La cantidad de personas graduadas en las cinco universidades estatales aumentó 28,59% entre 2017 y 2021, pasando respectivamente de 16.447 a 21.150 nuevos profesionales en los años mencionados, según información suministrada por las casas de enseñanza.
“En nuestros países es importantísima la profesionalización del talento humano, precisamente para aprovechar las oportunidades que el desarrollo de la humanidad pone a nuestra disposición; necesitamos personas preparadas para que vean y aprovechen las oportunidades que el mundo pone a un país como el nuestro, a diferentes actividades productivas que se llevan adelante. El que estemos entregando esa cantidad de personas graduadas a la sociedad, con cobertura nacional, es un reflejo del valor público de la universidad”, señaló al respecto el presidente del Consejo Nacional de Rectores (Conare) y rector de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), Rodrigo Arias.
El rector manifestó que este crecimiento responde a una serie de acciones realizadas a lo interno de las universidades, “tendientes a mejorar las condiciones para que los estudiantes permanezcan en la Universidad, continúen sus estudios y finalmente se gradúen”.
“El que estemos entregando esa cantidad de personas graduadas a la sociedad, con cobertura nacional, es un reflejo del valor público de la universidad”.
Entre estas, el jerarca destaca el aumento sostenido de la matrícula durante los últimos años, así como el crecimiento de la inversión en becas y apoyos económicos: “Ese incremento de servicios también mejora el acceso para que las personas puedan mantenerse estudiando y puedan ir superando los requerimientos académicos en su respectivas carreras”.
Por ejemplo, una medida tomada a lo interno de la UNED (registra el mayor crecimiento en graduaciones: 104,78%) fue exonerar del pago de derechos de graduación a todas las personas que cuentan con beca por razón socioeconómica, lo que contribuyó a que más personas se pudieran graduar, inclusive en medio de la pandemia por COVID-19.
En la misma línea, el rector de la Universidad Técnica Nacional (UTN), Emmanuel González, explicó que, junto al crecimiento de la matrícula, en la UTN los estudiantes lo primero que obtienen es un diplomado universitario (y luego pueden continuar con bachillerato y licenciatura), lo cual incrementa las posibilidades de graduación: “Ese diplomado universitario logra insertarlos al mundo del trabajo y además ahí es donde fortalecemos las habilidades técnicas del saber hacer”.
Para González, una mayor cantidad de graduados se relaciona directamente con la calidad de vida de la población costarricense, puesto que el resultado final es precisamente esa inserción en el mercado laboral: “Eso significa que efectivamente las brechas económicas van a disminuirse y el gran ganador es el país”. De hecho, según datos del Conare, el 94% de las personas graduadas de las universidades públicas cuentan con empleo.
El rector de la UTN subrayó que las universidades públicas mantienen alianzas con los sectores empresariales, a través de un sistema de intermediación de empleo: “Los empresarios nos llaman para que los muchachos puedan tener pasantías empresariales, eso es fundamental”.
De igual forma, el presidente del Conare indicó que el impacto de los nuevos profesionales que las universidades estatales aportan, año con año, es sumamente importante: “Es indispensable para que sea sostenible la construcción de mejores condiciones de vida para toda la sociedad, no solo para las personas graduadas, sino para absolutamente toda la sociedad, para el país en general, en todos los territorios, en todas las comunidades y en todos los sectores de la realidad activa de nuestro país”.
Más mujeres graduadas
Durante el mismo periodo, la cantidad de graduaciones ha aumentado un 35,85% en el caso de las mujeres y un 17,78% en el de los hombres. Asimismo, las mujeres también lideran la distribución entre el total, puesto que representan entre el 59,85% y el 63,22% de las graduaciones en los años analizados.
Sobre esto, el presidente del Conare indicó que esto es un reflejo de la apertura de las universidades públicas para que las mujeres tengan la oportunidad de realizar estudios superiores, ya que anteriormente por “diferentes razones de la sociedad” no accedían de forma tan significativa, a la vez que aplaudió las capacidades de estas para enfrentar desafíos y continuar hacia la obtención de un diploma universitario, lo que se traduce en más posibilidades de mejorar los niveles de productividad del país, así como de generar una riqueza mejor distribuida:
“En tanto estemos brindando una cantidad creciente de oportunidades a las mujeres, estamos ayudando a atender todos esos diferentes problemas que identifican a la sociedad costarricense y que solamente se podrán superar si apostamos fuertemente por la educación y dentro de la educación, muy significativamente por las oportunidades de la educación superior”, dijo el rector.
Por su parte, el rector de la UTN manifestó que estos datos significan una ruptura con los criterios tradicionales: “Es la mujer incorporada al mundo del trabajo y eso es lo más importante, asumiendo el liderazgo en las mejores condiciones”.
Precisamente entre las mujeres graduadas de las universidades públicas se encuentra Paulina Cerdas, egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Relaciones Públicas, de la Universidad de Costa Rica (UCR), quien destaca su paso por la Universidad como una experiencia inigualable: “Aprendí, compartí, crecí. Me enseñaron de sueños colectivos y a perseguirlos en todo lo que haga. Me dio un propósito social dentro de mi profesión y además me abrazó cuando más lo necesité”.
“Si no hubiera sido por la UCR, no sé dónde estaría ahora. No solo pagar una universidad privada no estaba dentro de mis posibilidades, sino que soñaba con estudiar mi carrera que solo la UCR la imparte de tal manera. Para mí, significaba mejores oportunidades, un futuro casi que asegurado, significaba un sueño”, agregó Cerdas, al tiempo que resaltó el valor agregado de contar con un título de una universidad estatal:
“He conseguido trabajos únicamente por ser graduada de la UCR o haber estudiado ahí. Y además lo veo todos los días, lo he visto por años. El valor agregado de consciencia social que nos da la Universidad no se encuentra fácil en cualquier otro profesional. Además, ese aprendizaje tan integral y completo que nos da la UCR marca una diferencia en el ámbito laboral y académico”, añadió la profesional.