Universitarias

Respira UCR: continúan las pruebas del ventilador mecánico portátil para pacientes con COVID-19

Durante esta semana se realizará la segunda prueba pre-clínica y la prueba con seres humanos para entregar el prototipo a la CCSS y esperar su aprobación

El proyecto de la Universidad de Costa Rica para la fabricación de un prototipo de ventilador mecánico portatil para pacientes con dificultades respiratorias, Respira UCR, entra esta semana en la etapa de pruebas.

El 1 de mayo se realizó la primera prueba pre-clínica la cual consistió en una valoración general del equipo puesto a funcionar en condiciones normales con un porcino sedado, según comentó Ralph García, director de la Escuela de Física de la Universidad de Costa Rica (UCR). 

Según García, durante esta prueba se monitoreó la frecuencia de respiración según la programación del aparato, el volumen de aire que se le entregó al animal y variables relacionadas con alarmas. 

Además, se mantuvo al animal sedado por un lapso de tiempo para que los profesionales monitorearan las variables. 

A partir de los resultados de la prueba se hicieron pequeñas correcciones como la programación de los ciclos de respiración y se va a corroborar el cambio en la segunda prueba pre-clínica programada para este miércoles. 

“Vamos a hacer pruebas con diferentes escenarios que simulan a una persona enferma con resistencia a la entrada del aire, para eso los veterinarios ponen al animal en una posición diferente con la intención de que los pulmones ofrezcan resistencia para el paso del aire, que es como una persona que tuviese COVID-19 con fibrosis pulmonar”, explicó García refiriéndose a la segunda prueba. 

Posteriormente se realizará la prueba con seres humanos, la cual se desarrollará con un grupo de personas voluntarias, no es invasiva (se realizará con mascarillas) y contará con la supervisión de los profesionales de salud. 

“Después de esa prueba ya sería alistarlo para entregarlo a la CCSS y obtener la aprobación de ellos”, agregó el director de Física. 

Según García, el prototipo hasta ahora ha sufrido cambios dado que el diseño original publicado por ingenieros españoles no respondía a las necesidades de seguridad que requieren para los pacientes. 

Así, gracias a la retroalimentación que recibieron por parte de médicos intensivistas, neumólogos y terapeutas respiratorios, el dispositivo ahora se ajusta a todas las necesidades de seguridad y cumple con los requerimientos mínimos que publicó la CCSS y el Micitt a través de la plataforma Colab.cr

El desarrollo ha tardado poco más de un mes ya que hubo problemas para conseguir los sensores adecuados dada la demanda internacional, pero ahora están aliados a una empresa privada proveedora que mandó a comprar los sensores para la fabricación de más ventiladores, finalizó García. 

 

 

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