Universitarias

Adiós a la inolvidable secretaria del Semanario Universidad

Quienes trabajaron con Ortiz recuerdan su don de servicio y solidaridad. Falleció este 8 de diciembre a los 70 años, tras luchar contra un cancer.

Rocío Ortiz Contreras (26 de noviembre 1952-08 de diciembre 2022) fue la secretaria del Semanario Universidad que más tiempo permaneció en su puesto y vio los inicios de aquel incipiente proyecto que empezó en 1971.

El jueves 8 de diciembre, luego de una lucha contra un cáncer que la aquejaba, Rocío, como le conocía el periódico, falleció a sus 70 años.

Si había un aspecto que la diferenciaba era su capacidad de servicio y esa entrega la tradujo en una abnegación absoluta a su trabajo y, sobre todo, a sus compañeros sin distinguir si ya era periodistas profesionales o estudiantes.

Tenía un don de gentes natural. Cientos de lectores del periódico, que se acercaban primero a las oficinas en el áula de Ciencias Sociales y posteriormente en la sede del Semanario contiguo a Arquitectura, pueden dar fe del afán de servicio de Rocío.

Era formal y parecía muy seria, y siempre mantenía las formas con exquisitez, pero cuando se le conocía emergía la persona cariñosa que tenía la virtud de interesarse de verdad por el prójimo.

Rafael Ugalde, que trabajó 30 años en el Semanario, y que comenzó como archivador en el periódico, recuerda que cuando el director Mario Zeledón le asignó la primera nota, la reporteó y cuando no cabía de júbilo recibió las indicaciones de que debía presentarla escrita a máquina.

Como no sabía escribir en ese entonces a máquina, salió de la redacción con una cara de consternado. Y eso a Rocío no se le pasó por alto, lo llamó, y le preguntó: –Rafita, le pasa algo.

–Le conté toda la historia. Y le dije que era mi primera nota pero que en cuatro horas me era imposible entregarla a máquina, porque no sabía usar ese aparatejo. Rocío, entonces, se sonrió y me dijo que la escribiera a mano y que luego se la dictara.

Para Ugalde, Rocío no solo se limitó a ser fiel y leal al periódico, sino que su amor se extendía a la Universidad de Costa Rica como institución. Siempre que la ocasión lo ameritaba ahí estaba apoyando las luchas y reivindicaciones.

Durante su larga estancia en el Semanario, Rocío conoció a varias generaciones de periodistas y de estudiantes. Trabajó largo tiempo con el director Carlos Morales y también con el ya citado Mario Zeledón y con la jefa de redacción Ana Incer.

Periodistas como Manuel Bermúdez, William Vargas, Edin Hernández, Eduardo Ramírez, Gilberto Lopes, Lorna Chacón, Gaetano Pandolfo, Juan Carlos Flores y Antonio Mora fueron algunos de los que la trataron en su paso por el Semanario.

Mora destacó que Rocío siempre tuvo una enorme disposición para hacer mucho más de lo que le demandaba su labor.

“Toda su vida laboral se la entregó a la UCR.  Fue una mujer comprometida con el Alma Máter y siempre le brindó ese calor humano a  decenas de estudiantes, quienes hicieron sus primeras armas en el periodismo, en aquel recordado Sema de mucha camaradería”.

Para este periodista la calidad humana de Rocío era un sello que distinguió por muchos aõs al periódico.

“Rosy, como se le decía cariñosamente, fue una mujer excepcionalmente responsable, veló por su primogénito Daniel, a quien le inculcó esos valores de alta probidad. Fue una madre, hermana, tía, hija, compañera y una amiga solidaria. La recordaremos por siempre”.

 

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