Un estudiante de la Universidad de Costa Rica formalizó una denuncia contra el decano de Ingeniería y excandidato a rector Orlando Arrieta por presunto delito de abuso sexual en perjuicio de una persona menor de edad.
Así lo confirmó el Ministerio Público mediante su oficina de prensa. La Fiscalía Adjunta de Asuntos de Género confirmó que el jueves 26 de noviembre recibió la denuncia, se tramitó y se envió el expediente a la Fiscalía Adjunta del II Circuito Judicial de San José, a quien le corresponde realizar la investigación.
Daniel, como se llama el denunciante, conversó con UNIVERSIDAD días antes de interponer la denuncia formalmente y narró su versión de los hechos. Sin embargo, el joven solicitó que para evitar que la denuncia se enmarcara en el contexto de la elección del rector, se publicara una vez terminado el proceso electoral. “Yo no quiero que mi caso sirva para hablar de política, quiero que sirva para hablar de acoso sexual”, dijo.
En respuesta a las acusaciones, el decano indicó que “esta es una situación delicada, pues aunque la información se hizo pública” él no ha sido notificado, y ni él ni su abogado han tenido acceso aún al expediente de la denuncia judicial.
“Considero que la denuncia tiene un trasfondo político y discriminatorio, y niego rotundamente los hechos que han salido publicados. Sin embargo, por estar el caso en el Ministerio Público, prefiero no adelantar criterio alguno al respecto, y más bien estoy a las órdenes de la Fiscalía”, indicó Arrieta.
“Él quería otra cosa”
Según indicó Daniel, su primer contacto con Arrieta fue por Tinder, una aplicación para citas y encuentros. En marzo del 2018, poco antes de que cumpliera los 18 años, hicieron “match”. Tras un breve intercambio acordaron encontrarse en la Soda de la Facultad de Letras.
“Yo quería conocernos, conversar, nada más”, dice el joven, “él quería otra cosa”. Daniel afirma que sin mucho preámbulo Arrieta le propuso tener relaciones sexuales y que cuando él le dijo que eso no era lo que andaba buscando, el docente se había “puesto intenso, agresivo”.
Según el joven, el docente siguió insistiendo, incluso tratando de convencerlo “por las malas”. “Primero estaba meloso, acercándose y tocándome las piernas y así, pero cuando yo le insistí que no, se puso muy enojado y me dijo que yo le hacía perder el tiempo, que para qué quedaba de encontrarme con él si no quería coger“, dice.
Daniel, que para ese momento estaba recién ingresando a la Universidad tras irse de su natal Turrialba, afirma que la situación lo asustó. Además, dice, Arrieta siguió mandándole mensajes mediante la aplicación, insistiéndole en su interés en tener sexo con él y reclamándole el “tiempo perdido”, hasta que decidió bloquearlo.
El joven asegura que estas situaciones afectaron su salud mental. En mayo de ese mismo año el joven tuvo que ser ingresado al hospital psiquiátrico Roberto Chacón Paut, donde fue diagnosticado por estrés postraumático, según documentos que él mismo compartió.
Si bien la denuncia se presentó en el contexto de la campaña electoral por la rectoría de la UCR, Daniel asegura que su motivación para denunciar no fue política. Más bien, dice, cuando circuló en redes sociales una primera denuncia anónima contra Arrieta, que resultó ser infundada, él decidió hablar para “acuerpar a las otras víctimas”. “Yo sé que no soy el único, por eso decidí dar la cara, porque quizá otros no pueden”, dijo.
Otro joven, estudiante de Ciencias Sociales, se acercó a este medio para relatar una experiencia similar con el mismo docente. Tras la verificación de la identidad del estudiante, UNIVERSIDAD accedió a su solicitud de mantener el anonimato, por lo que le llamaremos “Juan”.
A finales del 2018, cuando venía saliendo del colegio, Juan coincidió con Arrieta en Tinder e intercambiaron mensajes por algún tiempo. Ya tenía 18 años. “El interés era sexual y a mí él me llamaba la atención, los dos teníamos claro eso, al principio”, relató. Intercambiaron mensajes por un tiempo y luego se distanciaron.
A inicios del 2019 cuando “Juan” entró a la UCR retomaron la conversación, para entonces las cosas habían cambiado y él ya no estaba interesado en una relación sexual. “Yo lo que quería era alguien con quien salir a comer algo y conversar, algo más cercano a una amistad”, dice. “Cada vez que yo trataba de hablarle de otra cosa o contarle algo, él buscaba cómo darle la vuelta y traer el tema sexual, se ponía muy insistente”.
Según relata, Arrieta le habría hecho propuestas sexuales repetidamente e incluso, el docente trató de convencerlo de tener relaciones sexuales sin protección, diciéndole que le iba a mostrar un examen médico comprobando su salud. “A mí eso me indignó mucho, me estaba presionando y le dije que entendiera, que no, y entonces ya no me volvió a hablar”, comentó.
El joven dice que aunque considera la insistencia en el tema sexual y la presión por sostener relaciones sin protección constituyen “conductas acosadoras y reprochables”, decidió no poner la denuncia pues él buscó a Arrieta en varias ocasiones y eso generaría “ruido” en una denuncia. Sin embargo, afirmó, decidió compartir su experiencia para respaldar al primer denunciante.
“Han señalado mucho al primer chico que denunció, pero yo le creo porque a mí también me pasó y por eso busqué hablar del asunto. Ver a Orlando como candidato para mí fue una total pesadilla, pero este muchacho y la valentía que tuvo, de verdad que me llenó mucho”, concluyó el joven.