Universitarias En UCR, UNA y TEC

Cada vez ingresan más estudiantes de colegios públicos y menos de privados a la educación superior estatal

Entre 2017 y 2022, la cantidad de estudiantes de colegios públicos que ingresan a las universidades estatales (entre las que hacen examen de admisión) ha venido aumentando, mientras que en el caso de los colegios privados la cifra ha ido cayendo.

La cantidad de nuevos estudiantes provenientes de colegios públicos que se incorporan a las universidades estatales aumentó 15,06% entre 2017 y 2022, mientras que el número de alumnos procedentes de colegios privados disminuyó 14,81% en ese mismo periodo, según información suministrada a UNIVERSIDAD por las tres casas de enseñanza superior estatal que aplican una prueba de ingreso, como parte de su sistema de admisión.

Según los datos presentados por la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad Nacional (UNA) y el Tecnológico de Costa Rica (TEC), en 2017 estos centros de estudios abrieron sus puertas a 9.881 (69,22%) estudiantes de colegios públicos y 3.011 (21,09%) de privados, a la vez que, en 2022, la cifra cambió respectivamente a 11.369 (74,18%) y 2.565 (16,74%).

“Se trata de nivelar el terreno de juego; sabemos que hay poblaciones que tienen mayor acceso a herramientas para obtener mejores resultados en los exámenes de admisión”, Gustavo Gutiérrez.

“Hay una preocupación y un reconocimiento generalizado de que las universidades públicas tienen que brindar el mayor espacio a los estudiantes que menos condiciones tienen para poder acceder al sistema de educación superior, porque los recursos son públicos y ese es el objetivo primordial”, manifestó al respecto el rector de la UNA, Francisco González.

González indicó que las universidades deben procurar seguir mejorando la distribución de los cupos, pero sin dejar de “abrir las puertas a todas las poblaciones costarricenses”: 

“¿Cuál es la aspiración de un sistema de educación superior público? Que tenga una representatividad equitativa en función del nivel de ingreso, preponderando aquellos sectores que tengan menos ingresos, pero sin dejar de admitir los que también tienen ingresos”, explicó el rector.

Por su parte, el rector del TEC, Luis Paulino Méndez, reiteró que “no es que estemos de ninguna manera en contra de que los graduados de colegios privados ingresen acá”, sino que exista “un mecanismo más equitativo en la distribución de cupos”.

Méndez señaló que “muchas veces aparecen grandes noticias que dicen que las universidades públicas reciben solo de colegios privados”, no obstante, aunque desde su perspectiva estos tienen más opciones “para ganar el examen de admisión” por tener una mejor formación, la realidad es la que gran mayoría de estudiantes provienen del sistema de educación pública.

Asimismo, el rector de la UCR, Gustavo Gutiérrez, reaccionó positivo ante los números presentados: “Para nosotros no es un secreto que el tipo de colegio de procedencia de las personas incide en la posibilidad de acceder a la educación superior. En este sentido, revertir una tendencia que se venía dando por muchos años, en la que cada vez ingresaban más estudiantes de colegios privados, realmente lo considero como un logro institucional”.

 

¿Qué ha generado este comportamiento?

En las tres universidades analizadas se registra el incremento de nuevos estudiantes de colegios públicos y el descenso de los de colegios privados, aunque cada una con altibajos en distintos años. Para los rectores, las causas de esta situación van desde una serie de “acciones afirmativas” hasta las particularidades de cada sistema de admisión.

Según el rector de la UCR, un proyecto que ha sido clave en este sentido es el de la admisión diferida, donde se otorgan cupos a estudiantes que no lograron ser admitidos en el proceso regular y que provienen de colegios donde un 15% o menos del estudiantado fue admitido en la Universidad: “Mientras las condiciones de la educación media sigan siendo desiguales, como Universidad debemos seguir implementando y fortaleciendo acciones afirmativas para incluir a poblaciones históricamente excluidas y que puedan tener acceso a educación superior pública y de calidad”.

Gutiérrez también comentó que existen proyectos de docencia y acción social dedicados a fortalecer las competencias educativas de jóvenes en condición de vulnerabilidad: 

“Se trata de nivelar el terreno de juego. Sabemos que hay poblaciones que tienen mayor acceso a herramientas para obtener mejores resultados en los exámenes de admisión. En este sentido, las acciones afirmativas que ejecutamos desde la Universidad buscan que cualquier persona, independientemente de su procedencia o condición socioeconómica, pueda optar por la educación superior pública en igualdad de condiciones”, manifestó.

Igualmente, el rector del TEC señaló que se han realizado muchas acciones, como la apertura de carreras fuera del Gran Área Metropolitana (GAM), donde “lógicamente hay menos colegios privados”, aunque el jerarca lamentó que ese proceso de crecimiento se ha visto frenado por las restricciones presupuestarias a las universidades. 

Un dato relevante para el TEC fue el registrado en 2021, cuando la cantidad de estudiantes provenientes de colegios públicos aumentó considerablemente, llegando a un 76,65%. En ese año no hubo examen de admisión (debido a la pandemia de la COVID-19) y se utilizaron las notas que venían del colegio: “Eso estuvo muy bien y nos alertó también a empezar a revisar nuestro modelo de admisión. De hecho, ya hay toda una comisión trabajando en el tema de manera que podamos tener un mecanismo de admisión más equitativo”, dijo Méndez.

Otro aspecto relevante señalado por Méndez es que en los últimos años se ha venido trabajando una agenda de cooperación con el Ministerio de Educación Pública (MEP), para contribuir en la formación de los estudiantes de centros públicos, aunque destacó que no es algo que se pueda resolver de la noche a la mañana: 

“El examen de admisión de alguna manera es difícil para gente que a veces no recibe lecciones un semestre, por ejemplo. Aunque el examen de admisión no mide estrictamente contenidos, sí mide razonamiento lógico matemático y capacidad de expresión verbal y ese tipo de cosas y si los jóvenes han tenido menos lecciones, comparativamente, van a estar en desventaja”, aclaró el rector del TEC.

Por otro lado, en la UNA, donde las cifras muestran la mayor proporción de nuevos estudiantes de colegios públicos (85,63% en 2022), el sistema de admisión es la razón fundamental para que esta situación se genere, ya que se toma en cuenta el mérito académico de los estudiantes al mismo tiempo que su procedencia socioeconómica, según explicó el rector de la institución.

En primer lugar, se estratifica la población según su tipo de colegio de procedencia y luego se tipifica para asignar una ponderación positiva a los estudiantes que provienen de estratos de nivel socioeconómico menor:

“Tenemos que acercar el mérito del estudiante a la condición socioeconómica, ese es el tema, ese es el principio. Acercar el mérito estudiantil, sus notas, con su procedencia socioeconómica. Ese es el objetivo de la universidad pública, dándole por supuesto un apoyo a aquellos que vienen de sectores de menor desarrollo, que no pueden acceder a ningún sistema, le creamos un mecanismo de compensación”, explicó González.

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