La Vicerrectoría de Docencia de la Universidad de Costa Rica (UCR) abrió un proceso disciplinario contra el decano de la Facultad de Derecho Alfredo Chirino, por sospechas de que cometió errores y omisiones en la tramitación de la causa contra Mainor Salas, catedrático de la misma facultad señalado por acoso sexual a estudiantes.
Mainor Salas fue sancionado en el 2015 con ocho días de suspensión por hostigamiento sexual a una alumna, a quien le pedía fotografías en ropa interior, , según la prueba aportada en ese proceso. También tuvo otras dos denuncias por insultos a estudiantes; en un caso concilió y el otro proceso de suspendió por motivos de salud de la denunciante.
Chirino fue notificado el pasado 5 de diciembre de la apertura del proceso disciplinario en su contra. La Oficina Jurídica de la UCR encontró errores en el proceso que ocasionaron que el caso contra Salas se archivara.
“Este proceso se realiza en atención un oficio de la rectoría del 18 de noviembre (R-7925-2019) en el que solicita a la Vicerrectora de Docencia se valoren las actuaciones del decano Chirino y se investigue si en el actuar de esta autoridad ha mediado algún tipo de inconsistencia o negligencia procedimental que conlleve responsabilidad sobre el archivo de la causa”, afirmó la Oficina de Divulgación e Información.
La Rectoría archivó la causa contra Salas, pero responsabilizó a Chirino.
“Las razones del archivo de la denuncia recaen en la Decanatura de la Facultad de Derecho, cuya resolución (FD-1421-2019) no contó con elementos o requisitos de contenido mínimos exigidos por el Reglamento de Régimen Disciplinario del Personal Académico”, afirmó en un comunicado.
“(…) de los supuestos hechos que aquí se reprochan, no dejan de ser generalidades que informan ciertos medios de comunicación y redes sociales sin una clara incriminación del caso y sin que, además, conste un ejercicio mínimo de investigación preliminar que hubiera podido arrojar mayor certeza del asunto”, dice la resolución de Jensen.
“Cortina de humo”
Chirino considera que el criterio de la Rectoría es equivocado, pues la Facultad de Derecho hizo todo lo que “los reglamentos universitarios permiten hacer”. El abogado considera que se está tirando “una cortina de humo” sobre los problemas de fondo que impiden una actuación fluida y efectiva de los órganos que estudian este tipo de asuntos.
“Es lamentable la actitud mostrada por la Rectoría donde falsamente se le atribuye a la Facultad de Derecho responsabilidad disciplinaria por las resoluciones que el propio Rector firmó. En la gestión y manejo de estos asuntos intervienen una serie de instancias con competencias muy claras y definidas de manera que la resoluciones finales se toman a partir de las conclusiones y aportes de estas instancias. En este sentido que un solo órgano, que es el que inicia el procedimiento asuma toda la responsabilidad por todo lo que se desarrollará en el proceso resulta ser una conclusión muy pobre desde el punto de vista de conocimiento básico del derecho procesal y derivada de una evidente falta de sentido común”, comentó Chirino.
“Me parece que antes de lanzarnos la culpa unos a otros sobre lo que sucedió con esta denuncia, la actitud seria y responsable de las autoridades universitarias corresponde ser abrir el debate y procurar los cambios necesarios en pro de nuestro estudiantado”, agregó.
La Comisión Instructora Institucional iniciará el caso contra el decano, quien ya fue sancionado este año con una suspensión de cinco días sin goce de salario por acoso laboral a una funcionaria de la universidad.