A principios de año existía una proyección de crecimiento de la economía de Costa Rica que rondaba el 3%, sin embargo, la realidad a agosto de 2019 es que para el segundo trimestre de este año el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) será de entre el 1,7% y 2,2%, rango que se mantiene también para el tercer trimestre, es decir, la economía está peor de lo que se esperaba.
Así lo determinó el Análisis de Desempeño Económico que realiza el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica, el cual visualiza las tendencias de consumo, precios, inflación, tipo de cambio y movimientos de la economía nacional.
Para finales del 2019, se estima un crecimiento de la producción nacional de 1,9% a 2,4%, cifras que también son inferiores a las estimadas a inicios de este año, que rondaron entre el 2,7% y 3,2%.
Esta baja en la estimación es producto del limitado dinamismo del mercado de crédito, así como por un menor ritmo de crecimiento del consumo privado, lo cual ha afectado en forma significativa al sector comercio.
De acuerdo con Rudolf Lücke Bolaños, investigador del IICE-UCR, pareciera que estos números son resultado de un problema de expectativas, pues las personas sienten que la economía no crece lo suficiente y que endeudarse o gastar no es lo apropiado.
“El principal hallazgo en este análisis es la disminución en el ritmo de crecimiento a lo largo del año, con respecto a lo que estimábamos en enero, lo cual se traduce en una fuerte baja en el sector comercial, porque las personas posponen su consumo de productos grandes, como líneas blancas, viajes, comidas fuera del hogar o vehículos”, señaló el experto.
Esta restricción del consumo incide de forma inmediata en la economía. De hecho, en el primer trimestre del año 2019, el consumo privado mostró un crecimiento interanual de solamente 1,9%, cifra inferior al 3,2% registrado a finales de 2018, lo cual refleja el escaso dinamismo del mercado laboral y crediticio.
Cuando la economía muestra estas tendencias lo que hay que entender es que podría resultar más difícil conseguir empleo, sobre todo para quienes son contratistas o ejercen de forma liberal, porque con un crecimiento de ese nivel no se generan nuevas fuentes de trabajo.
Esta baja se da sobre todo en el sector comercio, que es el único en la economía que registra una baja constante en sus contrataciones durante los últimos doce meses y el cual absorbe casi un quinto del total de ocupados a nivel nacional. Por su parte, el consumo del Gobierno registra un crecimiento de 0,1% al primer trimestre del presente año, siendo este un año atrás de 2,7%.
Movimiento por sectores
Definitivamente la mayoría de los sectores de la economía crece a un ritmo menor del observado el año pasado, destacándose únicamente el de la construcción, que sí tuvo un incremento mayor a inicios de 2019, en comparación con otros períodos.
Esta tendencia del sector construcción parece responder al desarrollo de proyectos inmobiliarios específicos como la terminal de contenedores de Moín, los proyectos inmobiliarios del fideicomiso de la Universidad de Costa Rica, las obras de alcantarillado en el área metropolitana, y obras de infraestructura del Ministerio de Educación.
Por su parte, en el sector comercio se observa un crecimiento del 1,1%, una cifra considerablemente baja, pues la evolución de dicha industria refleja, en gran medida, el comportamiento del consumidor.
Un sector que siempre ha sido muy importante para el país es el externo, donde también hay un menor ritmo de expansión, pues las exportaciones del año pasado aumentaban en un 7% y para el primer trimestre de 2019 fueron del 4%.
“También hay que ver que la desaceleración del consumo interno pareciera tener también un impacto sobre la evolución de las importaciones, las cuales pasaron de crecer un 4% un año atrás a menos de un 2% a marzo de 2019”, dijo Lücke.
Las exportaciones de bienes a marzo del presente año aumentaron un 4,75%, cifra 2,4 puntos porcentuales inferior al crecimiento registrado un año atrás, y 1,4 puntos porcentuales inferior al crecimiento acumulado registrado al finalizar el 2018.
Un elemento que incidió mucho en el sector de exportaciones es la crisis política en Nicaragua, pues es el segundo país destino para la oferta exportable de Costa Rica a Centroamérica. En el primer trimestre de 2019, las exportaciones hacia el vecino del norte disminuyeron en más de un 17%, generando con esto un impacto negativo en el flujo comercial transfronterizo entre ambos países.
Otro tema que analiza el informe es que las personas tienen temor a endeudarse, en gran medida por la incertidumbre de la situación fiscal, esto contrae aún más la economía, pero lo cierto es que las tasas de interés están a la baja, algo que se comenzará a sentir pronto, por lo que aquellos que sí tienen empleo no deberían temer sobre este aspecto.
En este sentido, las recomendaciones del investigador de IICE-UCR es que hay expectativas de que el próximo año mejore la economía, por lo que sería prudente posponer el consumo de grandes productos para ese período, sobre todo en los hogares que tengan menos ingresos o que se hayan visto afectados por el desempleo, pero sí reciben el mismo ingreso y se mantienen estables considera que es viable optar por créditos de consumo a corto plazo, pues eso ayuda a reactivar la economía.
Precios siguen elevados
El Instituto estima un crecimiento de los precios de entre 2,3% y 2,7%, cifra levemente inferior a la observada en los últimos trimestres, pero aún dentro del rango meta del Banco Central.
Hay un efecto en la compra de vehículos, en la matrícula de los colegios, el transporte, electricidad y agua, por lo que el experto advierte que es indispensable que los hogares tomen una serie de prevenciones.
Una de ellas es crear un fondo para la educación, de manera que puedan enfrentar las matrículas de colegios y universidades a principios del próximo año; y si va a cambiar de carro, debería esperar a que se refleje la baja en las tasas de interés.
Por otra parte, una medida que ayudaría mucho a las finanzas es limitar las salidas fuera del hogar, como viajes, pues aunque son rubros que dinamizan la economía es indispensable una reducción de los gastos.
Asimismo, los hogares costarricenses pueden reducir sus gastos limitando su consumo de kilovatios de electricidad y de metros cúbicos de agua, para evitar el costo asociado al cobro del impuesto al valor agregado.
Todas estas acciones resultarán positivas, pues hay otros rubros que han presentado aumento de precios y que son más indispensables, como los alimentos, donde se registra un aumento importante en los panes, las hortalizas, leguminosas y tubérculos, como culantro, cebolla y frijoles; así como un incremento en los alquileres de vivienda.