Universitarias

Estudiante de Marina Civil denuncia acoso por parte de administración de Sede del Caribe

Por causas de salud mental, el estudiante tuvo que desembarcar un viaje internacional requisito de la carrera; pero la administración de la Sede argumentó que no cuenta con el manejo necesario del inglés y solicita su sanción por hasta seis años.

Un estudiante de la carrera de Marina Civil en la Sede del Caribe de la Universidad de Costa Rica (UCR), cuya identidad permanecerá protegida a solicitud de la persona por temor a represalias, denunció un caso de persecución y difamación por parte de la administración de esta misma sede, dado que se le abrió un proceso disciplinario para su sanción de hasta seis años en la institución.

Según explicó “Pablo” (pseudónimo para resguardar la identidad del estudiante), parte de los requisitos para graduarse de Marina Civil es cumplir con embarques: seis meses en aguas nacionales y otros seis en aguas internacionales.

En su caso, explicó que el viaje internacional le provocó problemas en su salud mental, por lo que decidió bajarse del barco al mes y medio del viaje, y hasta la fecha recibe tratamiento psicológico: “Mi salud mental no estaba bien definitivamente. Entonces, yo dije no: o soy yo o es la práctica […] Ahorita soy yo y decidí bajarme. Y de ahí fue increíble la difamación, como se burlaban de uno”.

Sin embargo, la administración de la sede alegó que Pablo incumplió con los requisitos de idioma necesarios para abordar el barco y que además interrumpió sus estudios sin presentar documentación médica y oficial, por no contar con una constancia del padecimiento médico que experimentó a bordo.

Por lo anterior, en una serie de oficios revisados por UNIVERSIDAD, el director de la Sede del Caribe, Juan Diego Quesada, solicitó que se le reprobara el curso e inició el proceso disciplinario en contra de Pablo. También, el director señaló que la coordinadora de Marina Civil, Alejandra Ramírez, y el propio estudiante “faltaron a la verdad” por indicar y validar el padecimiento de salud sin documentación.

“¿Qué siento yo? Que ya estoy cansado. Yo solo quiero que esta pesadilla termine, ¿qué es lo que es Marina Civil para mí?, una pesadilla. En principio fue un sueño increíble, era mi proyecto de vida porque yo lo veo así, mi orgullo. Ahora tratar de salir de esto”.

Ante esto, la misma coordinadora de la carrera respondió que la situación de Pablo contiene datos sensibles resguardados por la Ley de Protección de la Persona Frente al Tratamiento de sus Datos Personales (N.8968), por lo que estos se mantendrán privados, pero son verificables con testimonios y los mensajes de texto que recibió del estudiante (la única vía disponible estando en altamar).

De esto se desprende el hecho que fue la coordinación quien solicitó el desembarque para Pablo, y él no fue desembarcado por el incumplimiento del idioma. Además, este Semanario verificó que el estudiante aprobó con una nota de 80 de 100 dos exámenes de inglés durante su estadía en el barco, que también fueron por el capitán del barco, lo cual avala su manejo del idioma.

Ante la solicitud del director de reprobación del curso, la Vicerrectoría de Vida Estudiantil (ViVE) resolvió el pasado 18 de noviembre que el curso deberá ser consignado como Inconcluso (IC), debido a la materia de la situación.

Además, el estudiante actualmente se encuentra realizando su tesis y le faltan tan solo cuatro meses para completar su plan de estudios; sin embargo, el proceso disciplinario abierto en su contra le imposibilita avanzar con los mismos.

Cuestionamientos por embarque y difamación en redes sociales

Entre otros motivos utilizados para solicitar la sanción del estudiante, la administración de la sede alegó que Pablo utilizó un documento falsificado para pedir su desembarque, de manera que firmó una carta física dirigida al capitán, pero no la firmó digitalmente cuando la envió a la coordinación de Marina Civil.

“Yo no usé ningún documento falso. En todo mi estrés, yo hago una nota que le entrego al capitán  […] Yo se la entrego en medio Océano Atlántico por decirlo así, y no es que hay impresora, no es que yo tenga Internet a mano. Yo voy, me subo al puente, la imprimo, se la firmo y se la entregó al capitán. Yo esa nota la mando por digital a mi coordinadora de carrera y se me olvida firmarla. Ellos dicen que es un documento falso. Claramente, no es un documento falso, podrá ser un documento que carece de validez porque no está mi firma, pero no es un documento falso”, añadió el estudiante.

Por otra parte, Pablo comentó a UNIVERSIDAD que el propio director le remitió un oficio confidencial a más de diez personas, quienes no estaban involucradas en el proceso disciplinario, pero que, por ello, llegaron a conocer los datos sensibles sobre su estado de salud.

Según el relato del estudiante, este mismo oficio se divulgó el pasado 11 de agosto en un perfil falso de Facebook en el grupo Comunidad UCR Sede del Caribe, por lo que toda la comunidad se enteró de su situación. Además, a pesar de no poder comprobar quién divulgó este oficio, el estudiante señala que la documentación estaba custodiada únicamente por la dirección de la Sede del Caribe.

Sobre los comentarios que experimentó en redes sociales, Pablo indicó que hasta la fecha “siguen publicando cosas, diciéndome cosas increíbles. Yo me sentía el hombre más malo del mundo porque en realidad yo decía ¿qué he hecho? […] La solución no es venir aquí a hablar, a comerme a mí, a despejarme”.

Historial de tensión con la administración

El caso de este joven comienza en el 2018, año en el que formó parte de un grupo de estudiantes que señalaron situaciones irregulares en la dirección del Caribe. A pesar de que estos hechos no han sido comprobados y solo forman parte de una lista de graves señalamientos expresados por estudiantes, iniciaron una relación de tensión entre la administración y el estudiantado.

A partir de entonces, el estudiante alega que se creó una “persecución” en su contra, por ser una persona vocera en contra de la administración y las irregularidades que vivió con ciertos profesores de Marina Civil. Es así como en el 2019 conllevó un intento de expulsión por seis meses.

De acuerdo con el alumno, en esta ocasión el proceso contaba con 22 vicios de nulidad absoluta y aún así fue sancionado, hasta que ganó el procedimiento de apelación.

“Son procesos sumamente desgastantes. ¿Qué me dice la psicóloga? Usted no está para tener un proceso de estos ahorita, sin embargo, va a tener que defenderse […] Yo solo quiero que esta pesadilla termine, ¿qué es lo que es Marina Civil para mí?, una pesadilla. En principio fue un sueño increíble, era mi proyecto de vida porque yo lo veo así, mi orgullo. Ahora tratar de salir de esto y, si no, pues irme de la U, pero yo ya no quiero vivir más esto porque no me dejan en paz”, finalizó.

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