Universitarias Arias, Chinchilla y Solís tuvieron mayor incremento en confianza al inicio

Consumidores cautelosos ante nuevo Gobierno

Usualmente el pesimismo disminuye tras las elecciones; sin embargo, esa caída fue menor tras la toma de mando de Carlos Alvarado.

La dosis de optimismo que se inyectan los consumidores tras un cambio de Gobierno fue más cautelosa con la entrada de Carlos Alvarado.

 

Es casi una regla infalible que, por cada vez que un nuevo Gobierno asume su mandato, el pesimismo habitual de los consumidores tiene una inyección de optimismo, aunque sea por un rato. Esa regla tuvo su punto más bajo con la llegada de Carlos Alvarado a Casa Presidencial.

Así lo explica el último Índice de Confianza del Consumidor (ICC), tras revelar que la confianza alcanzó en mayo una magnitud de 45 (en una escala de cero a 100), unos cinco puntos porcentuales más que en noviembre de 2017, cuando iniciaba la campaña electoral.

Pese a que las cifras aún no podrían interpretarse como optimistas, al menos se evidencia que los costarricenses son menos pesimistas que en noviembre, concluyó el investigador Johnny Madrigal, de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica.

De acuerdo con los investigadores, una posible explicación es que quienes se sienten triunfalistas con las elecciones nacionales perciben un futuro más promisorio para el país.

Sin embargo, al compararse con los otros inicios de Gobierno, el cambio es leve. Por ejemplo, cuando Óscar Arias ganó las elecciones del 2006, la confianza subió 10,1 puntos, mientras que en el caso de Laura Chinchilla, en 2010, el aumento fue de 7,2 puntos. Además, en la transición hacia el primer Gobierno del Partido Acción Ciudadana (PAC), bajo el mando de Luis Guillermo Solís, la confianza creció 8,3 puntos. Con respecto a Carlos Alvarado, esta cifra se incrementó en 5,3 puntos porcentuales.

Pese a que las expectativas se mueven de acuerdo con la coyuntura económica y política, lo cierto es que la campaña electoral recién concluida presentó señales atípicas que también quedaron reflejadas en el índice. En comparación con los comicios anteriores, esta fue la primera vez que durante las elecciones, es decir, entre noviembre y febrero, la confianza no tuvo mayor avance, debido al clima de incertidumbre y polarización que generaron los resultados de la primera ronda.

Economía, bienes y pobreza

El incremento de la confianza se refleja en una caída de consumidores pesimistas, que pasaron de 27,2% a 22,9%, mientras que los optimistas crecieron de un 14% a un 20,4% (6,4 puntos).

En los últimos tres meses, la expectativa por un salario familiar mayor se fortaleció, tras pasar de 18,5 puntos a 25,6 puntos; no obstante, la expectativa de capacidad de compra se mantiene igual que hace tres meses.

Además, la mayoría de consumidores (61,5%) esperan incrementos en las tasas de interés en los próximos 12 meses, mientras que una cuarta parte predice que se mantendrán igual y solo un 5,5% vaticina que las tasas caerán.

Por otro lado, en cuanto a la política nacional, la mitad (49,3%) de los consumidores afirma que el Gobierno saliente estaba haciendo un trabajo pobre; un 34,9% dice que hacía lo necesario y un 13,7% alega que el Gobierno de Luis Guillermo Solís estaba haciendo un buen trabajo.

En el ámbito social, solo un 36,6% espera que el desempleo aumente en los próximos 12 meses, y un 43,4% augura lo mismo con la pobreza. De acuerdo con otras mediciones del estudio, existe una tendencia hacia expectativas menos negativas en el ámbito social, dado que estas cifras llegaron al 70% en agosto de 2015.

Un 55,7% de los encuestados opina que son malos tiempos para comprar una casa, mientras que un 23,6% considera lo contrario. Estas cifras no muestran mejoras en los últimos tres meses, pero sí con respecto a seis meses atrás, de acuerdo con el estudio. Por otra parte, un 64,4% afirma que no es un buen momento para comprar vehículo, al tiempo que un 17,1% piensa que sí es una buena época para hacerlo. Esta cifra no tuvo mayores cambios en los últimos seis meses.

El estudio concluyó que aunque la expectativa ante la capacidad de compra no tuvo mayores cambios desde febrero pasado, actualmente 40,4% espera pérdidas en su poder adquisitivo. Esta predicción va de la mano con el hecho de que un 83,3% espera aumentos en el precio de los combustibles y 63,7% en el tipo de cambio.

La encuesta del consumidor abarcó 700 entrevistas con jefes de hogar, una muestra que abarca aproximadamente el 40% de las viviendas del país. Se realizaron entrevistas telefónicas a teléfonos residenciales entre el 2 y el 25 de mayo, y el estudio posee una confianza del 95%.

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