Universitarias 50 aniversario ECCC-UCR

Comunicación Colectiva convocó a sus egresados para celebrar el 50 aniversario

Entre risas y recuerdos exalumnos se reunieron para celebrar los 50 años de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la UCR.

Con una fiesta llena de recuerdos, reencuentros y anécdotas, la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica (ECCC-UCR) celebró junto a sus exalumnos el 50 aniversario de la carrera.

Como parte de la celebración, la primera actividad del día fue el conversatorio “Aporte del movimiento estudiantil a la ECCC”, en el que Grettel Umaña, Jonathan Molina y Sofía Blanco compartieron sus experiencias en los distintos periodos como presidentes de la asociación de estudiantes de Comunicación.

Molina relató cómo, al ser electo presidente de la Asociación en el año 1980, recibió un movimiento estudiantil caracterizado por su influyente participación en las decisiones que se tomaban en la Escuela.

“Me toca presidir la Asociación de Estudiantes, y recibo una herencia pujante, comprometida y propositiva del movimiento estudiantil. Su actividad era influyente en la participación de decisiones que se tomaban en la Escuela, además de presentar un gran compromiso con la visión humanista de la UCR”, recordó.

Molina relató también cómo, gracias a un acuerdo firmado entre los representantes de la juventud de los partidos Liberación Nacional y Vanguardia Popular, fue posible impulsar el primer plan de desarrollo de la Escuela.

“Mediante esta iniciativa se pretendía fortalecer la formación académica, dotando las clases con insumos tecnológicos en radio, televisión y talleres gráficos. De esa manera se esperaba superar la vieja práctica de impartir este tipo de enseñanza desde las pizarras”, afirmó.

Rememoró la aspiración que existía por parte de los estudiantes por contar con un edificio adecuado para recibir lecciones: “Rodábamos por Ingeniería, por Ciencias Económicas y por el viejo edificio de Aulas”, puntualizó.

Molina explicó cómo finalmente ese edificio de aulas se convirtió en la sede definitiva de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Escuela de Comunicación, donde se construyeron los primeros estudios de radio y televisión. También comentó que este fue un periodo de intensa reflexión y disputa académica, así como de rupturas entre profesores y estudiantes.

LEVANTAR EL MOVIMIENTO

“Nosotros heredamos un movimiento estudiantil absolutamente muerto”, afirmó Grettel Umaña, quien fue presidenta de la Asociación de Estudiantes en el año 1988.

Umaña explicó que su generación heredó una visión de la universidad con sensibilidad social. “Fijamos un objetivo concreto: el del equipamiento. Continuábamos con el sueño de tener un edificio propio, pero que además tuviera equipos acordes a esos énfasis que se estaban generando”, dijo.

Umaña hizo hincapié en una marcha que se realizó para exigir un nuevo edificio y el equipamiento en las áreas de tecnología. Relató que ya se habían hecho negociaciones y que existía un dinero para este fin, pero faltaba voluntad política por parte de las autoridades universitarias. Por ello, decidieron realizar protestas en varios frentes.

“Decidimos cerrar la vía frente a la Facultad de Derecho”, explicó Umaña, situación que utilizaron para llamar la atención de los medios de comunicación. El segundo foco de atención fue en la Vicerrectoría de Docencia.

“Decidimos secuestrar por unas horas a la vicerrectora de Docencia, no le permitimos que saliera de su oficina hasta que nos escuchara. Nosotros como movimiento estudiantil, acuerpados por la dirección de la Escuela, logramos conseguir finalmente una audiencia, y ese mismo día, alrededor de las cinco de la tarde, se suscribe el convenio”.

“La única forma de que el movimiento surja es que todos estemos de acuerdo en ese movimiento estudiantil, y para eso lo que ustedes le tienen que exigir a los líderes de ese movimiento estudiantil son objetivos claros”, concluyó.

“Estoy recibiendo un movimiento estudiantil muerto”, declaró Sofía Blanco, actual presidenta de la Asociación de Estudiantes de Comunicación, al referirse al alarmante abstencionismo presente en las recientes elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica.

Considera que la Federación con el tiempo se ha alejado de los estudiantes, lo que deriva en que estos posean una marcada desconfianza en las funciones y estructura interna de este organismo. “Nos exigen espacios de diálogo, pero hacemos asamblea de escuela y llegan siete personas”, agregó.

Blanco enumeró los principales retos que enfrenta ahora el movimiento estudiantil, como el incorporar a todo el estudiantado al movimiento, informar a la población acerca de las decisiones y trabajar con los colectivos feministas presentes en la universidad para impulsar medidas que apoyen estas ideas, con modificaciones en el reglamento contra el acoso.

Posterior al conversatorio, Roberto Vargas Fallas, presidente de la Asociación de la Escuela Ciencias de la Comunicación Colectiva en 1989, mencionó algunas de las luchas que se llevaron a cabo durante su tiempo como representante del estudiantado.

“Durante esa época se dieron los primeros movimientos por las condiciones deplorables de la Escuela y se hizo una lucha por el Ceproav. También habría que confirmar los hechos, pero recuerdo que una vez hubo una protesta de compañeros que se fueron para la Rectoría y cerraron la circunvalación; se hizo un alboroto. A raíz de ese pleito por el Ceproav, vinieron y pusieron la primera piedra; debe de estar en alguna parte”, añadió Vargas entre risas.

En el 2000, Marco Sánchez asumió la presidencia de la asociación de estudiantes que para ese entonces estaban en el cuarto piso del edificio de aulas. En un contexto convulso por el  “Combo del ICE”, el movimiento estudiantil estaba atenuado y tenía poco peso en el ámbito nacional.

“Recuerdo que por esa época estaba lo del Combo que fue una buena época para el movimiento. Sin embargo, después lo sentíamos debilitado”, contó Sánchez.

Sin embargo y a pesar de ser un ente con fines serios, una asociación de estudiantes es un espacio para que los discentes se unan, participen y desarrollen en las distintas actividades de la Universidad de Costa Rica.

“Para el carnaval, nos tocó hacer un barco pirata de carroza. Lo armamos en las instalaciones deportivas y es un recuerdo bonito”, acotó como anécdota.

“El primer reto de la Escuela fue que no teníamos máquinas de escribir, entonces hubo una batalla por las máquinas de escribir”. Así recordó José Joaquín Chaverri el paso por la presidencia de la Asociación de la ECCC en el año 1969. Entre las memorias más destacadas del exalumno y exembajador de Costa Rica se encuentran las grandes tertulias con los profesores Rodrigo Fournier, José Marín Cañas, Joaquín Vargas René y las visitas al Consejo Universitario para negociar con el entonces rector Carlos Monge Alfaro.

“Teníamos un profesor que era grande, Joaquín Vargas René. Cuando había que hablar con el presupuestario él decía: Si las máquinas no están aquí, ¡eso aparecerá en toda la prensa nacional! Al final no aparecía pero se resolvían los problemas. También recuerdo a don Alberto Cañas, que participaba en las protestas con nosotros. Protestas ante el equipo de presupuesto, siempre con buen modo, con lucha, con esperanza, con dificultades y sin medios. No había computadora, no había aparecido ni el fax, pero aquí estamos.”

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