“El PANI tuvo conocimiento de que esta niña estaba en riesgo y no actuó, un PANI que no responde para hacer lo que está llamado a hacer. No es posible tolerar este tipo de incompetencia en la institución, uno se pone a pensar que si el PANI hubiera actuado bien, tal vez la niña estaría con vida”.
Con este mensaje, la presidenta ejecutiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Patricia Vega Herrera, comunicó este jueves la renuncia a su cargo, luego de que el miércoles una niña de 4 años fue encontrada muerta y con signos de violencia dentro de una casa en Tuetal Sur de Alajuela. La madre y el padrastro de la menor fueron detenidos como sospechosos de homicidio.
El riesgo en que se encontraba la niña era conocido por el Patronato; sin embargo, un “error” al clasificar la urgencia del caso hizo que no fuera atendido con prontitud, admitió Vega.
En otras ocasiones, el PANI ha sido cuestionado por no actuar en situaciones de riesgo que terminaron con el fallecimiento de menores.
En la conferencia de prensa ofrecida hoy, Vega reconoció las debilidades de la institución a las que achacó, en parte, al factor humano.
“Yo por eso enfatizaba tanto en la capacitación, en la conciencia de los funcionarios, porque siempre al final hay una decisión humana. Lo que yo pretendí fue dar todos los elementos para que esas decisiones fueran lo menos erróneas posibles, bueno, en este caso se tuvo conocimiento, se clasificó mal y el caso no se atendió cómo debía ser, y yo creo que eso no puede ser”, manifestó Vega.
“Le voy a decir lo que yo pienso: hay mucha gente comprometida (en el PANI) pero hay también hay una gran liviandad en ver las cosas que llegan. En este caso estaba más que claro que, como decía una funcionaria, había que salir inmediatamente, con solo leer el reporte que decía que había un tema de violencia intrafamiliar y que la persona menor de edad estaba en riesgo de ser agredida; era demasiado claro”, añadió.
Vega indicó que el PANI requiere implementar mejores sistemas de control interno y digitalización de los expedientes para darles seguimiento. Aseguró que, aunque ese trabajo se ha venido realizando, ella deja su puesto para evitar el “ruido político”.
“El cambio es difícil, se encuentra resistencia, no se hace en corto plazo, pero mejorar la gestión de la institución es indispensable (…) Hay demasiado ruido político en el ambiente y una persona tiene que saber cuándo llegó el tiempo de que ya no es el momento”, manifestó.
