Hace un año, las mismas banderas, los mismos mensajes, las mismas voces y reclamos llegaron a Casa Presidencial. Este jueves, grupos de activistas insistieron al presidente Carlos Alvarado que firme la norma sobre aborto terapéutico, una reglamentación que permite aplicar la ley para interrumpir los embarazos cuando la salud de la madre esté en peligro.
La manifestación de este jueves 8 de agosto, inspirada por la fecha en que hace un año Argentina intentó despenalizar el aborto, llevó decenas de mujeres con sus pañuelos morados a protestar ante la Casa Presidencial. Bajo la lluvia, le recordaron a Alvarado que han pasado 15 meses de su gobierno sin que se cumpla la promesa de firmar la norma técnica.
Dijeron que se sienten molestas y burladas por Alvarado. “Es es un gobierno que no es aliado de la mujeres. Lo que ha cambiado en este año es que nosotras sabemos que en quién podemos confiar es en nosotras mismas y en nuestra capacidad de construir un movimiento de mujeres muy fuerte para conquistar nuestros derechos”, manifestó Stephanie Macluf, activista y parte de la Organización Internacional de Mujeres Pan y Rosas.
El mandatario estaba en ese momento dentro del edificio presidencial atendiendo a periodistas que le preguntaban sobre temas varios, centrados en las protestas gremiales de estos días. No faltaba la pregunta de rigor: ¿cuándo cumplirá su promesa de firmar la norma? Él solo contestó que “se están afinando detalles” y repitió lo de buscar “un momento oportuno” para publicarlo.
Alvarado solo da una certeza: firmará este año, dice. Si ocurriera, cumpliría el compromiso que dejó pendiente Luis Guillermo Solís, quien desistió de firmar la norma técnica que había prometido a dos mujeres (Ana y Aurora) víctimas de la falta de esta reglamentación. “No se daban las condiciones”, había alegado Solís sin detallar a cuáles condiciones se refería.
La deuda y el compromiso con las mujeres sigue pendiente, aunque cada vez el clima social y político se tensa un poco más, entre manifestaciones y huelgas de distintos sectores que exponen sus inquietudes y descontentos con el gobierno.
Pero el contexto no es excusa, señalan las activistas como Heidy Valencia, vocera del movimiento Aborto Legal en Costa Rica. “Es una deuda histórica del estado costarricenses. Carlos Alvarado no gobierna para las mujeres, gobierna para alianzas, con sectores, para una agenda neoliberal y económica, pero a las mujeres no nos está tomando en cuenta”.
Ahora, durante el año y tres meses que Alvarado ha estado al mando del país, su gabinete incluso sufrió bajas importantes de jerarcas que guardan estrecha relación con la firma de la norma técnica. Es el caso de la exministra de Salud, Guiselle Amador, pues el jerarca de esta cartera debe revisar que el documento no vaya más allá de lo que establece el Código Penal en el artículo 121.
A cargo de esta tarea quedó en noviembre el nuevo ministro Daniel Salas, quien dijo a UNIVERSIDAD tras asumir este cargo que estaban trabajando “frecuentemente” en el tema, que era una prioridad. Desde eso han pasado nueve meses.
También el gabinete de Alvarado concretó la anunciada salida del ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, hace unos días. Como defensor de principios cristianos, su presencia implicaba un obstáculo para la firma de la norma, se pensaba. Ahora no está y tampoco hay certeza sobre esa reglamentación.
Mientras, se suman voces y llamados al Presidente. El 2 de agosto, el obispo de Tilarán, Manuel Salazar, aprovechó la misa protocolaria en Cartago para reiterarlo. “La Iglesia Católica promueve la cultura de la vida y no de la muerte. No estamos de acuerdo con el aborto provocado, fecundación, métodos abortivos o la eutanasia”, enfatizó el obispo frente al mandatario.
Dentro del gabinete, la ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora, también insistió este jueves mediante un comunicado de prensa. “El INAMU reafirma la urgencia de cumplir con los compromisos internacionales pendientes por parte del Estado para la protección efectiva de los derechos de las mujeres”.
Dice que es necesario que se cumpla lo que la legislación ordena desde hace 48 años, según establece el Código Penal desde 1971.
La incertidumbre sobre la firma de la norma queda en el aire, sin respuestas concretas por el mandatario. Las activistas advierten que no se quedarán tranquilas, que habrá más manifestaciones si el presidente sigue posponiendo la fecha de la firma de la norma.
¿Qué pasa si el presidente firma la norma la otra semana? -“Lo tomaríamos como una conquista, como un logro, no como un regalo”, aseguró una de las voceras del movimiento Aborto Legal en Costa Rica. Por ahora, para ellas los días seguirán corriendo como en una cuenta contrarreloj, mientras Alvarado no firme.
