El Índice de Confianza de los Consumidores (ICC) alcanzó los 39,7 puntos (en una escala de cero a 100) durante el primer trimestre del 2016, un aumento de 8,1 puntos respecto a seis meses atrás, de acuerdo con la encuesta realizada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica.
Johnny Madrigal, investigador a cargo del mencionado índice, considera que este incremento es un resultado positivo pues, aunque no se puede afirmar que los consumidores son optimistas, implica una confianza creciente que rompe con la tendencia pesimista experimentada en el 2015.
La clasificación de los consumidores, según el ICC, demuestra que los optimistas aumentaron si se comparan con agosto del año anterior, pues pasó de un 7% en el 2015, a un 13,6%. Por el contrario, la cifra consumidores pesimistas disminuyó de un 42,3% a un 27,2%.
En cuanto a segmentos poblacionales, el incremento en el índice de confianza es generalizado entre hombres (de 32,8% a 40%) y mujeres (de 30,4% a 39,5%), que son el principal sostén económico del hogar, lo cual es diferente cuando se comparan los grupos económicos más y menos favorecidos.
Para quienes admiten tener una capacidad de ahorro con el ingreso familiar que reciben mensualmente, el ICC es de 50,5 puntos, que contrasta con el 27,9 de aquellos que manifiestan tener grandes dificultades económicas.
“Este resultado evidencia que existe una brecha importante en la confianza de los consumidores, quienes por su condición económica subjetiva perciben como desigual el disfrute de las oportunidades que ofrece la economía nacional”, apunta el informe.
Expectativas más positivas
El ICC puede descomponerse en dos mediciones: el Índice de Condiciones Económicas Actuales, que mide la valoración de la confianza de los consumidores en la situación económica actual, y el Índice de Expectativas Económicas, que se relaciona con el futuro económico del país.
Para febrero de este año, el Índice de Condiciones Actuales aumentó 5,5 puntos (de 36 puntos a 40,5) respecto a seis meses atrás.
La valoración de la situación económica actual revela que 30,1% de los hogares cree que su situación es peor que hace un año (en agosto fue 47,6%); un 51,1% considera que es igual y un 17,7% que están mejor ahora. Esta cifra se incrementó en un 6,3%, comparada con los seis meses anteriores.
Por su parte, las expectativas económicas aumentaron 9,9 puntos (de 29,3 en agosto del 2015 a 39,2 en febrero pasado). En los últimos seis meses, las personas que piensan que su familia estará económicamente mejor el próximo año aumentó de 20,6% a 26,8% y aquellos que consideran que el país tendrá buenos tiempos en los próximos años pasó de 8,6% a un 14,3%.
En temas de política económica y social –acciones para combatir inflación, desempleo y pobreza–, un 7% respondió que el Gobierno hace un trabajo “bueno”, mientras que un 67,7% estima que ejecuta un trabajo pobre. Sin embargo, esta última cifra disminuyó 6,9%, si se compara con el semestre anterior.
El porcentaje de personas que prevén un aumento en el desempleo disminuyó de un 72,3% en agosto de 2015, a un 57,7% en esta encuesta. Respecto a la pobreza, un 61,4% cree que aumentará en los próximos doce meses. Seis meses atrás, esta cifra era de 74,4%.
“Un panorama de inflación estable, un tipo de cambio relativamente controlado y un crecimiento económico positivo, así como los bajos precios del petróleo, podrían estar contribuyendo a que los consumidores experimenten menos incertidumbre”, expuso Madrigal.
La encuesta sobre la confianza de los consumidores se realiza trimestralmente y para el período de diciembre 2015-febrero 2016 contó con una muestra de 705 hogares en todo el territorio nacional.