A pesar de que actualmente el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría satisface la demanda turística internacional, se estima que no será así para el año 2020, ya que su ubicación geográfica no permite una mayor expansión de la principal terminal aérea del país.
Luis Alonso Pérez, ahora docente de Arquitectura en la Universidad de Costa Rica (UCR), se embarcó durante el 2010, en calidad de estudiante, en una investigación para elaborar un proyecto de diseño para el Aeropuerto Internacional de Cascajal, en Orotina, el cual abarcó variables como tráfico de pasajeros y distancias.
El proyecto fue premiado en la Bienal de Arquitectura del 2012, organizada por el Colegio Federado de Ingeniería y Arquitectura, como el mejor diseño en estructura metálica. En dicho concurso participan tanto proyectos estudiantiles como profesionales, en categorías que van desde la investigación hasta el diseño urbano.
Además, fue seleccionado entre los 10 proyectos favoritos de la competencia internacional Archiprix en el 2013, en la cual participaron más de 600 proyectos de graduación de universidades alrededor del mundo.
Según los estudios realizados por Pérez, la ubicación del aeropuerto en Orotina ofrecería posibilidades para una ampliación futura y tendría accesibilidad a las principales vías de acceso.
Además, la propuesta incluye medidas de sostenibilidad, ya que el terreno posee estabilidad y el clima de la región es óptimo para el despegue y aterrizaje de las aeronaves. Por otro lado, la incorporación del tren como medio de transporte hasta el aeropuerto ayudaría a reducir la huella de carbono.
El aeropuerto contaría además con ventilación natural y su aprovechamiento máximo de la luz natural permitiría una reducción en el consumo eléctrico. Además, se colocarían paneles solares en las cubiertas para generar energía limpia.
Por último, el diseño incluye la incorporación de un bosque y jardines internos.
¿Cómo empezó a trabajar en el diseño?
-El proyecto inició en el año 2010 a partir de un estudio de sitio que se planteó en el taller de diseño de último año de la carrera, llamado “Grandes Composiciones”, en el cual realizamos una investigación de acuerdo con la apertura de la ruta 27 en aquel entonces.
Esta apertura no solo iba a repercutir en el desarrollo de la ciudad sino que también podría ayudar a descentralizar San José relocalizando actividades industriales, comerciales y turísticas en la zona del Pacífico Central para mitigar la saturación de la GAM. De ahí salieron varios proyectos, entre ellos desarrollar el Aeropuerto Internacional de Orotina, ya que según las proyecciones y posibilidades de desarrollo de la zona, prestaba las condiciones ideales para desarrollar no solo un aeropuerto, sino una ciudad portuaria carbono neutral con un desarrollo industrial, comercial y turístico en este sector.
Cada uno de los estudiantes del taller desarrollaba un proyecto como ejercicio del curso, yo tomé el del aeropuerto y fue el que trabajé, con sus proyecciones, fue un trabajo retador pues teníamos un mes y medio para entregar una propuesta formal. Debido al trabajo realizado y al esfuerzo, ya que un proyecto así requería de más tiempo, los profesores del taller me recomendaron continuar el proyecto pero desarrollarlo como una tesis de graduación.
¿Cómo llegó hasta esta propuesta?
-El proceso de investigación de datos, procesarlos y entender cómo funciona un aeropuerto me demoró un año, de ahí empecé a trabajar una serie de parámetros para seleccionar el mejor sitio para desarrollarlo, y el análisis arrojó que la zona de Cascajal presentaba las mejores condiciones. Con el análisis de sitio y la información programática a mano inicie el diseño procurando generar una propuesta modular y de fácil construcción que identificara a los costarricenses.
¿Qué sintió al ganar la categoría de estructura metálica?
-Pues fue una gran sorpresa, porque yo venía de terminar mi tesis en la que duré 2 años, y fue como la cereza del pastel después de tantísimo esfuerzo y dedicación. Parte de la investigación del proyecto era modular una estructura de fácil construcción y atractiva que reflejara el bosque de Costa Rica, y al jurado le agradó bastante la propuesta de la estructura metálica.
¿Qué factores tomó en cuenta para elaborar el diseño?
-Los factores son muchísimos, pero partiendo de que un aeropuerto es un umbral internacional que debe reflejar la identidad de un país y que debe presentar mucha flexibilidad constructiva, el metal fue el material que mejor se adaptaba a estas pautas. Inicié la exploración de generar un tejido estructural para consolidar así un esqueleto, un bosque de acero que consolidara un lenguaje arquitectónico particular y representara a Costa Rica.
¿El diseño será tomado en cuenta para la elaboración del aeropuerto?
-He ido tres veces a Aviación Civil y al Consejo Técnico de Aviación Civil (CETAC) a exponerlo, ellos manifestaron lo interesados y asombrados de la elaboración del proyecto en su seriedad a nivel de proyecciones e investigación pero no se han manifestado más.
¿Qué debería tener un aeropuerto contemporáneo?
-Un aeropuerto contemporáneo no solo se ve como una estación de transporte, sino que es toda una ciudad intermodal. Es un punto de encuentro de distintos medios de transporte, en el cual los pasajeros pueden pasar por varias horas, por lo que deben de contener una gran cantidad de actividades en su interior, desde actividades médicas, comerciales, logísticas, migratorias y de seguridad.
Un aeropuerto contemporáneo es hoy en día más una infraestructura comercial, ya que las aerolíneas son las más interesadas en el aumento de vuelos, garantizando seguridad, comodidad y todos los servicios necesarios para el pasajero y los que trabajan en él.
¿Qué elementos incluye el diseño? ¿Cuáles son las principales innovaciones de su propuesta?
-Pues parte es una estructura modular de metal que pretende generar luces amplias entre columnas para que contenga todas las actividades que una terminal aérea contiene, y tenga la flexibilidad de que los espacios internos se modifiquen.
Además, es importante hablar del aeropuerto como ciudad portuaria ya que no funciona solo, pues con el tren, transporte público y privado, y con el Puerto Caldera a 10 minutos el potencial de generar este aeropuerto es muy grande, ya que puede ser una zona de alta competitividad comercial, industrial y laboral en la región.
¿Qué elementos de la imagen costarricense refleja su propuesta?
-Una terminal aérea como umbral internacional debe contener en su diseño elementos representativos que identifiquen el lugar o el país donde uno está, y que genere un sentido de lugar, como sucede con los aeropuertos en China, Japón, Emiratos Árabes o Europa.
La idea era plantear un aeropuerto que incorporara conceptos de sostenibilidad partiendo de que Costa Rica procura ser un país carbono neutral y qué mejor ejemplo que el nuevo aeropuerto incorpore tecnologías verdes y sostenibles.
Y desde luego, generar un módulo de bosque estructural que fuera representativo de los bosques de Costa Rica, este es un factor de identidad y sentido de lugar para el costarricense.
