Ricardo Radulovich, investigador en agricultura acuática y también catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR), fue anunciado el 31 de julio como el ganador del Premio Nacional de Tecnología Clodomiro Picado Twight 2017, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt).
Radulovich ganó el premio gracias a la investigación tecnológica “Agricultura acuática para mar y lagos” que pretende garantizar la seguridad alimentaria ante la escasez del agua y del cambio climático.
UNIVERSIDAD conversó con el investigador (quien también es el director de la Escuela de Ingeniería en Biosistemas de la UCR) sobre este proyecto de agricultura acuática.
¿En qué consiste esta investigación?
-En desarrollar tecnologías que nos permitan usar los ambientes acuáticos, o sea mar y lagos, para la producción de alimento. No estamos hablando de una acuicultura tradicional, de poner peces en jaulas y echarles comida. Se trata de una producción verdera de alimentos. ¿Por qué? Porque en tierra estamos teniendo cada vez más problemas y limitaciones con el agua, el cambio climático, sequías, inundaciones, falta de tierra productiva; entonces como yo soy especialista en agua en agricultura me fui al mar y después agregamos lagos, porque ahí está un gran potencial de capacidad productiva de alimento.
¿Cuál es la diferencia que representa trabajar en el mar y trabajar en los lagos para este tipo de proyecto?
-Gran diferencia, porque en los lagos trabajás con agua dulce, tenés la posibilidad de trabajar cultivos terrestres como tomate, frijoles, etc,; facilísimo porque ahí está el agua. En cambio con el mar tenemos que producir cultivos más adaptados. Entonces trabajar en agua dulce es facilísimo, porque además el mar tiende a ser más picado y peligroso.
En Costa Rica tenemos dos mares, con más de 12 veces el territorio nacional en territorio marino, algo podemos hacer. El potencial está en estos momentos para trabajar en el mar. Nosotros tenemos un proyecto financiado por el Micitt para consolidar estrategias de maricultura a pequeña escala, para pobladores costeros como una estrategia ante el cambio climático. Ahorita estamos trabajando en Costa de Pájaros y Cuajiniquil. La idea es producir biomasa sin necesitar agua dulce.
¿Cuánto tiempo ha tomado desarrollar el proyecto?
-15 años. He tenido diferentes financiamientos, hace 15 años con una plata del Fondo de Incentivos y la misma UCR me apoyó un poco. Luego pasé sin plata por un rato, porque cuesta mucho dinero. Después conseguí un dinero del Banco Mundial, otro de la Fundación Bill y Melinda Gates, de la Fundación Grand Challenges Canadá y después un dinero del Micitt que es con el que estoy ahora y con el que empecé hace dos meses. Son 50 millones de colones para desarrollar este proyecto, probar estas tecnologías productivas para gente de bajos recursos, que son pescadores que también tienen el problema que cada vez hay menos pesca. Complementamos el ingreso y la productividad de la zona con la agricultura acuática.
¿De dónde nace la idea por tratar el tema de la agricultura acuática?
-Como especialista en agricultura en agua, yo comencé a pensar en el cambio climático y de dónde íbamos a sacar agua. En ese tiempo teníamos una casa en la playa en Playa Hermosa (Guanacaste). El chiste que cuento es que un día estaba bañándome en el mar pensando en dónde vamos a encontrar agua para la agricultura cuando llegó una ola y me revolcó. Cuando salí dije “¡agua!” (risas). Ahí está el agua, es evidente, si el problema que estamos teniendo es falta de agua hay que aprender a producir ahí (en el mar). Entonces me pasé a trabajar al mar.
¿Qué tipo de alimentos se producen?
-Hemos producido cultivos en flotación (en los lagos) como tomate, frijol, maíz, arroz, lechuga; en unos sistemas que se van regando por abajo y también hemos producido plantas acuáticas: lirio acuático, lechuga acuática, que son malezas y algas. Tenemos toda una gama de posibilidades en función de plantas para el mar es decir, producción vegetal. Pero también tenemos producción animal como camarón y peces, hasta animales filtradores (ostra, mejillón y algunos peces) a los que no hay que darles comida porque ellos filtran su alimento del agua.
¿Cuál es el tiempo de producción aproximado?
-Las plantas y las algas podés cosecharlas a los dos meses, también la verdolaga marina. Lo demás son los cultivos normales terrestres en lagos, lo que toma un tomate o una planta de frijol normalmente. Para peces, como el camarón, lo podés cosechar a los cuatro meses. Otros, a un año. Las ostras, los mejillones, unos siete u ocho meses.
¿Cuál es la importancia que tiene este proyecto para las familias?
-Empezando por las familias costeras, que van a tener alternativas accesibles para producir, que no te obligue a traer concentrado para cultivar. Entonces van a tener opciones trabajando con estos sistemas productivos financieramente viables para una baja inversión.
Luego, por supuesto, vamos estableciendo a nivel nacional una capacidad adicional de generación de alimento que nos va haciendo más resilientes, menos vulnerables ante el cambio climático y otras eventualidades con lo que Costa Rica incrementa su seguridad alimentaria. Pero lo más interesante de todo esto es que yo creo que estamos ayudando a generar nueva riqueza para Costa Rica y ojalá el mundo, si logramos poner a trabajar los mares y los lagos sosteniblemente. He pensado que es necesario generar grandes cantidades de nueva riqueza para que salgamos y avancemos en lo que es el subdesarrollo.
Algas marinas: un alimento en auge
Con un alto contenido de fibra dietética, minerales como hierro y zinc y bajas en grasa, las algas marinas se están comenzando a posicionar por todo el mundo como otra fuente viable de alimento.
En países como China, Corea, Japón y Tailandia las algas ya se consumen diariamente como parte de la dieta de la población. Su consumo también se está popularizando en Estados Unidos y países Europeos, mientras que en América Latina se consumen algunos tipos en México y Chile.
Costa Rica no se queda atrás, pues en algunos lugares se consumen algas importadas y un grupo de investigadores trabaja en el cultivo de especies nativas y en normalizar su consumo.
De esta forma, el investigador Radulovich en compañía de Schery Umanzor y Rubén Cabrera desarrollaron un documento denominado “Algas tropicales: cultivo y uso como alimento” en el que explican los diferentes tipos de algas, sus propiedades nutricionales y las diferentes formas en que estas pueden ser consumidas.
Cocadas Naúticas
Ingredientes:
1 y ¼ barras de margarina
¾ de taza de coco rallado y seco
¼ de taza de azúcar
20 gramos de alga seca, molida gruesa (puede usarse una variedad de algas de sabor suave, como frondas de sargazo molidas).
Preparación:
En un sartén, creme la mantequilla con el azúcar. Luego agregue el coco y las algas con movimientos envolventes. Para formar la cocada puede utlizar un molde o simplemente darle forma con la mano. Cuando tenga las cocadas en su forma preferida, hornee sobre una bandeja con papel encerado a 100° C de 12 a 15 minutos, hasta que estén doradas.
Retírelas del horno y permita que se enfríen antes de comerlas.
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Ricardo Radulovich es investigador en agricultura acuática, catedrático y director de la Escuela de Ingeniería en Biosistemas de la UCR y director de la Junta de Directores del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara).
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En el 2016 Radulovich también ganó el Premio al Investigador de la UCR en el Área de Ingeniería.
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