País El Ministro de la Presidencia habla sobre el camino que le resta al plan fiscal

Rodolfo Piza: “Lo esencial es que lo magistrados piensen en el país”

El jerarca reconoce que el plan fiscal no es un plan perfecto, pero asegura que podría evitar una crisis económica al país, además sostiene que si no se aprueba, las opciones restantes traerían severas repercusiones.

Apenas se cumple una semana de que el proyecto de la Ley para el Fortalecimiento de las Finanzas Públicas fue aprobado en primer debate por los diputados y  por ahora, el futuro del proyecto queda en manos de la Sala Constitucional para ser consultado.

Aunque no existe certeza de lo que pueda ocurrir en esta instancia más allá de las especulaciones, la incertidumbre surge a raíz de la experiencia que carga el país con los dos pasados  intentos de aprobar un proyecto similar, que no lograron avanzar en la Sala Constitucional. Uno durante el gobierno de Abel Pacheco y otro durante la administración de la expresidenta Laura Chinchilla.

UNIVERSIDAD conversó brevemente con el ministro de la Presidencia, Rodolfo Piza sobre la expectativa que tiene el Gobierno de las siguientes fases que deberá de cumplir el plan fiscal. El jerarca indicó que la reforma “no es perfecta”, pero dijo que es imprescindible su aprobación porque de lo contrario, el país deberá de tomar medidas más dramáticas y severas que repercutirían a la sociedad costarricense y al futuro de otras administraciones.

Luego de la aprobación del plan fiscal en primer debate, ¿cuál es la expectativa del Gobierno con la fase siguiente en la Sala Constitucional?

El proceso tiene seis grandes etapas, ya han pasado tres. Una es la del 208 Bis, un procedimiento que requerimos que fuera votados dos veces: una en febrero y en el mes de julio.

En segundo lugar, la comisión ha tenido tres etapas: la anterior legislatura y dos en esta legislatura, con miles de mociones -cerca de 3000-. De manera que, todas las opciones de enmienda se plantearon, y luego la etapa final de esa primera etapa, con 35 votos; mucho más de los que exige la constitución para aprobar proyectos de orden fiscal. Que son la mayoría simple, es decir, 29 si están los 57 diputados.

Esas tres etapas se han cumplido relativamente bien, mucho más tarde de lo que esperarían en cualquier país del mundo. Ese tipo de procesos duran cuatro o cinco meses, aquí hasta parece rápido que se haga en un año. Ahora quedan tres etapas: Una es las consultas a las distintas instituciones que ya se han hecho. Luego viene la eventual consulta de constitucionalidad a la Sala Constitucional -si los diputados la presentan-  luego la decisión en segundo debate en la Asamblea Legislativa.

¿Hay zozobra por parte de Presidencia?

No. Obviamente que hay que cumplir cada una de las etapas, convencer a la sociedad y en última instancia, consultar jurídicamente a los tribunales que se ha cumplido todo el procedimiento legislativo y constitucional.

Ha habido igualdad de todos los diputados, que es uno de los principios. Ha habido publicidad, se ha publicado en los medios de comunicación, los proyectos, las distintas versiones. Es un proyecto muy publicitado, mucho más que cualquier otro proyecto en la historia de este país.

Me parece que ha habido derecho de enmienda, 3000 mociones en distintos momentos, y en distintas etapas. Se han cumplido todos los procedimientos constitucionales, esenciales de un proceso democrático de decisión sobre un proyecto de ley.

Ya que la decisión que esperan ahora es la de la Sala Constitucional,  ¿qué les diría a los magistrados si los tuviera al frente?

Que piensen en el país. Que piensen no solo en el proyecto sino, ¿qué pasa si el proyecto no pasa? Me parece que al final está el criterio jurídico que es esencia. También los principios del proceso legislativo, los principios constitucionales pero dado que eso se cumple ampliamente, lo esencial es que piensen en el país.

Ningún órgano, ninguna institución pública, vive en una isla. Vivimos en una sociedad con unos límites y unas capacidades y es importante que se piensen a la hora de tomar una decisión en el país, independientemente de los detalles del proyecto. No hay proyecto perfecto. En una democracia no hay proyecto perfecto, hay proyectos posibles. Porque en una democracia se recogen  ideas de distintos grupos.

¿Es una visión conformista?

El poder Ejecutivo no puede imponer un proyecto. Este proyecto no es el que presentó el Poder Ejecutivo, tiene muchas enmiendas, pero es un proyecto suficiente. Yo creo que en una democracia, como he señalado muchas veces, si uno cree en la democracia, uno sabe que en una democracia no hay una ley perfecta lo que hay son leyes buenas que dan beneficios a la sociedad, pero que nunca serán porque recogen puntos de vista contradictorios, y claro, al final se buscan fórmulas intermedias.

¿Qué pasa si el proyecto se viene abajo en la Sala Constitucional, existe otro plan?

En la vida uno tiene muchos planes, pero al final el problema es ¿Cuál es el efecto si esto no pasa? Tener un proyecto alternativo no es viable. Ya hemos visto que la gente se pone de acuerdo muy fácilmente, pero llevamos un año con un proyecto que hubo consenso de impulsarlo, con dos terceras partes, diciendo: vamos adelante con un proyecto que tiene un 208 Bis. Yo creo que el país se vería enfrentado a una situación de medidas mucho más dramáticas…

¿Pedirle dinero prestado a los organismos financieros internacionales?

Pedir a los bancos es lo de menos, el problema es para quien presta, no hay garantías de que el país va a encontrar un equilibrio fiscal. Y ahí es donde está el tema. Este proyecto tiene medidas de contención del crecimiento  y recorte del gasto, la idea es que no crezca en la forma en que venía creciendo en el pasado, y eso supone en sí un avance muy significativo.

Si no pasara este proyecto, cualquier Gobierno tendría que tomar medidas mucho más dramáticas y entonces ahí veríamos un país mucho más complejo, o enfrentando una crisis por el tipo de cambio, por las tasas de interés, afectando el crecimiento económico y entonces agravando mucho más la situación.

Yo no quisiera pensar en lo que ocurre si no pasa el proyecto. Uno sabe más o menos, por experiencias que han vivido otros países, cuáles serían los efectos y por tanto medidas mucho más contundentes, así como  en el lado de los ingresos y de los gastos. Yo creo que por eso, aunque no sea perfecto, es un proyecto suficiente para evitar una crisis y que volvamos otra vez económicamente y a poder ir mejorando las finanzas públicas, año con año, poco a poco, y me parece que eso es lo que plantea el proyecto.

Hay mucha gente que se mantiene en las calles con la esperanza de que el proyecto fracase…

Me parece que no entienden cuáles serían los efectos de que fracase. Tal vez no se han explicado lo suficiente o no lo hemos explicado lo suficiente. El tema es más allá de los detalles, no es un proyecto sencillo explicar  lo del Impuesto del Valor Agregado (IVA) yo que soy profesor, tardaría tres meses en dar un curso de recurso tributario explicando cómo opera. Es un tema complejo. Pero en cualquier caso, yo lo que les diría es que ojalá, ojalá, por los empleados públicos, por los ciudadanos, este proyecto pase.

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