El pasado 11 de agosto, el Consejo Nacional de Rectores (Conare) solicitó el retiro del libro Biotecnología para todos: Conceptos, aplicaciones y beneficios para su corrección o reemplazo, tras recibir dos dictámenes de especialistas en la materia que coincidieron en que el texto plagia diversas fuentes.
Las personas autoras del texto fueron advertidas de posible “plagio literario” por la Editorial del Tecnológica de Costa Rica antes de la publicación del libro.
El oficio fue enviado por el director de la Editorial, Dagoberto Arias, el 21 de febrero del 2019 y en él consta que la editorial consideraba que “algunos párrafos” incurrían en plagio.
“No hay forma de distinguir en el texto cuáles partes corresponden al trabajo intelectual de ustedes como autores, y cuáles aspectos tienen una autoría que se debe reconocer mediante el uso correcto de la citación”, dice el oficio.
Este Semanario contactó a Arias para conocer qué pasó después de realizarse la advertencia y si se realizaron cambios antes de la publicación del libro, pero dijo no podía referirse al caso.
Entre las personas involucradas en la compilación del libro hay investigadores e investigadoras de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), de la Universidad de Costa Rica (UCR) y del Tecnológico de Costa Rica (TEC).
También contactamos a las personas autoras del libro por correo electrónico, las cuales prefirieron mantenerse al margen de dar declaraciones: “en respeto al debido proceso, estamos en espera de los resultados de dicha investigación”.
En el acuerdo tomado por Conare en agosto, se solicitó a las universidades involucradas iniciar una investigación interna para determinar si hubo falta por parte de los y las investigadoras involucradas.
El 21 de septiembre, el TEC inició la investigación preliminar en la que cada instancia involucrada debe presentar su descargo o defensa. El proceso fue declarado confidencial por la institución.
El dictamen legal, recibido por parte de la especialista en propiedad intelectual, define el plagio como la copia o imitación de lo dicho o escrito por otra persona sin indicarlo.
“El plagio no es otra cosa que la apropiación ilegítima de la paternidad de la obra o el trabajo intelectual de otro”, menciona la máster.
Los especialistas consultados por Conare fueron Ana Beatriz Arias, Máster en Propiedad Intelectual, y Edgardo Moreno, de parte de la Academia Nacional de Ciencias.
El libro formó parte de un proyecto iniciado en el 2015 con fondos de Conare y que también incluyó capacitaciones a docentes, en donde se difundieron los contenidos que finalmente se compilaron en el libro.
TEC asegura estar en regla
Dagoberto Arias, director de la Editorial del TEC, mencionó que la institución no cuenta con ningún reglamento o norma interna que establezca un procedimiento para abordar casos de plagio.
En el flujo de trabajo de la Editorial se contemplan dos dictámenes externos para recopilar observaciones y correcciones, pero Arias aseguró que no se puede obligar a ninguna persona autora a realizar cambios porque podrían atentar contra la libertad de cátedra y pensamiento de los autores.
Arias agregó que forma parte del proceso de cualquier publicación enviar revisiones de forma y fondo, como la que consta en el oficio, y de forma individual las personas autoras tienen que valorarlas.
“Nosotros también esperamos rigurosidad científica de los autores, porque la editorial no puede contar con especialistas de cada área. Solamente los autores pueden decir lo que pasó y hacer el descargo”, agregó Arias.
En un comunicado emitido por el TEC en marzo de este año, previo a la publicación del acuerdo de Conare, las autoridades aseguraron que el proceso seguido por el Consejo Editorial es “muy minucioso” y, además de las evaluaciones externas, incluye revisión filológica y control de plagio y estilo.
“El libro Biotecnología para todos cumplió con todo lo antes mencionado y el aporte de contenido sustancial y técnico (que es responsabilidad de los autores) fue manejado de acuerdo con el mismo proceso que se establece para todas las obras por publicar”, dice el comunicado.
Según Dagoberto Arias, el proceso de edición finaliza con una consulta a las personas autoras en el que constan qué texto va de conformidad con las correcciones solicitadas y “si el autor dice que es de conformidad continuamos con el proceso de publicación”.
¿Qué dicen los dictámenes?
La Asociación Red de Coordinación en Biodiversidad (RCB) fue la que realizó la denuncia este año ante el Conare y los Consejos Universitarios de cada universidad, alegando faltas a la ética y a la excelencia académica. La denuncia identifica 900 faltas de las cuales aseguran 600 son plagio literario.
Jaime García, miembro de la asociación e investigador de la UCR, dijo que la RCB cuenta con una comisión que da seguimiento a la publicación de informes, reglamentos u otros relacionados con modificaciones genéticas y cultivos transgénicos.
“Así nos enteramos del proyecto, que en ese momento había solicitado un año de ampliación y, por medio de un recurso de amparo, logramos obtener acceso a la versión digital del libro”, contó García.
El especialista consultado por Conare para el dictamen académico, Edgar Moreno, dijo que muchas de las faltas encontradas en su análisis coinciden con las de la RGB, pero que, además, encontró evidencia adicional.
En el dictamen, divulgado por el medio digital Crhoy, Moreno aclara que analizó solo cinco capítulos del libro en los que encontró “copia y reproducción total o parcial de varios textos tomados de libros, páginas de Internet, Wikipedia, revistas, blogs y publicaciones varias, todas anteriores a la publicación del libro Biotecnología para Todos.
“Desgraciadamente, la cantidad de textos y figuras que han sido “copiados” total o parcialmente de otras fuentes no se puede obviar ni disculpar de ninguna forma, y no es un asunto trivial desde la perspectiva ética”, concluyó Moreno, quien considera que más allá del plagio el libro también tiene deficiencias de fondo.
Ana Beatriz Arias, especialista en Propiedad Intelectual, se encargó de emitir un dictamen legal en el que analizó la legislación nacional e internacional y el dictamen académico emitido por Moreno.
Arias concluyó que los autores del libro están contraviniendo los artículos 10 del Convenio de Berna, 70 de la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos y el 47 de la Constitución Política.