Universitarias Proyecto de licenciatura fue propuesto al Banhvi

Estudiante diseña viviendas de interés social para discapacidad y adulto mayor

Propuesta enfocada en los tres tipos de discapacidad más comunes del país de inmediato llamó la atención de las autoridades.

Para muchas familias, acceder a un bono de vivienda suele ser un proceso complejo. Pero más para las personas que presentan algún tipo de discapacidad, pues para ellas no existe un modelo de vivienda de interés social apto para sus necesidades especiales.

Es por ello que Diego Álvarez, estudiante  de ingeniería civil de la Universidad de Costa Rica (UCR), tomó como punto de partida esta problemática y desarrolló un modelo de casas para atender los requerimientos de adultos mayores y  de los tres casos más comunes de discapacidad del país:  motora, visual y auditiva, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Su propuesta final fue presentada al Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI), y consta de una serie de guías y disposiciones divididas en varios folletos para construir modelos de viviendas  para estas personas. Estos documentos especifican desde dimensiones, áreas, hasta elementos esenciales como anchos de puertas, rampas, agarraderas y timbres.

“EL BANVIH tiene unos modelos de casas para adultos mayores, y ellos tienen que cumplir con ciertos requisitos. Pero para personas con discapacidad se le traslada la responsabilidad a los doctores” comentó, Israel D’Óleo, ingeniero civil en el área técnica del BANHVI y docente de la Universidad de Costa Rica.

“Muchas veces lo que el doctor explica es para la enfermedad, y no tiene ninguna solución para la habitación,  queda en manos del desarrollador la propuesta que se hará. Quienes tampoco saben acerca de los requerimientos” indicó.

Agregó  que una de las razones por las que el BANHVI no cuenta con un modelo de casas para estas personas, es que existen muchos  tipos de discapacidad y que no se les puede tener un modelo por cada caso.

De la idea a la propuesta

El trabajo final es un documento de cuatrocientas páginas. Que se dividió en tres partes para su mejor presentación.

“La primera es una  guía para tres tipos de discapacidad y adulto mayor. Donde el estudiante propone un esquema de distribución de vivienda para cada caso” comentó  D’oleo.

Dicha guía contiene una serie de disposiciones como el tema de las áreas, listado de los acabados,  timbres sonoros, luminosos e inclusive recomendaciones de dimensionamiento de lotes para desarrolladores.

El segundo documento es un archivo digital que  muestra la casa ya acabada. Explica por medio de animaciones, las especificaciones de cada tipo de vivienda.  Por último, contiene una visualización previa, que indica todo lo que la casa va a tener.

Propuesta en pie 

Álvarez explicó que su propuesta surgió a raíz del interés por desarrollar un  tema de interés social. Durante el proceso, la ayuda  del ingeniero Israel D’Oleo -quién fue su profesor-  fue fundamental.

“El se me acercó  y me dijo  que quería  hacer algo relacionado con algún tema de interés social. Le dijimos que queríamos que si se hiciese un trabajo de esta categoría,  no fuera solo para cumplir  con un requisito académico, si no que de verdad tuviera potencial para poderse aplicar” expresó D’Óleo.

“Llegamos al tema, porque se hizo un análisis para determinar donde se tenían  más falencias en el sistema operativo  y se detectó que era en el tema de discapacidad” resaltó.

Álvarez agregó, que la idea siempre tuvo el enfoque de que el producto que surgiera pudiera ser implementado de una vez. Además de que significara el menor incremento en el  presupuesto disponible, y  el mayor beneficio para las familias.

Para ello tuvo que adaptar los modelos  a  códigos  y legislación nacional vigente; reglamento de construcciones, Código Sísmico , Ley de Construcciones, Código de Cimentaciones, entre otros.

Ir más allá

A pesar de que fue el proyecto  significaba más de lo requerido por la Universidad. Álvarez quiso extender su capacidad  y plantear una solución definitiva para contribuir en algo positivo para la sociedad.

“Este fue un trabajo  que me consumió tiempo completo durante varios meses. Inicié con una preinvestigación, luego hice visitas a hogares de personas con discapacidad y comprobé, que la mayoría  de viviendas no tenían las características adecuadas”, compartió el joven.

Una de estas personas fue Leonardo Peñaranda, comunicador y colaborador  con temas relacionados a discapacidad y derechos humanos. Peñaranda tiene una discapacidad visual y le compartió su experiencia y dificultades a las que normalmente se enfrenta en espacios públicos y viviendas.

“Colaboro cada  vez que me ponen alguna asesoría como posible usuario con discapacidad visual. Comparto mi experiencia desde mi necesidad. Y las mayores dificultades son  la señalización  y la guía” explicó Peñaranda.

El estudiante presentó su proyecto de manera oficial al BANHVI el 4 de enero del presente año.

“Cuando se expuso ante a la institución, inmediatamente llamó la atención. Sin embargo se han venido haciendo una serie de ajustes. La idea es que se pueda implementar este año” aclaró el ingeniero.

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