El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) sorprendió anoche con un conteo “veloz” de los votos emitidos para esta segunda ronda electoral, y respondió así a los cuestionamientos y críticas que recibió a lo largo de la campaña.
A las 6:00 p.m., mientras la incertidumbre invadía a los costarricenses por conocer quién sería el próximo presidente, cerraron las urnas y Costa Rica ya había elegido un nuevo presidente. Dos horas después, el presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado inició la Sesión Solemne para comunicar al país los resultados provisionales del escrutinio final.
A las 8:12 p.m. Sobrado reveló los primeros resultados de un fulminante 90,62% del total del padrón, es decir unas 5.992 juntas procesadas, las cuales colocarían al candidato oficialista, como el próximo presidente de Costa Rica con un respaldo del 60,74% para el PAC y 39,26% PRN, según el último corte del TSE a las 9:30 de la noche.
En su discurso antes de dar a conocer a quién pasaría a la historia como el presidente número 44, Sobrado dijo que los favorecidos por la urnas “debían de tener la humildad y la sabiduría” para ejercer un gobierno con la colaboración de las otras fuerzas partidarias y quienes ganaran debían de saber conducir a la patria por los sinuosos caminos que los próximos años anuncian.
“Aquellos que sufran la derrota, deben tener la generosidad y la hidalguía y poner a Costa Rica por encima de su desazón y ofrecer con sinceridad al nuevo gobierno y la común tarea de sacar al país adelante”, agregó.
Cuatro años antes, algo similar ocurrió con el tiempo y los resultados que dio el TSE, cuando debutaron por la presidencia Luis Guillermo Solís del PAC y Johnny Ayraya del PLN, en el segundo corte, alrededor de las 8:32 p. m el órgano electoral anunció los resultados de un 94% de las mesas escrutadas.
Más votantes
Uno de los puntos sorpresivos durante esta segunda ronda, fue el abstencionismo (33,01 %) según los últimos datos del Tribunal Supremo de Elecciones, poco menor al que se alcanzó durante la primera ronda (34,3%), es decir, un punto de diferencia.
De cara a esta segunda ronda, el TSE implementó acciones para agilizar la eficiencia en carreteras para que los votantes no tuvieran obstáculos, precisamente por haberse tratado de unas votaciones que coinciden con Semana Santa.
El órgano puso a trabajar un operativo, con el objetivo de ejercer control y supervisón del sistema nacional vial, entre las cuales medidas como la reversibilidad en la Ruta 27 – sentido Pozón – Ciudad Colón , prohibición para vehículos de carga (placa “C”) que circularon en horas determinadas en las principales rutas nacionales.
Además, según los datos de la institución, para esta segunda ronda participaron unos 73 mil fiscales de partidos políticos.
Lluvia de críticas
Las críticas y el trabajo del TSE, desde la primera ronda, estuvieron presentes a lo largo de la campaña, desde el 19 de enero reportó que recibió 29 denuncias por motivos religiosos; dos denuncias a través de la Secretaría y 27 en su aplicación móvil “Votante Informado CR”.
Las causas de estas denuncias estuvieron influenciadas por la participación de las invocaciones religiosos en propaganda política, las cuales fueron señaladas principalmente al candidato presidencial del Partido Restauración Nacional (PRN), Fabricio Alvarado.
En ese momento, el presidente Luis Antonio, hizo un llamado a la población “a respetar la garantía de la libertad electoral” y dijo haber iniciado la investigación y los procedimientos para acreditar una eventual sanción.
También una denuncia por los mismos motivos religiosos, obligó a que ordenara como medida cautelar a la Conferencia Episcopal Nacional de Costa Rica y la Federación Alianza Evangélica Costarricense de “abstenerse de difundir manifiestos públicos que representaran un llamado a votar o no” por las distintas agrupaciones políticas.
Para el 6 de marzo, el TSE informó que se habían formulado unas 386 denuncias por acudir a motivos religiosos (propaganda ilegal) las cuales estuvieron dirigidas a los partidos Restauración Nacional (PRN), Liberación Nacional (PLN), Renovación Costarricense (PRC) y en menor medida a Integración Nacional (PIN), Alianza Demócrata Cristiana (ADC) y Nueva Generación (PNG).
Ante estos y otros señalamientos, en una entrevista con este Semanario, el presidente del Tribunal prefirió guardar silencio, antes que dirigirse a opinar acerca de los cuestionamientos que había recibido por el desempeño de sus labores y dijo que veía “peligroso” entrar en un debate político y que era innecesario defender “la probidad y eficacia” del organismo electoral porque eran probadas.
Cuestionamiento a la institucionalidad
En una investigación realizada por Radioemisoras de la Universidad de Costa Rica (UCR) y publicada el domingo 25 de marzo, por este semanario, reveló que el candidato por el Partido Restauración Nacional, Fabricio Alvarado pidió ayuda a pastores evangélicos, para la campaña electoral.
En esta reunión (de Restauración con los líderes evangélicos) el pastor Reinaldo Salazar, director del Movimiento de Oración por Costa Rica, hizo un llamado para “poner en sitio” al TSE mediante un proyecto de ley que propuso la Alianza Evangélica.
Además desde el partido evangélico hubo cuestionamientos a la institucionalidad del TSE y la labor que estaba ejerciendo en su papel como de “árbitro”.
Un día después de que se dio a conocer las declaraciones del partido evangélico hacia el TSE, el Partido Acción Ciudadana convocó a una conferencia de prensa, donde se refirió a estos señalamientos como “preocupantes” e “intolerantes”.
Algunos miembros del partido oficialista como Rodolfo Méndez, exministro del MOPT, dijo que a lo largo de su carrera política “nunca antes el Tribunal Supremo de Elecciones había recibido semejante ofensas” y que nunca antes un partido político o candidato había agredido así al TSE.
El TSE dictó una medida cautelar al Partido Restauración Nacional para abstenerse de incidir en la decisión de los electores a partir de creencias religiosas y usar estructuras paralelas para recibir contribuciones económicas privadas.
