Universitarias

Comisión recomendó despido de exdirector de Posgrado en Odontología

El Sistema de Estudios de Posgrado analiza las recomendaciones de la Comisión Instructora, para luego remitir la resolución final a la Rectoría.

Una comisión instructora institucional recomendó al Sistema de Estudios de Posgrado (SEP) recomendó a las autoridades de la Universidad de Costa Rica proceder con el despido y suspensión del exdirector del Posgrado en Odontología, Ottón Fernández.

El docente fue denunciado por un grupo de estudiantes, quienes le atribuyen conductas que van desde malos tratos, hasta el uso indebido de equipos y cobros irregulares relacionados con el quehacer del Posgrado.

El caso, que se dio a conocer en 2016, podría terminar en el despido de Fernández, si las autoridades del SEP así lo elevan ante la Rectoría de la Universidad de Costa Rica.

Según explicó el decano del SEP, Álvaro Morales, por tratarse de un procedimiento que aún está en curso, no puede referirse al fondo del tema, pero sí indicó que el informe se encuentra en análisis previo, para luego remitir la decisión final.

Consultado sobre este informe, Ottón Fernández también insistió en que se trata de un procedimiento privado, por lo que considera que las publicaciones que ya se han hecho en la prensa sobre el mismo, violentan su intimidad.

“Debo reiterar, que el informe de la Comisión Instructora Institucional está resguardado por el Principio de Confidencialidad, el Discrecionalidad y el de Privacidad, que protege el debido proceso, la neutralidad y la objetividad de quienes tienen que tomar las decisiones finales y por ende, no puede ser divulgado hasta tanto ni se dicte el acto final, pues en esta etapa es posible recurrirlo”, indicó el docente en su respuesta a este semanario.

Acusaciones

El informe de la Comisión Instructora recoge las denuncias de nueve estudiantes del Posgrado en Odontología de la UCR, quienes en 2016 señalaron al entonces director de ese programa por una serie de faltas que ahora esta comisión considera que son ciertas.

Entre los señalamientos que se le hacen a Fernández, y de los cuales ya se ha dado cuenta por parte de este Semanario en años anteriores,  se encuentran el cobro de una cuota de $200 dólares durante las entrevistas a los postulantes del posgrado.

Según lo apuntado por los estudiantes, el docente realizaba estas entrevistas en su casa de habitación. Una de las estudiantes denunciantes aseguró que durante esa entrevista se le indicó que los $200 dólares eran para “gastos del proceso de admisión”, pero que además se indicó que debía realizar una donación de $7.000.

Sobre esta donación, los estudiantes indicaron que el docente insistía en su obligatoriedad, e incluso que algunos tuvieron que pedir el dinero prestado para cumplir con el requerimiento.

Las denuncias también describen malos tratos e insultos por parte del docente, quien habría llamado “idiotas, ignorantes, residentes de mierda, inútiles, infrahumanos” y afirman que “provoca muchas veces que estudiantes hasta salgan llorando debido a los malos tratos”.

Otro de los estudiantes afirmó haber presenciado la amenaza del profesor universitario a uno de sus compañeros, diciéndole que “lo iba a hacer pasar los 3 peores años de residencia” y aseguró que el denunciado en una ocasión pasó a su lado y le propinó un golpe en el brazo izquierdo mientras seguía su camino a la salida.

Otra estudiante aseguró en su denuncia que Fernández se refirió sobre otra docente como “una profesorcita de porquería” y habría fustigado a quienes le cuestionaban desde las redes sociales: “Ahora en la redes sociales se llenan la jeta, cualquier hijueputa que viene de cualquier universidad de mierda a decir que la universidad es de todos los costarricenses y que tengo que darle explicaciones, ni mierda le tengo que dar”.

También a Fernández lo habían señalado por trasladar equipos de la UCR a su clínica privada y citar a los estudiantes en horarios no convencionales, la no entrega de los programas en los cursos y sus modificaciones, entre otras faltas.

En el informe, la comisión valoró como ciertos los actos denunciados por los estudiantes, por lo que recomendó varias sanciones que suman 54 días hábiles de suspensión sin goce de salario, así como el despido del docente sin responsabilidad patronal.

Descargo

Sobre las acusaciones que se le realizan, y sobre las cuales existe una recomendación para su sanción y despido, Ottón Fernández respondió a UNIVERSIDAD que en el caso de los cobros que se le achacan, estos nunca entraron su cuenta bancaria, sino a la cuenta de la Fundación de la Universidad de Costa Rica (Fundevi).

“Esos cobros eran conocidos y tenían todo el aval de las autoridades universitarias desde directores de departamento, decanos, vicerectores y Fundevi, al punto que una de las testigos, quien fue superior jerárquica mía y fue traída de oficio por la comisión dijo: “tengo cierto grado de responsabilidad”. Pero nunca llamaron a quienes crearon esos cobros, para encontrar la verdad real de los hechos y les resulta más fácil que yo sea el chivo expiatorio”, aseguró.

Respecto al uso de equipos de la UCR en su clínica, Fernández negó que esto haya sucedido de esa forma, pues “la persona que utilizó en algún momento dicho equipo ya declaró ante la Contraloría, órgano que determinó que no tuve responsabilidad alguna”.

“Yo no utilicé equipo de la universidad en mi clínica ni para beneficiarme económicamente, porque desde hace años invierto mucho dinero en equipos y materiales poseyendo hasta dos clínicas especializadas totalmente equipadas, desde hace más de 14 años”, añadió.

En cuanto a los malos tratos a los estudiantes, Fernández aseguró que como docente es “estricto, exigente, busco la excelencia en mis estudiantes y no estaré nunca de acuerdo con la mediocridad, aunque esto me haya implicado no contar con el agrado de un pequeño grupo de estudiantes, pero sí el beneplácito y el agradecimiento de la mayoría apabullante de quienes se graduaron bajo mi instrucción.

“Una vez, rechazo contundentemente los hechos que se me han querido atribuir, a razón de que hay una persecución interna en mi contra en la UCR, tanto de colegas odontólogos, como de parte de otros docentes de otras unidades académicas, por mi empeño, mi trabajo en excelencia y, sobre todo, en haber llevado orden, al Sistema de Régimen Académico y Servicio Docente, durante mi paso por esa comisión, en especial, cuando la presidía y a lo mejor , por haber dicho alguna vez que tenía aspiraciones políticas internas”, afirmó.

“Únicamente le adelanto , con absoluta certeza, que mi proceder personal, moral y profesional, ha estado apegado a la normativa universitaria y al ordenamiento jurídico en general”, añadió el docente.

 

 

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