Kary Soto baila desde que tenía tres años. Para ella, el baile y la música significan libertad; un espacio donde se siente feliz, transformada, fuerte y capaz.
David Espinoza baila desde los siete años. Para él, el baile siempre había sido una manera de llenarse de poder, de ser quien realmente es, y vivir. Por eso, al entrar a la Universidad y no tener espacio para bailar empezó a desesperarse. No había nada más, solo esa permanente necesidad por bailar.
Los ritmos de ambos se entrelazaron cuando se conocieron en el colegio, y desde entonces sus energías convergieron en un solo beat. Ahora, ambos son los coreógrafos del primer grupo de baile interuniversitario del país: Acuantá.
Un taller externo de música bailable fue todo lo que se necesitó para desencadenar la formación de esta agrupación. En la segunda mitad del 2015, unas estudiantes de la Universidad Nacional (UNA) ofrecían un taller de baile, y su música inundaba las aulas de la Sede Interuniversitaria de Alajuela. En una de ellas se encontraba David, quien por la necesidad de volver a bailar decidió salir de la clase y buscar el origen de la música.
Afuera, no había muchas personas participando, pero la música era todo lo que necesitaba. Dejó la clase atrás, se unió a bailar con ellas, y al final del taller les dejó su contacto.
En octubre de 2015, la Sede organizó un evento de Halloween, y David fue uno de los contactados por las bailarinas de la Nacional para armar una coreografía y animar el evento, pero primero necesitaban encontrar más personas a quienes les apasionara bailar.
Para el día del evento, a Kary, David, y las estudiantes de la UNA se les habían sumado cuatro bailarines más. Así, bajo ningún nombre, cuatro estudiantes de la Nacional y tres de la Universidad de Costa Rica (UCR) presentaron una coreografía ante el resto de la población universitaria.
Al inicio del curso lectivo del 2016, decidieron organizar un nuevo baile para la semana de bienvenida de la UCR. Esta vez era diferente, tenían el tiempo suficiente para ensayar, definir vestuario y crear más expectativa. La audiencia empezó a crecer, el grupo ya tenía seis bailarines fijos y entonces nació Acuantá, solo faltaba formalizarlo.
Desde esa primera presentación, administrativos de las tres universidades que conforman la Sede Interuniversitaria de Alajuela (UCR, UNA y TEC) empezaron a interesarse en que Acuantá se concretara como grupo y se diera a conocer. Arrancaron los castings, las impresiones de afiches y el papeleo. Al cabo de unas semanas, había 30 estudiantes más, dispuestos a presentarse a una audición. Muchas de ellas siguen en la agrupación actualmente.
Con el apoyo de una trabajadora social por universidad y de la orientadora de la UCR, cuatro de los miembros de Acuantá redactaron un documento con la descripción del grupo y qué querían lograr, para presentar la iniciativa como un proyecto interuniversitario ante las instancias administrativas de la Sede.
Era la primera vez que se creaba un espacio cultural a partir de los mismos estudiantes, quienes además ya tenían todo planeado.
“Al final estamos presentando un proyecto bastante único. Nosotros investigamos y nos dimos cuenta que somos el primer grupo a nivel centroamericano que junta en un mismo espacio físico, cultural y psicológico la interacción interuniversitaria, rompiendo esos roces entre universidades”, comentó Espinoza.
Desde esa primera coreografía, se han presentado en distintas actividades universitarias, como la Feria Vocacional UCR y eventos en el Recinto de Grecia, y han bailado en colegios como el CTP INVU Las Cañas y el Colegio Saint Claire.
Su más reciente participación fue en la Sede Interuniversitaria de Alajuela el pasado martes 29 de mayo. Bajo el tema Íconos de la Música, presentaron una coreografía que incluía una mezcla de éxitos de Michael Jackson, Celia Cruz, Beyoncé, Bruno Mars y Daddy Yankee.
“Nos enfocamos en cuál es la música que suena alrededor de nuestro contexto como universitarios y jóvenes. Estos íconos que elegimos influyen mucho en nuestro día a día: tenemos a Michael Jackson, Bruno Mars y Beyoncé en la música pop, y en lo que es música latina, que obviamente en nuestro contexto costarricense influye, está Celia con salsa, y Daddy Yankee”, comentó Soto.
La presentación la prepararon desde que inició el actual semestre. Empezaron a calzar horarios para organizar los cuatro ensayos semanales de tres horas cada uno que necesitaban para sacar el proyecto adelante.
Además de coreografiar las presentaciones, los bailarines más experimentados del grupo brindan talleres de baile gratuitos para toda la comunidad universitaria, los cuales se imparten en la Sede Interuniversitaria cuatro veces por semana.
“Los talleres son increíbles porque es diferente haber estado en clases de baile a ahora dar yo las clases. Es distinto. Me parece que es demasiado chiva porque es cuando uno transmite el conocimiento y cuando uno realmente disfruta con otras personas, y realmente se crean momentos muy chivas”, aseguró Kary.
Para lograr todo esto, el grupo cuenta con una estructura de organización por comisiones que les permite organizar todos los eventos. Actualmente, la conforman siete comisiones, las cuales varían desde el área de coreografía y sonido, hasta publicidad, vestuario y transporte. Además, cuentan con una normativa de comportamiento con lo que se debe hacer al ser parte de Acuantá.
Incluso con alrededor de 25 miembros oficiales, Acuantá no espera detenerse en un futuro cercano. Hace un mes tuvieron audiciones para encontrar nuevos talentos. “Los proyectos que tenemos en mente siempre van evolucionando, y para eso necesitamos apoyo”, aseguró Espinoza.
“Es una realidad que nosotros por estar en una sede que no es la principal de cada universidad contamos con menos apoyo del que se debería tener. El problema es que es todo un proceso porque, como somos la primera agrupación interuniversitaria, no existe a nivel de ninguna de las universidades un procedimiento formal de qué hacer con nosotros”, agregó.
A pesar de que actualmente los integrantes de la UNA y el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) ya cuentan con apoyo de sus universidades por medio de la realización de las horas beca dentro del grupo, aún falta camino por recorrer. Actualmente, lo que anhelan es acceso a las becas de estímulo, que exoneran porcentajes del costo de matrícula, por medio de la participación dentro de la agrupación.
Sin embargo, los integrantes de Acuantá no piensan parar en un futuro cercano. Por el contrario, cada día buscan nuevas maneras de darse a conocer y crecer como grupo.
“Me parece que es una experiencia muy valiosa, porque el hecho de que uno entre a la universidad, quiera hacer algo y no haya esos espacios, no significa que uno no pueda hacer las oportunidades. Me parece súper valioso para el grupo el haber abierto ese espacio extracurricular que antes no se tenía y que a la gente le gusta”, finalizó David.
