administración de Gutiérrez Espeleta y que él solo heredó esa polémica medida.

“Las otras universidades recibirán mucho más del porcentaje de inflación, mientras que la Universidad (UCR) nunca alcanzaría siquiera el porcentaje de inflación. Con lo cual, año con año, nuestro presupuesto en términos reales iría disminuyendo”, explicó Araya, detallando que, en un escenario de crecimiento moderado del FEES (1,5%), la UCR dejaría de percibir ₡30.531 millones de colones en cinco años. Si el crecimiento fuera del 2,5%, la pérdida ascendería a ₡42.967 millones.

Fuertes críticas

Las críticas estudiantiles fueron contundentes. Emanuel Jiménez, estudiante de Administración Pública y excandidato a la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR), aseveró: “Estamos atacando la educación pública, estamos desmantelando estas universidades, no desde afuera, ya no con el chavismo, desde adentro, y usted es uno de los principales responsables de esto, don Carlos”.

En tanto, Santiago Cortés, de Ciencias Políticas, fue aún más crítico: “Don Carlos, con todo el respeto se lo digo, le rechazamos como nuestra representación. Usted no es la representación de la Universidad de Costa Rica y el puesto de rectoría le quedó muy muy grande”.

El tema de las becas estudiantiles generó uno de los debates más álgidos. Araya argumentó que “la partida que más ha crecido en los últimos 13 años es la partida de becas estudiantiles. Las becas estudiantiles eran, en el 2012, ₡8.200 millones, en el 2025 son ₡40.000 millones”. Sin embargo, estudiantes como Estefanía Jara respondieron: “La beca no alcanza y este rector prefiere subir el salario a sus amigotes que aumentar el presupuesto para becas”. En referencia a la polémica y ya derogada resolución de rectoría R-75-2025 que aumentaba el salario de un grupo de jefaturas y direcciones administrativas nombradas por el rector.

La crisis de infraestructura fue otro punto recurrente. Liam García, de la Asociación de Formación Docente, señaló que la Facultad de Educación tiene solo 10 aulas para 5.300 estudiantes, 60 administrativos y 250 profesores. Además, la mayoría de los estudiantes de educación no reciben sus lecciones en el edificio destinado para tal fin. Frente a esto, Araya admitió que el edificio de Educación requiere fondos extraordinarios, pero defendió que el plan de inversiones aprobado en 2024 —en la administración previa, como clamó una y otra vez— asigna ₡3.000 millones para Artes Plásticas y ₡3.500 millones para la Sede del Sur.

El rector también respondió a las denuncias de falta de diálogo, señalando que “cada vez que un estudiante pide cita, la programamos”, aunque reconoció que no atendió la protesta de la Facultad de Educación del 29 de abril debido a que “el tema de edificios es un tema al que yo no puedo referirme ampliamente porque hay una denuncia que alguien puso ante la fiscalía y eso me impide referirme al tema en el fondo”.

Convocatoria a Consejo de Rectoría Ampliado

La respuesta de Araya a un fin de semana bajo constante bombardeo mediático por las declaraciones durante su comparecencia, así como las demandas de un grupo de estudiantes llamado “Alianza Estudiantil”, que tomó el edificio de la FEUCR, fue la convocatoria a un Consejo de Rectoría Ampliado, difundido el lunes 5 de mayo.

En el comunicado titulado “La Rectoría hace un llamado al diálogo y al compromiso institucional y para ello toma medidas inmediatas”, la Oficina de Comunicación Institucional señaló que “las vías de hecho no son de recibo dentro de una universidad y atentan contra el Estado de derecho” en alusión a la toma.

A su vez, Araya indicó que “no existe ningún señalamiento formal en mi contra por hechos irregulares. Algunas personas han interpuesto denuncias sobre decisiones pasadas que ya fueron oportunamente aclaradas en varias ocasiones, pero que han dado pie a indagatorias preliminares”. Según el comunicado, el rector se juramentó para un periodo de 4 años y aseguró que pretende mantenerse en el cargo.

No obstante, reconoció la necesidad de “medidas de atención prioritaria” ante la crisis institucional y de legitimidad a la que se ha visto empujado en los escasos 4 meses que lleva en el cargo. Aparte del Consejo Ampliado de Rectoría el 7 de mayo, la rectoría programó visitas a las distintas unidades académicas y sedes regionales “para aclarar cualquier tipo de duda que pueda existir”.

“Hago un llamado sincero a docentes, estudiantes y personal administrativo a que nos unamos con firmeza y esperanza en la defensa de la educación pública. No es momento para la división ni para sembrar antagonismos; es tiempo de cuidarnos y apoyarnos, especialmente cuando nuestras universidades enfrentan tiempos difíciles”, concluyó el comunicado de un Carlos Araya que, según lo visto durante la sesión del CSE, no puede contar con el respaldo del sector estudiantil a su administración.

 

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